Deutsche Telekom vendería participación en Sprint

La compañía alemana posee, desde 1999, 10% de Sprint, valorada en cerca de 4.000 millones de euros. Según su presidente, DT espera obtener gran número de clientes para sus UMTS.

25 enero, 2001

(EFE).- La operadora alemana Deutsche Telekom quiere desprenderse de su participación en la compañía telefónica estadounidense Sprint, pero se ha negado a comentar detalles sobre las negociaciones respecto a esta operación.

Un portavoz de la firma dijo que la empresa no comenta los pasos concretos para esta desinversión, después de que el periódico Wall Street Journal informara que Deutsche Telekom ha hablado con un banco de inversiones en Estados Unidos para deshacerse de Sprint.

El gigante alemán de telecomunicaciones posee desde 1999 una participación de 10% en Sprint, valorada en unos 4.000 millones de euros, que ya no considera de valor estratégico y que quiere vender, aunque no hay un plazo definido para dar este paso, según las fuentes de Deutsche Telekom.

Esta operadora y Sprint estaban antes asociados en una empresa mixta internacional con Global One, de la que salió la firma alemana por tener un conflicto con el tercer socio, France Telecom.

Los analistas creen que Deutsche Telekom se desprenderá este año de otras participaciones para mejorar su cuenta de resultados.

En otro orden de cosas, la compañía espera obtener un número considerable de clientes en su negocio de telefonía móvil de tercera generación (UMTS) a partir de 2004, según su presidente, Ron Sommer.

En una entrevista con la revista Focus-Money en su edición de mañana, Sommer indica que a partir de 2003 cerca de 10% de sus clientes de telefonía móvil podrán disponer de la tecnología UMTS.

La compañía alemana de telefonía móvil MobilCom, una de las mayores competidoras de Deutsche Telekom, manifestó con anterioridad que sus teléfonos móviles con tecnología UMTS estarán a disposición de sus abonados a mediados de 2002.

Deutsche Telekom anunció el martes (23 de enero) pérdidas de 1.000 millones de euros en el último trimestre de 2000 generadas, en parte, por la compra de licencias de telefonía móvil de tercera generación (UMTS), por las que pagó más de 8.000 millones de euros.

(EFE).- La operadora alemana Deutsche Telekom quiere desprenderse de su participación en la compañía telefónica estadounidense Sprint, pero se ha negado a comentar detalles sobre las negociaciones respecto a esta operación.

Un portavoz de la firma dijo que la empresa no comenta los pasos concretos para esta desinversión, después de que el periódico Wall Street Journal informara que Deutsche Telekom ha hablado con un banco de inversiones en Estados Unidos para deshacerse de Sprint.

El gigante alemán de telecomunicaciones posee desde 1999 una participación de 10% en Sprint, valorada en unos 4.000 millones de euros, que ya no considera de valor estratégico y que quiere vender, aunque no hay un plazo definido para dar este paso, según las fuentes de Deutsche Telekom.

Esta operadora y Sprint estaban antes asociados en una empresa mixta internacional con Global One, de la que salió la firma alemana por tener un conflicto con el tercer socio, France Telecom.

Los analistas creen que Deutsche Telekom se desprenderá este año de otras participaciones para mejorar su cuenta de resultados.

En otro orden de cosas, la compañía espera obtener un número considerable de clientes en su negocio de telefonía móvil de tercera generación (UMTS) a partir de 2004, según su presidente, Ron Sommer.

En una entrevista con la revista Focus-Money en su edición de mañana, Sommer indica que a partir de 2003 cerca de 10% de sus clientes de telefonía móvil podrán disponer de la tecnología UMTS.

La compañía alemana de telefonía móvil MobilCom, una de las mayores competidoras de Deutsche Telekom, manifestó con anterioridad que sus teléfonos móviles con tecnología UMTS estarán a disposición de sus abonados a mediados de 2002.

Deutsche Telekom anunció el martes (23 de enero) pérdidas de 1.000 millones de euros en el último trimestre de 2000 generadas, en parte, por la compra de licencias de telefonía móvil de tercera generación (UMTS), por las que pagó más de 8.000 millones de euros.

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