Evitar la contaminación por desechos tecnológicos 

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El refurbished como alternativa ecológica y sustentable. El avance tecnológico y la oferta constante del mercado impulsan a la compra de dispositivos con nuevas funciones y diseños. La obsolescencia tecnológica se ve representada especialmente en los equipos de informática.

Por Alberto Esswein (*)

 

En ellos, la necesidad de recambio surge por nuevos modelos, versiones de software con sistemas operativos mejorados y aplicaciones novedosas.

Así, la vida de los dispositivos tecnológicos se reduce notablemente a medida que pasa el tiempo y hace que nuestros aparatos electrónicos que estaban en uso queden obsoletos muy rápidamente, aunque su hardware siga funcionando. Y todo esto impulsa a desecharlos sin tener en cuenta a dónde van a parar esos equipos y el daño que causamos al medio ambiente.

Según un informe de McKinsey & Company, las Tecnologías de la Información y las Comunicaciones (TIC´s) son responsables de un 3% de las emisiones de dióxido de carbono mundiales.

La pandemia del Covid-19 también ha acelerado el consumo y recambio de aparatos electrónicos, principalmente de PC, monitores, y portátiles. La digitalización se estableció especialmente, en el teletrabajo y la educación virtual, principales segmentos adaptados para mantener su continuidad.

En términos de contaminación tecnológica no solo el uso de productos o la utilización de servicios tecnológicos tienen algún tipo de impacto sobre el medio ambiente. La disposición final al término de su vida útil también conlleva riesgos que se debe tener en cuenta.

El principal problema con los Activos IT en desuso está en que se desechan junto a la basura y la contaminación que puede producir al acumularse, dado que los Residuos de Aparatos Eléctricos y Electrónicos (RAEE´s) contienen sustancias químicas que contaminan el medio ambiente y al mezclarse con el resto de la basura, desprenden metales tóxicos, como el plomo, mercurio, cadmio y cromo,  que se utilizan en su fabricación y son perjudiciales para la salud.

La correcta gestión de los residuos electrónicos implica entregarlos en un punto limpio o de recepción segura, de manera que los componentes reciban un tratamiento adecuado. Por el contrario, si terminan en un basural a cielo abierto o son quemados en incineradores contaminan el suelo, el agua y el aire, ocasionando un grave impacto en el medio ambiente y poniendo en riesgo la salud de las personas, los animales y las plantas.

Sin embargo, los equipos que tienen valor comercial son destinados al proceso de acondicionado y aquellas partes que no, se reciclan y se destruyen, de acuerdo a normas ambientales, en una Planta de Reciclaje Oficial que emite el certificado correspondiente. De esta manera se cierra perfectamente el proceso inverso del ciclo de vida de los Activos IT.

Este proceso, denominado Disposición de Activos de Tecnología de la Información (ITAD por sus siglas en inglés) está concebido para solucionar la problemática del fin de ciclo de vida de los activos de una organización.

Atendiendo a esta cuestión, necesitamos concientizar a la población que los residuos electrónicos no son basura y que la alternativa más indicada para recuperar los aparatos eléctricos y electrónicos de una manera económica, técnica y ambientalmente más eficiente que el reciclaje es la reutilización. Su implementación debe realizarse de manera acorde y sustentable, con procesos seguros, certificados y auditables.

De este modo, las empresas consiguen ahorrar costos a la vez que recuperan el valor de los equipos en desuso.

Como resultado, los productos refurbished (o “reacondicionados”) son aquellos artículos que se destinan a la re-comercialización tras haber sido revisados, reparados y re-embalados y representan una excelente alternativa para aquellos consumidores que deseen adquirir productos tecnológicos de reconocida calidad pero que disponen de bajo presupuesto.

(*) Presidente de PC Discount

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