Según la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), se estima que para 2030, 1.1 billón de empleos podrían verse totalmente transformados por la Realidad Virtual (RV), la Inteligencia Artificial (IA) y el Metaverso. Sin embargo, el desafío actual radica en la falta de preparación de la fuerza laboral, ya que este tipo de tecnologías se está desarrollando más rápido de lo que las personas alcanzan a capacitarse.
“Estamos adentrándonos en una nueva era en la que el trabajo y las habilidades requeridas para el desarrollo profesional, comienzan a verse modificadas por las tecnologías inmersivas”, sostiene Marcelo Roitman, Managing Director de Experis. “Debe existir una voluntad tanto por parte de los colaboradores como de los empleadores de continuar con el aprendizaje y la incorporación de nuevas herramientas y conocimientos conforme a estas nuevas tendencias del mercado”.
De acuerdo a un estudio reciente realizado por Experis, la marca en identificación y gestión de Talento Tecnológico de ManpowerGroup, el 63% de los trabajadores no tiene experiencia en el uso profesional del Metaverso, pero el 27% aseguró que es muy probable que se capacite en esta u otras tecnologías, mientras que tan solo el 10% lo cree improbable. Bajo este contexto, la compañía analiza cómo pueden hacer las organizaciones para incorporarlas y, así, mejorar los procesos de aprendizaje de su personal.
En primer lugar, la Realidad Virtual permite crear experiencias inmersivas e interactivas en un entorno seguro para practicar escenarios de la vida real como situaciones de emergencia, dinámicas de equipo, o entornos de gran tensión, que de otro modo no podrían llevarse a cabo o pueden ser caros e incómodos para los candidatos.
Por otro lado, el uso de estas tecnologías ha demostrado mejores resultados que los métodos tradicionales de aprendizaje, tanto del e-learning como de la presencialidad. Tal es así que, los alumnos que realizaron un curso con RV, lo terminaron cuatro veces más rápido que los que lo hicieron en el aula y tenían un 35% más de probabilidades de actuar sobre lo que habían aprendido.
A su vez, la utilización de estas herramientas incrementa la capacidad de retención de la información a largo plazo, y el compromiso y disposición para realizar capacitaciones en el próximo tiempo. De hecho, el 55% de los candidatos sostiene que aceptaría oportunidades de formación si se impartieran en el metaverso y el 46% se sentiría muy cómodo recibiéndola en Realidad Virtual[1].
“Aquellas organizaciones que quieran mantenerse competitivas deben comprender la necesidad de incorporar la Realidad Virtual, el Metaverso y la Inteligencia Artificial a los procesos de capacitación profesional de sus colaboradores para crear una mano de obra altamente calificada a gran velocidad y escala, lo que será un factor diferenciador esencial para el éxito en un mercado laboral caracterizado por el cambio y la evolución constantes”, concluye Roitman.