Bertolt Meyer, un académico conocido como “el hombre biónico” inauguró en Londres la primera edición del FutureFest diciendo que no debería permitirse a científicos e ingenieros lanzar al mercado avances tecnológicos sin que haya un debate ético previo.
Meyer tiene desde el año 2009 medio brazo y mano artificial de última generación que vale £40,000. Hablando ante el público reunido allí preguntó si el público debería permitir que las ero un debate público como biónico”; una era en la que los cuerpos de aquellos con acceso y con dinero pueden ser mejorados y aumentados. “Estamos llegando a un punto en que la gente con miembros artificiales podrían tener una ventaja. Si comienzan a atraer a todos, podría desarrollarse un Mercado masivo”, dijo. Los ingenieros en la primera línea de la actividad no siempre están preparados para pensar en el impacto de su trabajo y en los dilemas éticos que iplican, argumentó.
Entrevistado luego por la prensa londinense, Meyer dijo que siente que el mundo de la empresa sería arrogante e ingenuo si continuara suponiendo que los intereses comerciales podrían resolver por sí solos los problemas del mundo. “Esos temas deben decidirlos los legisladores, pero un debate público como éste ayuda a poner a la gente a pensar. Sólo los e cuerpos politicos de alto nivel tendrán la autoridad para aplicar leyes. Tendrán que ver la manera de regular el Mercado”, dijo. Agregó que en algunas partes del mundo la cirugía cosmética ya ha creado una nueva norma para los ricos.
En su documental How to Build a Bionic Man muestra miembros artificiales que pronto estarán a la venta en el mercado, a un costo muy alto, y prototipos de órganos artificiales como pulmones artificiales y riñones de plástico que no son rechazados por el cuerpo humano.