Pero esta poderosa tecnología, capaz de recolectar información sensible de los consumidores, trae nuevos riesgos asociados. Para que las promesas de IoT se vuelvan realidad, las organizaciones deberán garantizar la seguridad y la privacidad en el diseño de nuevos softwares y dispositivos.
El número de dispositivos conectados a Internet proliferó considerablemente en los últimos años, extendiéndose a relojes inteligentes, asistentes para el hogar e incluso automóviles.
No sorprende, entonces, que Internet de las Cosas (IoT) sea considerada por los empresarios como la tecnología con mayor potencial para los negocios, entre las denominadas “essential eight” (ver tabla). De acuerdo con la Encuesta Global sobre IQ Digitalde PwC -de la que participaron más de 2.200 ejecutivos en 53 países-, IoT concentra actualmente las inversiones de la mayoría de las organizaciones (73%), y mantendrá su relevancia durante los próximos tres años, junto a Inteligencia Artificial.
¿En qué tecnologías está realizando inversiones sustanciales? |
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Actualmente |
En tres años |
Internet de las cosas |
73% |
63% |
Inteligencia artificial |
54% |
63% |
Robots |
15% |
31% |
Impresiones 3D |
12% |
17% |
Realidad aumentada |
10% |
24% |
Realidad virtual |
7% |
15% |
Drones |
5% |
14% |
Blockchain |
3% |
11% |
El atractivo comercial de IoT radica justamente en la conectividad de los nuevos dispositivos, que permite a las empresas reunir un gran caudal de datos sobre los consumidores y usarlos para innovar y mejorar en el trabajo, el esparcimiento y la experiencia cotidiana en general. Por supuesto, esa información también puede brindar a las empresas la oportunidad de dirigir sus mensajes de marketing con mayor exactitud y precisión.
Riesgos a considerar
Pero la otra cara de la moneda es que IoT conlleva ciertos riesgos que todavía no se comprenden del todo. Enzo Taibi, socio de Consultoría en IT de PwC Argentina comenta: “Muchos ejecutivos creen que el ecosistema IoT propiciará el crecimiento económico, a partir de la transformación de los modelos de negocios y la innovación en productos y servicios. Pero los riesgos asociados también podrían amenazar la seguridad de los datos, atravesando virtualmente todas las industrias y haciéndolas más vulnerables a interferencias maliciosas con graves consecuencias”.
Las empresas recopilan y analizan una gama cada vez más amplia de información, y su compilación puede proporcionar información personal sensible sobre los consumidores, habilitando situaciones que podrían comprometer la ética de su uso. Las empresas que extraen datos personales con fines no transparentes o que comparten datos personales con terceros sin la debida notificación corren el riesgo de incurrir en prácticas que violan las normas de protección y seguridad del consumidor.
Según Diego Taich, director de Consultoría en IT de PwC Argentina “Para acompañar el avance de IoT será crucial un programa integrado de seguridad informática. Las empresas que alineen el desarrollo e implementación de productos y sistemas de IoT con estándares de seguridad informática y protección de datos contarán con una significativa ventaja para materializar los beneficios de esa tecnología”.
El gran desafío es la complejidad del ecosistema IoT, que impide que la mayoría de las empresas elaboren un marco de seguridad y privacidad. A diferencia de los equipos de TI, los dispositivos conectados no fueron diseñados pensando en la seguridad, y muchos de ellos no poseen capacidades esenciales como encriptación o autenticación.
El estudio Global State of Information Security -que PwC realizó con la participación de más de 10.000 ejecutivos de TI en 133 países- concluye que las empresas están comenzando a ocuparse de la seguridad de IoT, aunque todavía queda mucho por mejorar. Un 35% de los encuestados informaron que su organización posee una estrategia de seguridad IoT en marcha, y un 28% confirmó que avanzaron en su implementación.
La mayor parte de estas organizaciones pertenecen a los sectores de telecomunicaciones (78%), tecnología (73%) y automotriz (69%). Al mismo tiempo, el 46% de los entrevistados planea invertir en seguridad de IoT durante los próximos doce meses, fundamentalmente en el sector de automotriz (55%), productos industriales (55%) y tecnología (53%).
“Creemos que las tecnologías de seguridad existentes se van a extender rápidamente para administrar y proteger el flujo de datos en las redes de IoT. Nuestra recomendación es que las organizaciones abran el diálogo con sus socios tecnológicos, para desarrollar, a partir de las herramientas actuales, un camino hacia la identificación, la seguridad y la gestión de los datos producidos o procesados por IoT”, concluye Taibi.