Polonia, otro reducto de intereses nacionales antieuro
Aumentan las presiones de la Comisión Europea sobre Varsovia. Motivos: el veto a la fusión entre Pekao y BPH, dos bancos controlados por el italiano Unicredito (que ha tomado al alemán HypoVereinsbank) y renuncia a adoptar el euro.
6 marzo, 2006
Charles McCreevy, el irlandés que ocupa el comisariado de Finanzas, y su colega de Competencia, la holandesa Neelie Kroes, abren esta semana un sumario contra el gobierno polaco. Cargo básico: transgresiones a las normas de la Unión Europea sobre fusiones transfronterizas. O sea, los mismo que ocurre en Francia, España e Italia. Con un agregado: Varsovia no quiere adherir a la moneda común.
En realidad, la fusión clave fue entre el italiano Unicredito (rebautizado UniCredit) y HypoVereinsbank, meses atrás. Como resultado, la entidad comandada por Alessandro Profumo empezó a incorporar subsidiarias de HVB en Europa central y sudoriental. Así llegó al dúo Pekao-BPH. Si Polonia no logra bloquear la fusión, el resultado será un banco más grande que PKO-BP, todavía bajo control estatal.
Eso ha provocado un enfrentamiento directo entre Profumo y el nuevo primer ministro, Kazimierz Marcinkiewicz, cuyo hermano es presidente. El gobierno invoca un convenio de 1999, por el cual Unicredito se comprometía a no adquirir acciones de otros bancos polacos. A cambio, pudo comprar el entonces estatal Pekao. Entretanto, HVB tomaba BPH.
El choque entre el banquero privado y Varsovia se complica con la intervención de Bruselas, en favor del primero. Algunos observadores relacionan el inminente sumario con la crisis Suez-Gaz de France, una fusión impuesta por decreto entre una empresa privada y una estatal. Pero, a diferencia de Jacques Chirac, los Marcinkiewicz llegaron al poder con una plataforma nacionalista, netamente antieuro.
En los próximos días, puede arder Troya. Para el miércoles 8 se aguarda un pronunciamiento de la comisión supervisora bancaria (KNB), que los expertos descuentan favorable a la fusión Pekao-BPH. De ahí que, el sábado 4, Hacienda haya pedido a la KNB bloquear esa misma transacciòn mediante una medida draconiana: congelar la participación de UniCredit en el paquete BPH. La comisión quedará, pues, entre la espada y la pared, precisamente lo que McCreevy y Kroes buscan evitar.
Charles McCreevy, el irlandés que ocupa el comisariado de Finanzas, y su colega de Competencia, la holandesa Neelie Kroes, abren esta semana un sumario contra el gobierno polaco. Cargo básico: transgresiones a las normas de la Unión Europea sobre fusiones transfronterizas. O sea, los mismo que ocurre en Francia, España e Italia. Con un agregado: Varsovia no quiere adherir a la moneda común.
En realidad, la fusión clave fue entre el italiano Unicredito (rebautizado UniCredit) y HypoVereinsbank, meses atrás. Como resultado, la entidad comandada por Alessandro Profumo empezó a incorporar subsidiarias de HVB en Europa central y sudoriental. Así llegó al dúo Pekao-BPH. Si Polonia no logra bloquear la fusión, el resultado será un banco más grande que PKO-BP, todavía bajo control estatal.
Eso ha provocado un enfrentamiento directo entre Profumo y el nuevo primer ministro, Kazimierz Marcinkiewicz, cuyo hermano es presidente. El gobierno invoca un convenio de 1999, por el cual Unicredito se comprometía a no adquirir acciones de otros bancos polacos. A cambio, pudo comprar el entonces estatal Pekao. Entretanto, HVB tomaba BPH.
El choque entre el banquero privado y Varsovia se complica con la intervención de Bruselas, en favor del primero. Algunos observadores relacionan el inminente sumario con la crisis Suez-Gaz de France, una fusión impuesta por decreto entre una empresa privada y una estatal. Pero, a diferencia de Jacques Chirac, los Marcinkiewicz llegaron al poder con una plataforma nacionalista, netamente antieuro.
En los próximos días, puede arder Troya. Para el miércoles 8 se aguarda un pronunciamiento de la comisión supervisora bancaria (KNB), que los expertos descuentan favorable a la fusión Pekao-BPH. De ahí que, el sábado 4, Hacienda haya pedido a la KNB bloquear esa misma transacciòn mediante una medida draconiana: congelar la participación de UniCredit en el paquete BPH. La comisión quedará, pues, entre la espada y la pared, precisamente lo que McCreevy y Kroes buscan evitar.