Por supuesto, la larga serie de ajustes contables y laborales empieza a mejorar el perfil del grupo Fiat SpA. Especialmente, en lo tocante a innovación tecnológica. De ahí, el efecto bursátil del “Fito” a hidrógeno.
Se trata de una máquina que funciona con un tipo de energía más “limpio”, en lo ambiental, y no será el único prototipo. El lanzamiento en EE.UU. coincide con la luz verde de la Comisión Europea para cofinanciar el desarrollo del vehículo.
La presentación norteamericana se explica porque, ayer mismo en Sacramento (California), se firmaba un acuerdo de cooperación científica entre EE.UU. e Italia, basado en las normas ecosistémicas de Kyoto (a las cuales, irónicamente, Washington aún no adhiere). En cuanto al prototipo, es más avanzado que el “borrador” de 2001 y recién se verá en Turín el mes próximo. Es un cuatro plazas con 130 km/h de velocidad máxima y hasta 210/220 kilómetros de autonomía. Esta limitación y los costos (todavía muy altos) impedirán por bastante tiempo la producción en serie.
Por supuesto, la larga serie de ajustes contables y laborales empieza a mejorar el perfil del grupo Fiat SpA. Especialmente, en lo tocante a innovación tecnológica. De ahí, el efecto bursátil del “Fito” a hidrógeno.
Se trata de una máquina que funciona con un tipo de energía más “limpio”, en lo ambiental, y no será el único prototipo. El lanzamiento en EE.UU. coincide con la luz verde de la Comisión Europea para cofinanciar el desarrollo del vehículo.
La presentación norteamericana se explica porque, ayer mismo en Sacramento (California), se firmaba un acuerdo de cooperación científica entre EE.UU. e Italia, basado en las normas ecosistémicas de Kyoto (a las cuales, irónicamente, Washington aún no adhiere). En cuanto al prototipo, es más avanzado que el “borrador” de 2001 y recién se verá en Turín el mes próximo. Es un cuatro plazas con 130 km/h de velocidad máxima y hasta 210/220 kilómetros de autonomía. Esta limitación y los costos (todavía muy altos) impedirán por bastante tiempo la producción en serie.