Francia: tecnología aeronáutica

Según el secretario de Estado francés, las investigaciones no se proponen desarrollar un programa que sustituya al Concorde sino más bien tratar de efectuar un relanzamiento del modelo.

11 diciembre, 2000

(EFE).- Una red de investigación aeronáutica sobre las tecnologías supersónicas ha sido puesta en marcha hoy (lunes 11) por el ministro francés de Transportes, Jean Claude Gayssot, y el secretario de Estado de Investigación, Roger Gérard Schwartzenberg.

Esta estructura de investigación no tiene como objetivo realizar un programa de sustitución del Concorde, cuyos vuelos fueron suspendidos tras el accidente de uno de esos aparatos de la compañía Air France en julio pasado al norte de París, sino la realización de trabajos preparatorios para una eventual lanzamiento, matizó Schwartzenberg.

La creación de la red se produce después de que el Comité de Orientación Supersónica (COS) elaborara un informe sobre el futuro de la aviación supersónica, dirigido por Sebastian Candel, que dirigirá la nueva estructura.

Los autores del informe subrayaron que “no hay duda de que el desarrollo del tráfico intercontinental suscita un interés creciente para la gran velocidad”, en particular para las personas que tienen que hacer con frecuencia viajes de más de doce horas.

El COS destacó que la posibilidad de realizar recorridos transoceánicos a velocidades próximas a los 2.500 kilómetros por hora “será interesante si se propone a precios razonables. El objetivo es no sobrepasar en 1,2 veces el precio del billete” de un vuelo no supersónico equivalente.

Tras la prohibición de volar impuesta a los 12 Concorde que hay en la actualidad (siete pertenecen a British Airways y cinco a Air France), Gayssot ha manifestado en varias ocasiones que quiere que los únicos aviones comerciales supersónicos vuelvan a estar operativos el año próximo.

(EFE).- Una red de investigación aeronáutica sobre las tecnologías supersónicas ha sido puesta en marcha hoy (lunes 11) por el ministro francés de Transportes, Jean Claude Gayssot, y el secretario de Estado de Investigación, Roger Gérard Schwartzenberg.

Esta estructura de investigación no tiene como objetivo realizar un programa de sustitución del Concorde, cuyos vuelos fueron suspendidos tras el accidente de uno de esos aparatos de la compañía Air France en julio pasado al norte de París, sino la realización de trabajos preparatorios para una eventual lanzamiento, matizó Schwartzenberg.

La creación de la red se produce después de que el Comité de Orientación Supersónica (COS) elaborara un informe sobre el futuro de la aviación supersónica, dirigido por Sebastian Candel, que dirigirá la nueva estructura.

Los autores del informe subrayaron que “no hay duda de que el desarrollo del tráfico intercontinental suscita un interés creciente para la gran velocidad”, en particular para las personas que tienen que hacer con frecuencia viajes de más de doce horas.

El COS destacó que la posibilidad de realizar recorridos transoceánicos a velocidades próximas a los 2.500 kilómetros por hora “será interesante si se propone a precios razonables. El objetivo es no sobrepasar en 1,2 veces el precio del billete” de un vuelo no supersónico equivalente.

Tras la prohibición de volar impuesta a los 12 Concorde que hay en la actualidad (siete pertenecen a British Airways y cinco a Air France), Gayssot ha manifestado en varias ocasiones que quiere que los únicos aviones comerciales supersónicos vuelvan a estar operativos el año próximo.

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