G-mail: mensajes leídos previamente
El nuevo e-mail que ofrece Google gratuito y con gran capacidad introduce una variante curiosa: el mensaje que recibimos por esa vía viene con publicidad afín al texto enviado. O sea, los anunciantes leen que nosotros la carta que nos llega.
Esto quiere decir que si un amigo nos envía un mensaje sobre vu viaje a Grecia, veremos avisos de texto sobre las islas y playas griegas al costado de la carta. Cuando alguien nos habla de fotos, los avisos serán sobre cámaras digitales.
Los avisos aparecen en los mensajes que reciben los usuarios del Gmail (el e-mail gratuito de Google). La persona que envía el mensaje no tiene necesariamente que ser usuario de G.mail.
Los grupos que abogan por la privacidad de los mensajes objetan fuertemente el servicio porque implica escanear e-mails privados y tiene la capacidad para enviar publicidad ofensiva a los usuarios del servicio.
Google responde que ha introducido, deliberadamente, limitaciones a su propio accionar. Ha creado un departamento que define como el equivalente electrónico a la oficina de prácticas y niveles que regula la televisión en Estados Unidos. Ese organismo definiría cuáles mensajes son adecuados para publicidad y cuáles no. La empresa se compromete a no mostrar avisos en mensajes con palabras relacionadas con sexo, armas de fuego, drogas y otros temas que considera fuera de sus límites.
Esto quiere decir que si un amigo nos envía un mensaje sobre vu viaje a Grecia, veremos avisos de texto sobre las islas y playas griegas al costado de la carta. Cuando alguien nos habla de fotos, los avisos serán sobre cámaras digitales.
Los avisos aparecen en los mensajes que reciben los usuarios del Gmail (el e-mail gratuito de Google). La persona que envía el mensaje no tiene necesariamente que ser usuario de G.mail.
Los grupos que abogan por la privacidad de los mensajes objetan fuertemente el servicio porque implica escanear e-mails privados y tiene la capacidad para enviar publicidad ofensiva a los usuarios del servicio.
Google responde que ha introducido, deliberadamente, limitaciones a su propio accionar. Ha creado un departamento que define como el equivalente electrónico a la oficina de prácticas y niveles que regula la televisión en Estados Unidos. Ese organismo definiría cuáles mensajes son adecuados para publicidad y cuáles no. La empresa se compromete a no mostrar avisos en mensajes con palabras relacionadas con sexo, armas de fuego, drogas y otros temas que considera fuera de sus límites.
