El servicio permite a los suscriptores modificar sus propios routers para que los usuarios de tecnología inalámbrica puedan conectarse a Internet en muchos lugares físicos. Hoy las posibilidades de acceso a disposición son muy limitadas.
Varsavsky dice que la compañía obtendría sus ingresos de un modelo de suscripción con varios estadios, que permitiría a los usuarios vender el servicio o compartirlo gratuitamente con otros miembros. La red ya está funcionando en Europa y Varsavsky ha dicho que proyecta expandirla a Estados Unidos y otros países durante este año.
Varsavsky, fundador y ex presidente de Jazztel y de Ya.com, declaró que allá por el mes de octubre planteó su idea de una red Wi-Fi en su blog y que recibió comentarios muy entusiastas de sus lectores.
Fon, que comenzó a operar en noviembre, es una red global Wi-Fi que todavía está en período de pruebas. Funciona con un software que hay que instalar en determinados modelos de router wifi, con lo que se crea una red cerrada de acceso a Internet donde el que comparte su ADSL también puede conectarse a través del de los demás nodos o revender su conexión.
El problema con proyectos de este tipo es que muchos provedores de acceso a Internet prohíben la reutilización de las conexiones de red. La ley y algunas cláusulas de los contratos de suministro del ADSL no lo ponen tan fácil y Fon, aunque negocia con varios proveedores en España, aún no ha conseguido el apoyo de ninguno de ellos.
Según el el artículo 286 del código penal, “será castigado con las penas de prisión de seis meses a dos años y multa de seis a 24 meses el que, sin consentimiento del prestador de servicios y con fines comerciales, facilite el acceso inteligible a un servicio de radiodifusión sonora o televisiva, a servicios interactivos prestados a distancia por vía electrónica, o suministre el acceso condicional a los mismos”.
Además, muchos de los proveedores de acceso a Internet estipulan de forma específica en sus contratos de cable y ADSL que sus clientes no pueden compartir su conexión ni mucho menos revenderla. Según asegura Martín Varsavsky en su blog, “no queremos que ningún fonero viole ningún contrato con su proveedor”. ¿Cómo solucionarlo? “Si no te deja (tu proveedor), pues pásate a Jazztel”, decía en su blog el 8 de noviembre.
Desde Jazztel se distancian del proyecto. No hay ni siquiera negociaciones, sólo les estamos escuchando”, dice Jesús Carrillo, director de comunicación de la compañía. Jazztel es un operador de telefonía que Martín Varsavsky conoce muy bien: él fue su fundador y presidente hasta hace tres años.
Fon no sólo está hablando con Jazztel. Sus responsables también han mantenido contactos con ya.com, otra empresa fundada por Varsavsky. Según Informativos Telecinco.com, una publicación electrónica española, el futuro del proyecto parece poco claro hasta que algún ISP (empresa proveedora de acceso a Internet) dé su respaldo o hasta que los usuarios de Fon estén en condiciones de amenazar a su proveedor de Internet con cambiarse de compañía si les prohíben compartir o revender su conexión.
Los voluntarios que se sumen a Fon sin el permiso de sus proveedores, se arriesgan a que les corten la conexión por incumplimiento de contrato. Y podrían tardar en recuperarlo, pues el cambio de un proveedor a otro puede durar varias semanas.
Desde Fon, para contentar a todas las partes y evitar el conflicto, estudian la posibilidad de ofrecer un pequeño porcentaje de los ingresos de su red a los proveedores de ADSL. Afirman que ya han solicitado a la Comisión del Mercado de las Telecomunicaciones (CMT) una licencia de tipo B como operador. Y, de momento, han empezado a funcionar sólo con usuarios “linus” sin ánimo de lucro: sin dinero de por medio hasta que la situación legal esté más clara o existan acuerdos con los ISP.
Cómo funciona la red Fon
Fon se basa en tres tipos de usuarios: los “linus”, los “bills” y los “aliens”. Los primeros, inspirados en el nombre del creador del sistema operativo Linux, Linus Torvalds, comparten su conexión a cambio de poder usar gratis el resto de los puntos de acceso de la red. Mientras tanto, los “bills” venderán su conexión a través de Fon y deberán pagar por conectarse con otros nodos.
Los terceros, los “aliens” podrán conectarse a todos los puntos de acceso de la red Fon, tanto los de los “linus” como los de los “bills”, si pagan por ella. Las tarifas para este tipo de usuarios serán de 5 euros por conexión de 24 horas y 40 euros por mes.
Tanto para ser “linus” como para ser “bill”, antes hay que comprar un modelo de router wifi determinado que cuesta alrededor de 70 euros y que tiene que pagar el usuario. Los pagos de los “bills” se repartirán al cincuenta por ciento entre la empresa y el propietario del nodo. Los ingresos de los “aliens” que se conecten desde nodos “linus” serán íntegros para la empresa Fon, aunque Varsavsky promete que ese dinero se reinvertirá en crear más puntos de acceso.
Lynn Fox, vocera de Google, dijo que su compañía es inversora en el proyecto pero no socia. “Esperamos hasta ver cómo desarrolla. Somos optimistas y creemos que la tecnología será buena para usuaios, para proveddores ISP y para empresas de Internet”.
