jueves, 26 de diciembre de 2024

El reemplazo de los electrónicos

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Cuando se tiene un televisor con pantalla grande y sonido estereofónico no resulta fácil decidir cambiarlo. Pero, por otro lado, tienta mucho ver en las vidrieras los “home theatres” que dejan chiquito aquello que un día fue grande.

En este sentido las decisiones nunca son fáciles. Está la posibilidad de comprar un producto en oferta, pero con tecnología del año pasado, o elegir lo más avanzado hasta el momento aunque se sabe que eso significa pagar más. La tercera opción, es esperar un poco hasta que aparezca la próxima generación.

Muchos optan por no hacer nada. Se quedan con su televisor tradicional análogo de definición estándar y disfrutan en esa pantalla ni muy chica ni muy grande de sus películas en DVD.

En realidad, la pantalla mediana, como la tradicional del tubo catódico de televisión, puede ser la mejor opción para los usuarios esporádicos, porque tiende a disimular la estática de las transmisiones análogas. El tubo catódico maneja mejor los ruidos, mientras que la televisión digital los amplifica, explica Al Griffin, de la revista Sound & Vision.

Pero los aparatos digitales tientan, y también lo hacen las nuevas generaciones de equipos de audio y teléfonos celulares y tantas otras cosas. ¿Qué deben hacer los consumidores?

Para Griffin, el problema con la televisión digital es la transmisión análoga, no los televisores. Por eso él recomienda un “upgrade” para convertir los modelos actuales a la tecnología digital de alta definición. Los nuevos modelos HDTV (televisión de alta definición) tienen recepción digital, conocida como DVI o HDMI, que se van a necesitar en el futuro para ver más programas. Los nuevos aparatos tienen además mejores sintonizadores digitales para recibir señales digitales con antena.

En televisores, las apuestas más seguras parecen ser el tubo de rayos catódicos de alta definición y las pantallas de plasma. Los tubos catódicos no van a mejorar mucho más la imagen, que ya se considera de excelente calidad. En los próximos meses llegan televisores con pantallas como las actuales pero dos tercios menos profundos. Luego vendrán más delgados y más baratos (de tubo catódico). Los de plasma no van a cambiar por ahora en cuanto a calidad, pero los precios pueden bajar a partir del año que viene.

En cuanto a la retro-proyección en televisores y paneles de cristal líquido (LCD), van a aparecer en los próximos meses nuevos modelos con mejor forma y mayor definición. Casi toda la televisión actual de alta definición (HDTV) tiene una resolución de filas de 720 píxeles de arriba a abajo y columnas de hasta 1.280 píxeles de un costado a otro. Pero los nuevos televisores darán mucho más detalle.

En comparación con los rápidos cambios en televisión, los equipos de audio hogareños parecen estar más tranquilos. Hasta los fanáticos de la música podrían preferir mantener el viejo estéreo. Y eso no es porque la tecnología no haya progresado, sino porque lo que no progresó es mucha de la música grabada. En parte debido a falta de interés de los consumidores, las grabadoras no están sacando mucho contenido en formatos de alta definición. Sólo unos 4.200 títulos existen en formatos SACD (super audio compact disc) and DVD-A (Digital Versatile Disc-Audio).

Para mucha gente, sin embargo, los cambios en la tecnología de video son una razón importante para argumentar en favor de actualizar los equipos de audio. La mayoría de las películas en DVD vienen con sonido “surround-sound” y eso requiere reproductores de sonido de última generación.

A diferencia de televisores y estéreos, que fácilmente pueden durar una década, los teléfonos celulares se reemplazan cada dos años, dos años y medio aproximadamente. Esa renovación es simplemente resultado del desgaste por el uso. El teléfono se guarda en el bolsillo junto con las llaves y la pantalla se raya, por ejemplo. Para la gente que los usa nada más que como teléfono, sin embargo, los aparatos son tan buenos hoy como van a ser mañana. La gente que los actualizó hace poco no tendrá que hacerlo por un tiempo.

En este sentido las decisiones nunca son fáciles. Está la posibilidad de comprar un producto en oferta, pero con tecnología del año pasado, o elegir lo más avanzado hasta el momento aunque se sabe que eso significa pagar más. La tercera opción, es esperar un poco hasta que aparezca la próxima generación.

Muchos optan por no hacer nada. Se quedan con su televisor tradicional análogo de definición estándar y disfrutan en esa pantalla ni muy chica ni muy grande de sus películas en DVD.

En realidad, la pantalla mediana, como la tradicional del tubo catódico de televisión, puede ser la mejor opción para los usuarios esporádicos, porque tiende a disimular la estática de las transmisiones análogas. El tubo catódico maneja mejor los ruidos, mientras que la televisión digital los amplifica, explica Al Griffin, de la revista Sound & Vision.

Pero los aparatos digitales tientan, y también lo hacen las nuevas generaciones de equipos de audio y teléfonos celulares y tantas otras cosas. ¿Qué deben hacer los consumidores?

Para Griffin, el problema con la televisión digital es la transmisión análoga, no los televisores. Por eso él recomienda un “upgrade” para convertir los modelos actuales a la tecnología digital de alta definición. Los nuevos modelos HDTV (televisión de alta definición) tienen recepción digital, conocida como DVI o HDMI, que se van a necesitar en el futuro para ver más programas. Los nuevos aparatos tienen además mejores sintonizadores digitales para recibir señales digitales con antena.

En televisores, las apuestas más seguras parecen ser el tubo de rayos catódicos de alta definición y las pantallas de plasma. Los tubos catódicos no van a mejorar mucho más la imagen, que ya se considera de excelente calidad. En los próximos meses llegan televisores con pantallas como las actuales pero dos tercios menos profundos. Luego vendrán más delgados y más baratos (de tubo catódico). Los de plasma no van a cambiar por ahora en cuanto a calidad, pero los precios pueden bajar a partir del año que viene.

En cuanto a la retro-proyección en televisores y paneles de cristal líquido (LCD), van a aparecer en los próximos meses nuevos modelos con mejor forma y mayor definición. Casi toda la televisión actual de alta definición (HDTV) tiene una resolución de filas de 720 píxeles de arriba a abajo y columnas de hasta 1.280 píxeles de un costado a otro. Pero los nuevos televisores darán mucho más detalle.

En comparación con los rápidos cambios en televisión, los equipos de audio hogareños parecen estar más tranquilos. Hasta los fanáticos de la música podrían preferir mantener el viejo estéreo. Y eso no es porque la tecnología no haya progresado, sino porque lo que no progresó es mucha de la música grabada. En parte debido a falta de interés de los consumidores, las grabadoras no están sacando mucho contenido en formatos de alta definición. Sólo unos 4.200 títulos existen en formatos SACD (super audio compact disc) and DVD-A (Digital Versatile Disc-Audio).

Para mucha gente, sin embargo, los cambios en la tecnología de video son una razón importante para argumentar en favor de actualizar los equipos de audio. La mayoría de las películas en DVD vienen con sonido “surround-sound” y eso requiere reproductores de sonido de última generación.

A diferencia de televisores y estéreos, que fácilmente pueden durar una década, los teléfonos celulares se reemplazan cada dos años, dos años y medio aproximadamente. Esa renovación es simplemente resultado del desgaste por el uso. El teléfono se guarda en el bolsillo junto con las llaves y la pantalla se raya, por ejemplo. Para la gente que los usa nada más que como teléfono, sin embargo, los aparatos son tan buenos hoy como van a ser mañana. La gente que los actualizó hace poco no tendrá que hacerlo por un tiempo.

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