<p>Investigadores en la Universidad de Princeton han construido un nuevo tipo de sensor que podría ayudar a los ingenieros a evaluar rápidamente la salud de un edificio o un puente. El sensor es un láser orgánico, depositado en una lámina de goma: al estirarla, por la formación de una grieta, por ejemplo, el color de la luz que emite cambia.</p>
<p>“La idea vino de la noción de que tal vez es sposible cubrir grandes estructuras como puentes con una piel que se podría usar para detectar deformación de la estructura desde una determinada distancia, “ dice Sigurd Wagner, profesor de ingeniería eléctrica en Princeton University, quien desarrolló un sensor láser extensible con Patrick Görrn, otro investigador de la misma universidad. El trabajo fue publicado el mes pasado en Advanced Materials.</p>
<p>Los sensores tradicionales de tensión miden simplemente el stress junto con una línea determinada. Una de las variantes consiste en un alambre que cambia su capacidad de resistir cuando está en tensión. Otra es una fibra óptica que indica tensión cuando la luz que se le inyecta en un extremo se desparrama por un defecto en la estructura. “Pero el problema es que si el daño ocurre entre los sensores es difícil de detectar”, dice Branco glisic, profesor de ingeniería civil y ambiental en Princeton.</p>
<p>Un láser extensible resolvería el problema cubriendo más área que los alambres o las fibras ópticas. <br />
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Goma que emite luz podría percibir daño estructural
El nuevo tipo de sensor podría ser un sistema de alerta temprana para puentes y edificio en peligro.