Google avanza sigilosamente en hardware

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Se sabe que desde hace varios años Google ha estado vendiendo a clientes privados aparatos para la búsqueda de datos internos. A fin de 2004 ya se podía comprar en Estados Unidos y Europa el “Google Search Appliance”, o Google metido en una caja.

El modelo llamado GB-1001 es un rack que puede buscar hasta un millón
y medio de documento a razón de 300 preguntas por minuto. Google ofrece
también la posibilidad de un conjunto dfe aparatos que puede procesar más
de 1000 preguntas por minuto y buscar más de 15 millones de documentos.

Entre los que ya compraron se encuentran organizaciones con fuerte acento en la
información como firmas de servicios profesionales, bibliotecas, editoriales,
estudios de abogados y hasta el Banco Mundial. El precio de la Google Search
Appliance
arranca en US$ 32.000 e incluye dos años de soporte técnico.

Hace mucho tiempo que Google, famosa en el mundo por su software de búsquedas
en Internet, le tiene ganas al ámbito de los fierros. Desde que cotiza
en el NASDAQ, ha sacado varias novedades:
motor de búsqueda personalizada (que adapta las búsquedas al tipo
de material que interesa a una persona), la Google mini (una caja de búsquedas
en miniatura que promete agregar búsquedas en una intranet o un sitio web)
y una herramienta de búsqueda que se puede bajar de la web que peina completamente
un disco rígido o una PC. Otras novedades incluyen búsquedas asistidas
por una persona (esto se paga) y búsquedas que se limitan a reputados trabajos
académicos.

En todos estos productos, la esencia de la marca está presente y visible
(todos los nombres incluyen la palabra Google). En este caso, la diversificación
parece haber fortalecido la marca en lugar de debilitarla.
La Search Appliance tiene como misión simplificar las cosas. No hay que
instalar sistemas ni programas complicados. Todo el software que hace falta ya
viene instalado en la caja y la instalación es cuestión de enchufar
y hacer una mínima configuración. Google sigue fiel a su misión
de simplicidad.

Quienes observan el comportamiento de la marca hacen hincapié en el hecho
que Google ponga el nombre de su marca en cada una de las novedades (Google
Search Appliance
y Google Mini, por ejemplo). Desde el punto de vista
del branding, eso implica un riesgo. Otra vía podría haber
sido crear una marca secundaria y dejar el nombre Google a salvo de cualquier
eventualidad. Pero ésta es una organización con demasiada confianza
en sí misma como para esconderse detrás de entidades separadas.

Por cierto, la marca no ha cambiado en años. Google sigue siendo sinónimo
de simplicidad, de entrega de información, de facilitar lo complicado.
El único aspecto de la marca que ha cambiado es la definición más
amplia de la palabra “búsqueda”. Originalmente búsqueda
quería decir “búsqueda en Internet” y ahora abarca también
“búsqueda en PC, o en Intranet o en sitio web”: en todos está
el concepto de poner la información al alcance de la mano.

Para Google, su producto central es la entrega de información per se,
no sólo información online. Lo manifiesta en su declaración
de misión, que no menciona Internet: “La misión de Google es
organizar la información del mundo y volverla universalmente útil
y accesible”. Máquinas, gente, productos, todo Google, todo ayuda
a hacer la marca más tangible y más real.

De modo que aunque las últimas novedades son ejemplos de diversificación
en cuanto a productos, en cuanto a marca son los pasos lógicos en la entrega
de una marca coherente que aumenta el número de sus puntos de toque.

El modelo llamado GB-1001 es un rack que puede buscar hasta un millón
y medio de documento a razón de 300 preguntas por minuto. Google ofrece
también la posibilidad de un conjunto dfe aparatos que puede procesar más
de 1000 preguntas por minuto y buscar más de 15 millones de documentos.

Entre los que ya compraron se encuentran organizaciones con fuerte acento en la
información como firmas de servicios profesionales, bibliotecas, editoriales,
estudios de abogados y hasta el Banco Mundial. El precio de la Google Search
Appliance
arranca en US$ 32.000 e incluye dos años de soporte técnico.

Hace mucho tiempo que Google, famosa en el mundo por su software de búsquedas
en Internet, le tiene ganas al ámbito de los fierros. Desde que cotiza
en el NASDAQ, ha sacado varias novedades:
motor de búsqueda personalizada (que adapta las búsquedas al tipo
de material que interesa a una persona), la Google mini (una caja de búsquedas
en miniatura que promete agregar búsquedas en una intranet o un sitio web)
y una herramienta de búsqueda que se puede bajar de la web que peina completamente
un disco rígido o una PC. Otras novedades incluyen búsquedas asistidas
por una persona (esto se paga) y búsquedas que se limitan a reputados trabajos
académicos.

En todos estos productos, la esencia de la marca está presente y visible
(todos los nombres incluyen la palabra Google). En este caso, la diversificación
parece haber fortalecido la marca en lugar de debilitarla.
La Search Appliance tiene como misión simplificar las cosas. No hay que
instalar sistemas ni programas complicados. Todo el software que hace falta ya
viene instalado en la caja y la instalación es cuestión de enchufar
y hacer una mínima configuración. Google sigue fiel a su misión
de simplicidad.

Quienes observan el comportamiento de la marca hacen hincapié en el hecho
que Google ponga el nombre de su marca en cada una de las novedades (Google
Search Appliance
y Google Mini, por ejemplo). Desde el punto de vista
del branding, eso implica un riesgo. Otra vía podría haber
sido crear una marca secundaria y dejar el nombre Google a salvo de cualquier
eventualidad. Pero ésta es una organización con demasiada confianza
en sí misma como para esconderse detrás de entidades separadas.

Por cierto, la marca no ha cambiado en años. Google sigue siendo sinónimo
de simplicidad, de entrega de información, de facilitar lo complicado.
El único aspecto de la marca que ha cambiado es la definición más
amplia de la palabra “búsqueda”. Originalmente búsqueda
quería decir “búsqueda en Internet” y ahora abarca también
“búsqueda en PC, o en Intranet o en sitio web”: en todos está
el concepto de poner la información al alcance de la mano.

Para Google, su producto central es la entrega de información per se,
no sólo información online. Lo manifiesta en su declaración
de misión, que no menciona Internet: “La misión de Google es
organizar la información del mundo y volverla universalmente útil
y accesible”. Máquinas, gente, productos, todo Google, todo ayuda
a hacer la marca más tangible y más real.

De modo que aunque las últimas novedades son ejemplos de diversificación
en cuanto a productos, en cuanto a marca son los pasos lógicos en la entrega
de una marca coherente que aumenta el número de sus puntos de toque.

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