(EFE).-La PPL Therapeutics, creadora de la oveja Dolly, recibió hoy (lunes 3) las críticas del grupo de presión GeneWatch por utilizar en sus experimentos ADN procedente de una mujer sin que ésta supiera que iba a emplearse con ese fin.
Al parecer, la información genética de la donante fue utilizada por la compañía en ovejas de Nueva Zelanda dentro de una investigación sobre diversas enfermedades, como la fibrosis quística.
El director de la PPL Therapeutics, Ron James, negó que su empresa haya actuado de manera irregular o ilegal y agregó que “si la mujer (donante) hubiera sabido que utilizaríamos la muestra para curar a gente con fibrosis quística probablemente no le hubiese importado” el uso que se dio a su ADN.
A raíz de este caso, GeneWatch subrayó la necesidad de una normativa estricta sobre el uso de tejido humano donado para investigaciones científicas, para evitar que estas se transformen en meras acciones económicas por parte de las empresas vinculadas a la biotecnología.
Por otra parte, el presidente francés, Jacques Chirac, había anunciado el viernes un pedido elevado al jefe del Ejecutivo Comunitario de la Unión Europea (UE), Romano Prodi, para que se impida toda posibilidad de patentar descubrimientos de genes, salvo en sus aplicaciones terapéuticas o diagnósticas.
En su mensaje al presidente de la Comisión Europea, Chirac abogó porque se precisen “las condiciones éticas de la difusión y explotación de los resultados de la investigación genética” y consideró que las reglamentaciones al respecto deben ser revisadas ya que dan lugar a ambigüedades.
(EFE).-La PPL Therapeutics, creadora de la oveja Dolly, recibió hoy (lunes 3) las críticas del grupo de presión GeneWatch por utilizar en sus experimentos ADN procedente de una mujer sin que ésta supiera que iba a emplearse con ese fin.
Al parecer, la información genética de la donante fue utilizada por la compañía en ovejas de Nueva Zelanda dentro de una investigación sobre diversas enfermedades, como la fibrosis quística.
El director de la PPL Therapeutics, Ron James, negó que su empresa haya actuado de manera irregular o ilegal y agregó que “si la mujer (donante) hubiera sabido que utilizaríamos la muestra para curar a gente con fibrosis quística probablemente no le hubiese importado” el uso que se dio a su ADN.
A raíz de este caso, GeneWatch subrayó la necesidad de una normativa estricta sobre el uso de tejido humano donado para investigaciones científicas, para evitar que estas se transformen en meras acciones económicas por parte de las empresas vinculadas a la biotecnología.
Por otra parte, el presidente francés, Jacques Chirac, había anunciado el viernes un pedido elevado al jefe del Ejecutivo Comunitario de la Unión Europea (UE), Romano Prodi, para que se impida toda posibilidad de patentar descubrimientos de genes, salvo en sus aplicaciones terapéuticas o diagnósticas.
En su mensaje al presidente de la Comisión Europea, Chirac abogó porque se precisen “las condiciones éticas de la difusión y explotación de los resultados de la investigación genética” y consideró que las reglamentaciones al respecto deben ser revisadas ya que dan lugar a ambigüedades.