Desafío de las empresas IT para ser más inclusivas

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El diseño de programas de capacitación específicamente adaptados a las necesidades de las personas con discapacidad juega un papel esencial para acortar las brechas. Cómo es la experiencia de Generación T, el programa de trayecto formativo de Streambe.   

 La inserción laboral de las personas con discapacidad es un desafío global que afecta a todos los sectores del empleo. Según datos recopilados en el Estudio Nacional sobre el Perfil de las Personas con Discapacidad en Argentina, resultados definitivos 2018, el 10,2% de la población mayor a 6 años tiene algún tipo de dificultad, y la tasa de empleo para este grupo es de tan solo el 32,2%, con un desempleo del 10,3%.  Estos números no son exclusivos de Argentina. Según Naciones Unidas, a nivel mundial, una de cada siete personas vive con una discapacidad, y un gran porcentaje de ellas se encuentra en edad laboral y desempleada.

Aunque se trata de una demanda que interpela a todas las industrias, el sector tech, que se enorgullece de ser innovador y visionario, enfrenta una responsabilidad adicional a la hora de comprender el valor de las diversas perspectivas que aportan las personas con discapacidad. “Estas perspectivas, basadas en la persistencia, el impulso y la determinación para superar obstáculos, son invaluables en un entorno que busca soluciones creativas y eficientes”, explica Claudio Yapura, a cargo del área de Responsabilidad Social Empresarial (RSE) de Streambe y del área de empleabilidad de Generación T, el programa de trayecto formativo de la compañía de ingeniería de software.

Un estudio de Accenture revela, además, que las empresas identificadas como campeonas en la inclusión de la discapacidad obtuvieron un 28% más de ingresos en el periodo estudiado. Sin embargo, según Jefferson Frank, el reclutador preferido de Amazon Web Services (AWS), solo el 11 % de los encuestados en la comunidad global de AWS tienen una discapacidad o neurodiversidad, mientras que en el Reino Unido informan que sólo el 9% de los especialistas en TI tienen una discapacidad,  a pesar de que las personas con discapacidad representan el 19% de la fuerza laboral de ese país.

“Al hacer de la inclusión de la discapacidad y la neurodiversidad una prioridad, las organizaciones de la industria tecnológica pueden crear culturas empresariales más positivas, cerrar la brecha de habilidades y mejorar las tasas de deserción de talento, por nombrar solo algunos beneficios”, suma Yapura.

Capacitación a medida, la clave

En este contexto, el diseño de programas de capacitación específicamente adaptados a las necesidades de las personas con discapacidad juega un papel esencial para acortar las brechas. De eso se trata, precisamente, el “Programa de Formación Inclusivo para Personas con Discapacidad” con el que Generación T se dispone a  dar un nuevo paso en su compromiso con la inclusión en el campo laboral en general y en las industrias tecnológicas en particular.

 

El programa está diseñado para personas con discapacidad y hasta cierto nivel de trastorno del espectro autista que tengan el nivel secundario completo y estén interesadas en aprender a desarrollar aplicaciones y sitios web, o que deseen profundizar sus conocimientos técnicos para acceder al mundo laboral. Este año, el programa contará con 25 participantes de distintas edades y condiciones sociales, pero unidos por su interés y determinación para aprender.

 

Esta iniciativa, que dará inicio el 9 de octubre, se realiza con el apoyo  de la Fundación Naumann, la Fundación Cívico Republicana y la Comisión para la Plena Participación e Inclusión de las Personas con Discapacidad (COPIDIS) del gobierno porteño.

 

El programa tiene como principales objetivos la inclusión de personas con discapacidades (PCD) en una capacitación de formación tecnológica inclusiva, integral y dinámica, con clases 100% virtuales y donde se combinan encuentros sincrónicos y asincrónicos para adaptarse a las necesidades de los participantes.

 

“Hemos armado todo el programa inspirados en la idea de que un plan curricular de capacitaciones en IT para personas con discapacidad debe ser inclusivo, accesible, relevante y práctico, adaptado a las necesidades y capacidades de los participantes. Debe, además, brindar un entorno de apoyo y fomentar la conciencia sobre la inclusión, permitiendo a las personas con discapacidad desarrollar habilidades y conocimientos en el campo de la tecnología de la información”, profundiza Yapura.

