<p>Los sajones hablan de tecnología “state of the art” para referirse a la tecnología de punta, o sea a la última generación de productos o servicios de IT. Para los departamentos de informática de las empresas, que son los que deciden compras de software y hardware para afianzar el negocio, siempre es una tentación comprar “lo último” disponible. Pero eso no siempre termina siendo lo mejor.</p>
<p>Pensando que no hay que perder el tren de la tecnología, que es necesario adaptarse rápido a los cambios, muchas empresas caen en la trampa de comprar lo último que salió, sea un producto o un servicio. Las últimas versiones de lo que sea suelen tener errores, razón por la cual muchas veces comprar lo último apenas sale al mercado significa comprarse un dolor de cabeza. Es perfectamente posible leer libros en un iPhone, pero no es lo ideal: usando la tecnología desarrollada en Apple después se crearon e-books que hacen la misma tarea y dan una experiencia muy superior.</p>
<p>Un problema grave de adquirir lo último sin pensar en las consecuencias es la seguridad. Llevar una tableta al trabajo es mucho más cómodo que llevar un pesado portafolio pero… la batería se puede acabar y nos quedamos sin archivos. Además, conectarse a redes wi-fi presenta problemas que vulneran la seguridad de las empresas. El espionaje corporativo, el contagio de Spyware y algunos virus muy peligrosos son algunos de los riesgos. Perder un iPad sin contraseña en el transporte público o arriesgar que lo roben es igual de peligroso en términos de confidencialidad de la información.</p>
<p>Pero el peor de los riesgos es el impacto que tiene sobre todo el grupo el ejemplo de ver a sus dirigentes subiéndose invariablemente a las últimas tendencias: una conducta estilo rebaño que hace que compren siempre lo´último que sale en tecnología como si se tratase de un par de zapato. Pretender ser vanguardista y estar “en lo último” no siempre responde a las necesidades reales de una empresa.</p>
<p>Una mejor solución es buscar en el mercado lo que más se necesite y nada más. Hay mucho para investigar y descubrir qué es lo que mejor se adapta a la oficina: nanotecnología, televisión 3D, inteligencia artificial, GPS, seguridad biométrica… las posibilidades son infinitas. No todo servirá y, de lo que se encuentre, solo un porcentaje estará realmente preparado, sin errores, para reemplazar los sistemas actuales. Vale un ejemplo: aunque el asistente personal del iPhone 4S, Siri, tiene grandes posibilidades, todavía no puede reemplazar del todo la eficiencia de tipear la búsqueda en la barra de Google. Es erróneo abandonar métodos sencillos y eficaces por estar a la moda.</p>
<p>¿El enfoque más pragmático? Ir un paso más atrás. “Lo último” no siempre será lo mejor pero una generación detrás hay productos probados y mejorados. Adquirirlos es mucho menos excitante pero mucho más seguro.</p>
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El error de comprar siempre lo último
Tener las mejoras herramientas informáticas no siempre significa comprar lo último del mercado. Muchas empresas caen en esa trampa y terminan adquiriendo software y hardware llenos de errores.