<p>Después de meses de preparativos, de soterramiento de cables y de rumores en los medios, hoy comenzará a funcionar, finalmente, Google Fiber. No es otra cosa que la red de cable de Google, que eligió a Kansas City como ciudad piloto para probar la eficiencia de lo que podría convertirse en una nueva unidad de negocios.</p>
<p>Si las pruebas funcionan y Google se convierte en operador de cable y telecomunicaciones, Kansas podría gozar de los beneficios de contar con otro jugador fuerte en este terreno. Pero más allá de Kansas, tal vez sea prematuro para las compañías rivales preocuparse por la participación del gigante de las búsquedas en el mercado.</p>
<p>Al “plantar” sus propios cables sobre infraestructura existente, Google se ha convertido en un “overbuilder”, es decir, alguien que construye de más sin ninguna buena razón financiera para hacerlo. Las personas pueden o no estar satisfechas con sus operadores de cable pero lo cierto es que casi todos cumplen con las promesas de conectividad del contrato. Aunque Google quiera construir una red mejor, ¿valdría la pena contratar un servicio diferente, incluir un cable más en la arquitectura de las casas, por un servicio que el mercado dice que no es necesario?</p>
<p>Los analistas son rápidos en aclarar que los avances que se pueden alcanzar – Google promete 1 GB por segundo- son mínimos y que, aunque conexiones más rápidas significan más negocios para la empresa de Mountain View, no hay muchas razones que justifiquen el tamaño de la inversión.</p>
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<p>¿Qué es lo que Google gana, entonces, con este proyecto que tardó tres años en finalizarse? Muchos lo han descripto como un experimento de innovación cívica: darle a una ciudad cualquiera—en este caso a Kansas- una conexión súper rápida, sentarse y observar qué hacen con ella. Otros argumentan que la inversión responde al propio interés. Google es dueño del contenido, en un extremo y de los dispositivos para acceder a él en el otro. Pero depende de las compañías de cable y de telecomunicaciones para que los usuarios puedan usarlos y conectarse a Internet. Cuanto más se concentre el mercado, mayores serán los costos para los usuarios y, en consecuencia, para Google. Este experimento permite a la empresa comprobar cómo y cuánto tomaría tender una red en caso de emergencias.</p>
<p>En el mediano plazo, no es, tampoco, una mala idea que una compañía que se especializa en vender publicidad tenga un pie en el negocio de la televisión. Google TV fue un fracaso, razón por la cual la empresa incursiona en otros caminos de exploración.</p>
<p>Mientras tanto, en Kansas City, los residentes están expectantes: quieren saber de qué manera Google Fiber podrá mejorar sus vidas. Las organizaciones sin fines de lucro como Connecting for Good entendieron rápido que no será por el camino de la responsabilidad social: Google rechazó un pedido de esta organización para usar su infraestructura y proveer conexiones wi-fi para residentes de bajos ingresos y niños en edad escolar que formen parte del proyecto de laptop gratis del gobierno. ¿La razón? Que todavía es prematuro embarcarse en este tipo de proyectos cuando todavía ni siquiera se lanzó la red. Ahora que Kansas verá nacer el proyecto, tal vez cambien de opinión.<br />
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