¿Su oficina tiene iluminación inteligente que se enciende sólo cuando se detecta movimiento? ¿La calefacción y el aire acondicionado de su trabajo funcionan de forma similar? O tal vez usted tiene una heladera inteligente en la cocina que cuando los suministros se agotan, realiza directamente el pedido al supermercado.Si usted utiliza alguna de estas tecnologías, ya es parte de la Internet de las Cosas (IoT por sus siglas en inglés), definida como una red de dispositivos electrónicos de negocios o consumo con sensores incorporados, comunicaciones y análisis que les permiten responder al entorno externo.
Observadores de la industria estiman que para el año 2020, entre 20 y 30 mil millones de dispositivos estarán interconectados en todo el mundo. Daniel Bertone Socio de tecnología, medios y telecomunicaciones de Grant Thornton Argentina comenta que la IoT está destinada a ser más revolucionaria para las empresas que lo que alguna vez fue la propia Internet. “Las empresas que no son proactivas están siendo seriamente perturbadas y se vuelven irrelevantes”, explica Bertone. “Por otro lado, es una oportunidad para las empresas que den el primer paso de considerar qué nuevos productos y servicios se pueden introducir en los modelos de negocio existentes. Los informes darán sentido a la nueva y enorme masa de datos que el IoT generará, lo que representa una oportunidad brillante no sólo para las empresas de alta tecnología, sino que se puede aplicar a todas las industrias en todos los sectores”.
Tecnología transformacional
Alex Bazin, vicepresidente y jefe del Internet de las Cosas en el gigante de la tecnología Fujitsu, dice que tanto las empresas grandes y pequeñas se están transformando con la nueva tecnología.egún él, muchas empresas manufactureras están comenzando a ascender en la cadena de valor para asumir un papel de servicio mucho más fuerte. Un ejemplo son las empresas que suministran los chalecos salvavidas a los aviones. Con la tecnología de sensores basados en la “IoT” integrados en los chalecos salvavidas, el proveedor puede saber dónde están, en qué condición se encuentran y si han sido dañados o alterados.y se facilita la gestión “just in time” o sea, en el momento en que la compañía los necesita. Se elimina así la necesidad de almacenarlos.
Arnaldo Hasenclever, Managing Partner de Grant Thornton Argentina agrega que cada empresa que esté involucrada en el transporte puede beneficiarse también de la “IoT”. El problema de revisar y cambiar los neumáticos se facilita con con la utilización de sensores insertados en los neumáticos para informar sobre su estado.
Arnaldo comenta que se pueden controlar mejor los gastos de viaje de los empleados si se cuenta con un dispositivo electrónico y una app que permita medir el gasto de combustible de los automóviles utilitarios, los hoteles en donde se hospeda el personal por medio de ubicación satelital así como los restaurants donde consumen alimentos; por otra parte la información que se encuentra en línea y es pública se denomina metadatos, los cuales pueden ser explotados para establecer tendencias de los negocios, por ejemplo: número de accidentes automovilísticos por vehículo para determinar cuáles son más riesgosos; entre muchas otras cosas, solo sería necesario definir y enfocar adecuadamente los esfuerzos.
Bertone añade que lo bueno de la tecnología inteligente de este tipo es que no exige una gran inversión inicial. Los dueños de la mayoría de los negocios no necesitan habilidades tecnológicas para desarrollar una estrategia IoT. El problema de seguridad
La privacidad y seguridad de los datos suponen un importante problema potencial. La interconexión de miles de millones de dispositivos producirá redes complejas con grandes cantidades de información y garantizar la protección de los datos será aún más difícil y más importante de lo que es ahora. Podría haber un riesgo de negocio serio si los datos caen en las manos equivocadas. En última instancia, es difícil de controlar dónde terminan sus datos si se transmiten en una cadena de dispositivos, pero es un riesgo que puede ser controlado con cautela y disciplina en el manejo de datos y el seguimiento, basado en implementación de modelos de control interno de negocio y tecnológico.
La Internet de las cosas ya está aquí y opera actualmente. Seguramente en diez años a partir de ahora, cuando miremos hacia atrás para ver cómo evolucionó, estaremos asombrados de lo desinformados que solíamos estar cuando tomamos las primeras decisiones.Todos los líderes de las empresas que quieran mejorar su eficiencia operativa y tomar decisiones más informadas harían bien en considerar cómo pueden empezar a aplicar la tecnología de la “IoT” en su negocio, sin importar el tamaño del mismo.Los costos de la tecnología de la “IoT” están bajando todo el tiempo, por lo que es asequible para empresas de todos los tamaños. Sin embargo, según la firma de investigación Gartner, sólo el 7% de las empresas están dispuestos a adoptar la Internet de las cosas – lo que significa que el 93% están perdiendo las oportunidades de productos mejorados y ofertas de servicios adicionales.Por el momento los reguladores están luchando para mantenerse al día con los cambios que estas redes complejas están trayendo, pero las regulaciones seguirán cambiando y las empresas deben estar conscientes de eso. Para aquellas organizaciones dinámicas que estén dispuestas a aprovechar el momento, sea cual sea su tamaño, hay ventajas reales de negocio que se pueden obtener al implementar “IoT”.