El servicio permite a los suscriptores modificar sus propios routers para que los usuarios de tecnología inalámbrica puedan conectarse a Internet en muchos lugares físicos. Hoy las posibilidades de acceso a disposición son muy limitadas.
Varsavsky dice que la compañía obtendría sus ingresos de un modelo de suscripción con varios estadios, que permitiría a los usuarios vender el servicio o compartirlo gratuitamente con otros miembros. La red ya está funcionando en Europa y Varsavsky ha dicho que proyecta expandirla a Estados Unidos y otros países durante este año.
Varsavsky, fundador y ex presidente de Jazztel y de Ya.com, declaró que allá por el mes de octubre planteó su idea de una red Wi-Fi en su blog y que recibió comentarios muy entusiastas de sus lectores.
Fon, que comenzó a operar en noviembre, es una red global Wi-Fi que todavía está en período de pruebas. Funciona con un software que hay que instalar en determinados modelos de router wifi, con lo que se crea una red cerrada de acceso a Internet donde el que comparte su ADSL también puede conectarse a través del de los demás nodos o revender su conexión.
El problema con proyectos de este tipo es que muchos provedores de acceso a Internet prohíben la reutilización de las conexiones de red. La ley y algunas cláusulas de los contratos de suministro del ADSL no lo ponen tan fácil y Fon, aunque negocia con varios proveedores en España, aún no ha conseguido el apoyo de ninguno de ellos.
Según el el artículo 286 del código penal, “será castigado con las penas de prisión de seis meses a dos años y multa de seis a 24 meses el que, sin consentimiento del prestador de servicios y con fines comerciales, facilite el acceso inteligible a un servicio de radiodifusión sonora o televisiva, a servicios interactivos prestados a distancia por vía electrónica, o suministre el acceso condicional a los mismos”.
Además, muchos de los proveedores de acceso a Internet estipulan de forma específica en sus contratos de cable y ADSL que sus clientes no pueden compartir su conexión ni mucho menos revenderla. Según asegura Martín Varsavsky en su blog, “no queremos que ningún fonero viole ningún contrato con su proveedor”. ¿Cómo solucionarlo? “Si no te deja (tu proveedor), pues pásate a Jazztel”, decía en su blog el 8 de noviembre.
Desde Jazztel se distancian del proyecto. No hay ni siquiera negociaciones, sólo les estamos escuchando”, dice Jesús Carrillo, director de comunicación de la compañía. Jazztel es un operador de telefonía que Martín Varsavsky conoce muy bien: él fue su fundador y presidente hasta hace tres años.
Fon no sólo está hablando con Jazztel. Sus responsables también han mantenido contactos con ya.com, otra empresa fundada por Varsavsky. Según Informativos Telecinco.com, una publicación electrónica española, el futuro del proyecto parece poco claro hasta que algún ISP (empresa proveedora de acceso a Internet) dé su respaldo o hasta que los usuarios de Fon estén en condiciones de amenazar a su proveedor de Internet con cambiarse de compañía si les prohíben compartir o revender su conexión.
Los voluntarios que se sumen a Fon sin el permiso de sus proveedores, se arriesgan a que les corten la conexión por incumplimiento de contrato. Y podrían tardar en recuperarlo, pues el cambio de un proveedor a otro puede durar varias semanas.
Desde Fon, para contentar a todas las partes y evitar el conflicto, estudian la posibilidad de ofrecer un pequeño porcentaje de los ingresos de su red a los proveedores de ADSL. Afirman que ya han solicitado a la Comisión del Mercado de las Telecomunicaciones (CMT) una licencia de tipo B como operador. Y, de momento, han empezado a funcionar sólo con usuarios “linus” sin ánimo de lucro: sin dinero de por medio hasta que la situación legal esté más clara o existan acuerdos con los ISP.
Cómo funciona la red Fon
Fon se basa en tres tipos de usuarios: los “linus”, los “bills” y los “aliens”. Los primeros, inspirados en el nombre del creador del sistema operativo Linux, Linus Torvalds, comparten su conexión a cambio de poder usar gratis el resto de los puntos de acceso de la red. Mientras tanto, los “bills” venderán su conexión a través de Fon y deberán pagar por conectarse con otros nodos.
Los terceros, los “aliens” podrán conectarse a todos los puntos de acceso de la red Fon, tanto los de los “linus” como los de los “bills”, si pagan por ella. Las tarifas para este tipo de usuarios serán de 5 euros por conexión de 24 horas y 40 euros por mes.
Tanto para ser “linus” como para ser “bill”, antes hay que comprar un modelo de router wifi determinado que cuesta alrededor de 70 euros y que tiene que pagar el usuario. Los pagos de los “bills” se repartirán al cincuenta por ciento entre la empresa y el propietario del nodo. Los ingresos de los “aliens” que se conecten desde nodos “linus” serán íntegros para la empresa Fon, aunque Varsavsky promete que ese dinero se reinvertirá en crear más puntos de acceso.
Lynn Fox, vocera de Google, dijo que su compañía es inversora en el proyecto pero no socia. “Esperamos hasta ver cómo desarrolla. Somos optimistas y creemos que la tecnología será buena para usuaios, para proveddores ISP y para empresas de Internet”.