iPhone: ¿una euforia que podríar generar desilusiones?

Apple, una firma cuya capitalización bursátil pasa los US$ 100.000 millones, quizás esté promoviendo demasiado optimismo entre operadores y público Su nuevo producto crea expectativas algo exageradas, temen algunos analistas.

27 junio, 2007

Esta semana, la presentación de iPhone –jueves 28- quizá se traduzca en ventas por 200.000 unidades en dos días. La compañía augura –en privado- tres millones para el segundo semestre del año. En esto la secundan los habituales “promotores de euforia” que pueblan Wall Street, Silicon valley, etc. Apple misma espera diez millones para todo 2008.

Las tres cifras significarían superar a iPod, el dispositivo más vendido de Apple. Pero expertos menos entusiastas temen que las proyecciones basadas en la venta inicial no cristalicen y enfríen el optimismo de inversores y firmas bursátiles. No tanto por el juguetito, sino por las acciones de su fabricante.

“Hay un entusiasmo algo desmedido, sin bases muy sólidas. Si, por ejemplo, la semana próxima no se colocasen más de 100.000 aparatos, el mercado podría desinflarse”. Eso presume un informe de Pacific Crest Securities, por otra parte optimista para los primeros dos días.

El lanzamiento de iPhone es un emprendimiento conjunto de Apple con American Telephone & Telegraph (AT&T). Su primera etapa se limita al mercado norteamericano, o sea Estados Unidos-Canadá. Pero la euforia accionaria data del 10 de enero, al día siguiente de anunciarse iPhone. Desde entonces y hasta el lunes 25, el título de Apple avanzó 44%, un ritmo siete superior al de la cartera Standard&Poor’s 500, y marcó un récord de US$ 125,10. AT&T no tuvo ni de lejos ese desempeño.

Con el producto, Steve Jobs intenta entrar en una franja que, en apariencia, cuadruplica el mercado de computadoras personales en EE.UU.-Canadá. Con una diferencia: la PC es esencialmente una herramienta de trabajo, mientras iPod o iPhone son para entretenimiento.

Esta semana, la presentación de iPhone –jueves 28- quizá se traduzca en ventas por 200.000 unidades en dos días. La compañía augura –en privado- tres millones para el segundo semestre del año. En esto la secundan los habituales “promotores de euforia” que pueblan Wall Street, Silicon valley, etc. Apple misma espera diez millones para todo 2008.

Las tres cifras significarían superar a iPod, el dispositivo más vendido de Apple. Pero expertos menos entusiastas temen que las proyecciones basadas en la venta inicial no cristalicen y enfríen el optimismo de inversores y firmas bursátiles. No tanto por el juguetito, sino por las acciones de su fabricante.

“Hay un entusiasmo algo desmedido, sin bases muy sólidas. Si, por ejemplo, la semana próxima no se colocasen más de 100.000 aparatos, el mercado podría desinflarse”. Eso presume un informe de Pacific Crest Securities, por otra parte optimista para los primeros dos días.

El lanzamiento de iPhone es un emprendimiento conjunto de Apple con American Telephone & Telegraph (AT&T). Su primera etapa se limita al mercado norteamericano, o sea Estados Unidos-Canadá. Pero la euforia accionaria data del 10 de enero, al día siguiente de anunciarse iPhone. Desde entonces y hasta el lunes 25, el título de Apple avanzó 44%, un ritmo siete superior al de la cartera Standard&Poor’s 500, y marcó un récord de US$ 125,10. AT&T no tuvo ni de lejos ese desempeño.

Con el producto, Steve Jobs intenta entrar en una franja que, en apariencia, cuadruplica el mercado de computadoras personales en EE.UU.-Canadá. Con una diferencia: la PC es esencialmente una herramienta de trabajo, mientras iPod o iPhone son para entretenimiento.

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