En un mensaje ante accionistas, inversores y ejecutivos de Wall Street, el
experto señaló que, a su criterio, “urge volver a elevar
gastos de capital en equipos, algo imprescindible para que se recobre la industria.
Los proveedores de servicios deben reactivar sus compras a empresas cuyas áreas
de investigación y desarrollo representan nuestra máxima ventaja
competitiva en el mundo”.
La dramática exhortación de Powell responde a una realidad: la
comisión federal de comunicaciones se ve ante un mercado -local e internacional-
cuya contracción ha dejado en la lona a grandes “telcos”. Esto
perjudica a los fabricantes de equipos. Particularmente, en la vanguardia tecnológica,
donde muchos planes de III generación inalámbrica han ido a la
congeladora.
Lucent y Nortel han emitido señales negativas y sus acciones
se cotizan hoy a menos de un dólar cada una, lo cual las expone a ser
eliminadas de los paneles bursátiles. Pero Powell incurre en una contradicción
pues, hace poco, decía que “sólo el mercado puede determinar
qué compañías sobreviven y cuáles no”.
Interrogado al respecto, buscó una salida elegante: “Saldrán
adelante las empresas mejor organizadas y manejadas, siempre y cuando retomen
prácticas financieras y contables adecuadas”. No obstante, su mensaje
fue inmediatamente aclarado por la propia FCC: “El presidente no ha pedido
protección ni salvatajes públicos para la actividad ni, específicamente,
para Nortel, Lucent y Cisco. Simplemente, las citó
como ejemplos”.
En un mensaje ante accionistas, inversores y ejecutivos de Wall Street, el
experto señaló que, a su criterio, “urge volver a elevar
gastos de capital en equipos, algo imprescindible para que se recobre la industria.
Los proveedores de servicios deben reactivar sus compras a empresas cuyas áreas
de investigación y desarrollo representan nuestra máxima ventaja
competitiva en el mundo”.
La dramática exhortación de Powell responde a una realidad: la
comisión federal de comunicaciones se ve ante un mercado -local e internacional-
cuya contracción ha dejado en la lona a grandes “telcos”. Esto
perjudica a los fabricantes de equipos. Particularmente, en la vanguardia tecnológica,
donde muchos planes de III generación inalámbrica han ido a la
congeladora.
Lucent y Nortel han emitido señales negativas y sus acciones
se cotizan hoy a menos de un dólar cada una, lo cual las expone a ser
eliminadas de los paneles bursátiles. Pero Powell incurre en una contradicción
pues, hace poco, decía que “sólo el mercado puede determinar
qué compañías sobreviven y cuáles no”.
Interrogado al respecto, buscó una salida elegante: “Saldrán
adelante las empresas mejor organizadas y manejadas, siempre y cuando retomen
prácticas financieras y contables adecuadas”. No obstante, su mensaje
fue inmediatamente aclarado por la propia FCC: “El presidente no ha pedido
protección ni salvatajes públicos para la actividad ni, específicamente,
para Nortel, Lucent y Cisco. Simplemente, las citó
como ejemplos”.