Pero esto no tiene que ser algo llamativo, después de todo, vivimos en un mundo impulsado por la tecnología y en consecuencia por los datos que fluyen a través de ella. Lo que sí puede resultar llamativo es la aparente falta de atención que han recibido los datos por parte de ciertas organizaciones en los últimos años.
“Por mucho tiempo se creyó que todo se trataba de los sistemas informáticos, pero en el fondo estos no son nada sin los datos. La relevancia intrínseca del dato está dada porque en general no podemos tomar decisiones si no contamos con información, pero no tendremos buena información si no contamos con buenos datos.
Es un concepto en sí muy simple que pone en evidencia que todo inicia en el “dato”, nuestra materia prima para generar información de valor.
Aun así, muchas organizaciones en la actualidad no cuentan con una Gerencia de manejo de datos y/o un líder que establezca un marco de referencia para su adecuada gestión. (CDO: Chief Data Officer)” según explica Pablo Anselmo, socio PwC LAN Región CIO & CDO.
Estrategia para gestionar datos
Nunca se volvió tan relevante para las organizaciones la necesidad de contar con una
estrategia para gestionar de manera adecuada sus datos ya que su falta lleva a que eventualmente se comentan errores involuntarios con un impacto negativo para los negocios. Algunos de los errores más comunes:
- Se pierde dinero porque los procesos de negocio no funcionan como se esperaban.
- Se pierde competitividad porque la información no resulta fiable.
- Se asumen riesgos legales por no entender la sensibilidad del dato en nuestro poder.
- Se reinvierte en nuevos sistemas, pero con los mismos datos que tenían problemas.
- Se piensa en resolver todo, menos los datos, profundizando así el problema.
Contar con una estrategia adecuada permitirá evaluar los datos como algo mucho más abarcativo que lo estrictamente tecnológico y la misma debería considerar que:
Los datos pueden originarse en múltiples lugares o fuentes.
- Deben almacenarse en repositorios únicos para no duplicarlos.
- Requieren ser estructurados para manipularlos y deben ser actualizados para que conserven su valor.
- Se consumen a medida que pasan por los distintos sistemas informáticos de la organización.
- Pueden ser sometidos a un proceso de agregación (“Data aggregation”) y/o anonimización / pseudo anonimización (“Data anonymization / pseudonymization”) para una mejor manipulación, procesamiento, valor y cumplimiento con regulaciones locales.
Nos encontramos en un mundo digital donde los datos fluyen y podrían terminar en manos de terceros que no necesariamente fueron los destinatarios iniciales del mismo. En consecuencia, la preocupación de las personas y los gobiernos sobre el manejo que hacen dichos terceros sobre determinados datos, en particular los personales, se ha vuelto de interés global. De hecho, según el Chief Digital Officer Study (1) de PwC del 2019, el 21% de las empresas analizadas ha designado un CDO (o equivalente), lo que supone un ligero aumento en comparación con el 19% del 2016. Particularmente, el 39% de las empresas con sede en Europa, el 23% de las empresas de América del Norte y el 10% de las empresas de Asia-Pacífico, han designado un CDO.
¿Qué debería entonces incluir una buena estrategia de gestión de datos?
Al respecto, Anselmo comenta que “lo primero a considerar es que la mejor estrategia fallará si pensamos que esto sólo se limita a un problema de datos y sistemas. La gestión adecuada es un problema de toda la organización, por consecuencia debemos comenzar conversando del tema con la alta gerencia para luego continuar educando al resto de la compañía sobre el rol que cada uno tendrá en dicha estrategia. El acompañamiento y apoyo de la alta gerencia es clave a lo largo del proceso, no sólo para empoderar la función del CDO sino también para involucrar a las personas claves en el desarrollo y cumplimiento de esta iniciativa.”
El experto asegura que el CDO deberá desarrollar una estrategia que considere al menos los siguientes aspectos:
- Oficina de Datos: se le debe dar entidad a la gestión de los datos y la debida atención; por lo que resulta fundamental contar con una “Dirección de Datos” liderada por el CDO y enfocada al desarrollo y ejecución de la estrategia.
- Desarrollo de una política para la gestión adecuada: será el marco de referencia para la gestión de los datos.
- Arquitectura: utilizar modelos basados en MDM (Master Data Management) que garanticen la “no duplicidad” de datos y repositorios (los sistemas consumen de repositorios comunes).
- Administración: se deben identificar a los distintos responsables de los datos y establecer cuál es el rol y responsabilidad que tienen sobre los mismos.
- Calidad: debe establecerse un proceso de calidad de datos, ejecutarse, medirse, reportarse y ajustarse en función de su nivel de efectividad. Deben existir indicadores de calidad sobre los cuales medirse regularmente.
- Seguridad: la adecuada clasificación de los datos y el entendimiento de su sensibilidad permiten establecer una mejor estructura de control sobre los mismos.
- Aspectos regulatorios: el contexto regulatorio es cada vez más importante en relación con determinados tipos de datos. Se debe entender con qué tipo de datos se cuenta y la responsabilidad legal que se tiene sobre los mismos, así como los derechos de los dueños originales.
“Sin lugar a duda estamos en la era de los datos y el éxito de nuestra transformación digital dependerá de nuestra habilidad para gestionarlos.” concluye Pablo Anselmo.