<p>“El nuevo contexto regulatorio vale para todos”, señaló el ministerio de interior. “Ya estamos enviando notificaciones a las compañías con vistas al acceso por parte de los entes de seguridad nacional”. El gobierno indio teme que los teléfonos inteligentes, con alta capacidad de encripción, sean empleados por terroristas para planear ataques u otras actividades ilícitas.<br />
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Algo de substancia deben tener esas aprensiones: ya el martes 31 la canadiense RIM –fabricante del BlackBerry- se allanó a las demandas que entrarían en vigencia en sesenta días. Por ende, Delhi comenzó el miércoles a monitorear las herramientas del servicio. Para el 29 de octubre “el nuevo esquema operativo (en particular correo electrónico, mensajes de texto y prestaciones al sector privado) ha de estar listo para aplicarse desde el lunes 1º de noviembre”, indicó el ministro Palaniappan Chidambaram.<br />
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Si RIM y otros prestadores no hubiesen aceptado las nuevas normas, la veda consiguiente –como en la UEA- habría afectado a más de un millón de usuarios y frenaría la expansión de celulares en el segundo mercado mundial. Dado que China es el primero, parece preferible para las empresas occidentales resignarse ante una tendencia emergente: “la desglobalización del negocio”.<br />
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Eso afirmaban en Skype Technologies, entre cuyos accionistas figuran eBay y un fondo extrabursátil, Silver Lake. El jueves, la compañía aún no había recibido aquella notificación, pero era inevitable que le llegara: ST provee software que permite a más de 500 millones de usuarios de comunicaciones audiovisuales por Internet.<br />
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Por un lado, Google se muestra reticente. Por otro, la finesa Nokia es pragmática: anunció el lunes que, para el 5 de noviembre, sus servidores en India habrán concluido de efectuar los cambios exigidos. <br />
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India exige a RIM, Google, Skype, etc., servidores locales
Después de la Unión de Emiratos Árabes, Delhi aprieta a Research in Motion (BlackBerry), Google, Skype y otros prestadores de servicios informáticos. Deben instalar servidores locales y permitir que las agencias indias de seguridad los supervisen.