 

Serán cuatro módulos, que se desarrollarán en un período de 2 meses, con un total de 45 horas de formación. En el primer módulo, se introduce a los participantes en la programación de front-end, abordando temas como HTML, CSS y JavaScript. En el segundo módulo, se exploran metodologías ágiles de desarrollo de software. El tercer módulo se enfoca en la base de datos, específicamente en MySQL. Por último, en el cuarto módulo se abordan habilidades blandas, calidad en el desarrollo de software y la creación de perfiles de alto impacto.

 

Los encuentros se llevan a cabo dos veces por semana, los lunes y miércoles, con una duración de 3 horas cada sesión.

 

La modalidad es virtual en vivo, y se emplea la metodología “learning by doing” desde el primer momento para que los participantes aprendan mediante la práctica activa. Este enfoque pedagógico asegura una formación efectiva y orientada hacia la adquisición de habilidades tecnológicas relevantes para el mercado laboral. Los alumnos mantienen un contacto permanente con el equipo académico a través de las plataformas utilizadas, brindándoles una experiencia de aprendizaje integral.

 

Objetivos

 

Generación T tiene planes ambiciosos para su nuevo Programa. Apalancados en esta experiencia, aspiran poder replicarla en otros lugares de Latinoamérica, también con la ayuda de la Fundación Naumann, que opera en Uruguay, Paraguay y México.

 

Además, Generación T prepara su “Vidriera Comercial”, una plataforma de matcheo para que las empresas interesadas en contratar programadores puedan conocer los perfiles IT de las personas que se capacitan en la plataforma. “Esta iniciativa cierra el ciclo al facilitar la empleabilidad de los participantes”, afirma Yapura.

 

Para Streambe y Generación T, la inclusión es un pilar fundamental. “La vivimos en nuestro día a día”, puntualiza el directivo, y agrega: “Esto nos ha permitido comprender la necesidad de tener una mirada más amplia, especialmente hacia personas con autismo, por ejemplo”.

 

Generación T, una apuesta por la inclusión

 

Generación T, el primer proyecto de RSE de Streambe, ya ha logrado impactar a más de 4.200 alumnos en más de 90 municipios, colaborando con más de 600 escuelas y 335 empresas en tres países en el objetivo de conectar a los jóvenes del último año de la escuela secundaria con empleos de calidad dentro del mundo IT e incentivar al desarrollo de la industria de tecnología en el país.

 

“Ponemos el foco en lo territorial. Visitamos los municipios donde damos a conocer Generación T, también se lo contamos a los chicos y a las escuelas, nuestro objetivo principal es poder convocar la mayor cantidad de estudiantes y darles las herramientas necesarias para que el día de mañana puedan insertarse en el mundo laboral.

El 29/09 finalizamos el segundo ciclo de la cursada para estudiantes de escuelas secundarias y técnicas de todo el país, donde hemos visto un gran desempeño, teniendo un feedback excelente por parte de los mismos”, explica Sebastián D´Oria, lider del área de capacitaciones de Generación T.

 

Bajo esta trayectoria, el Programa de Formación para Personas con Discapacidad es una respuesta ampliada de Generación T a la necesidad de inclusión en el campo de la tecnología.

 

“Trabajamos en una empresa grande, y esto nos ayuda a comprendernos entre nosotros, más allá de diferencias de género, cultura u orientación sexual. Promover la diversidad y la inclusión laboral a través de nuestra cultura y nuestra contribución a la sociedad es un proyecto que nos ha hecho abrir los ojos a aspectos que, tal vez, no habíamos considerado anteriormente.”, reflexiona.

 

Gastón Gugliotta, gerente general de Streambe, destaca la iniciativa: “Decidimos abordarlo  con seriedad y responsabilidad,  para eso hemos capacitado a 22 empleados de la empresa a través de COPIDIS en los talleres de acercamiento teórico-práctico, promoviendo la inclusión de las personas con discapacidad en todos los ámbitos”

 

El artículo 24 de la Convención sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad establece una correlación entre el derecho al trabajo digno y libremente elegido, y el derecho a la educación inclusiva. “El acceso a todos los niveles del sistema educativo, a propuestas de formación profesional, programas de orientación vocacional y ocupacional, favorecen y amplían las oportunidades de inclusión laboral, no sólo por el desarrollo de competencias involucradas, sino porque son trayectos de socialización y preparación para el mundo del trabajo que a su vez debe ser abierto, inclusivo y accesible”, concluye Yapura.

 

 

 

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