Empresas británicas controlan e-mail
Un nueva reglamentación que estará vigente a partir de octubre, permitirá que las empresas vigilen el uso del correo electrónico y de llamadas telefónicas de sus empleados, para verificar la eficiencia laboral.
(EFE).- De acuerdo con una nueva disposición del gobierno británico, los empresarios y directivos tendrán libertad para controlar los correos electrónicos y las llamadas telefónicas de sus empleados, con el objetivo de vigilar el rendimiento laboral.
Según informó ayer (miércoles 4) el diario Financial Times, a partir del próximo 24 de octubre las empresas tendrán permiso para acceder en forma rutinaria a los correos y a las llamadas telefónicas de sus trabajadores, y comprobar que se refieren a cuestiones de trabajo.
Patricia Hewitt, secretaria de estado británica de Internet y de pequeñas empresas, precisó que sin embargo, las empresas tendrán limitaciones legales como la de no poder interceptar llamadas personales con razones injustificadas.
Hewitt puntualizó que es complejo equilibrar las necesidades de las empresas con los derechos de cada individuo.
Por su parte, los sindicatos de trabajadores han expresado su desacuerdo, y alertaron que la nueva regulación dará excesiva libertad a los directivos para inmiscuirse en los asuntos privados de los trabajadores.
(EFE).- De acuerdo con una nueva disposición del gobierno británico, los empresarios y directivos tendrán libertad para controlar los correos electrónicos y las llamadas telefónicas de sus empleados, con el objetivo de vigilar el rendimiento laboral.
Según informó ayer (miércoles 4) el diario Financial Times, a partir del próximo 24 de octubre las empresas tendrán permiso para acceder en forma rutinaria a los correos y a las llamadas telefónicas de sus trabajadores, y comprobar que se refieren a cuestiones de trabajo.
Patricia Hewitt, secretaria de estado británica de Internet y de pequeñas empresas, precisó que sin embargo, las empresas tendrán limitaciones legales como la de no poder interceptar llamadas personales con razones injustificadas.
Hewitt puntualizó que es complejo equilibrar las necesidades de las empresas con los derechos de cada individuo.
Por su parte, los sindicatos de trabajadores han expresado su desacuerdo, y alertaron que la nueva regulación dará excesiva libertad a los directivos para inmiscuirse en los asuntos privados de los trabajadores.
