La inteligencia artificial (IA) ha sido denominada por muchos como una “caja negra” debido a su complejidad, lo que dificulta una comprensión completa de su funcionamiento. Si bien la IA ha experimentado un impulso masivo por ser una herramienta muy poderosa que reporta importantes beneficios, su regulación se ha vuelto una necesidad a nivel mundial, tanto por parte de las autoridades como de las organizaciones, habiéndose dictado más de 800 medidas en más de 60 países.
Sin embargo, las organizaciones están limitadas en cuanto a establecer una regulación adecuada. Según el sexto Índice de Aceleración Digital (DAI) elaborado por Boston Consulting Group (BCG) en el que se encuestó a 2.700 ejecutivos globales, solo el 28% de las empresas están preparadas para la nueva regulación. Los sectores con mayor madurez digital, como las telecomunicaciones, la tecnología y el consumo, son generalmente los más preparados, mientras que el sector energético y público se queda atrás.
“Adoptar lineamientos de inteligencia artificial responsable (RAI) será un facilitador e impulsor de la innovación, del crecimiento de la IA y del ciclo de retroalimentación”, afirma Julián Herman, managing director and partner de BCG. “El éxito de la RAI radica en cinco grandes temas: empoderar a los líderes, construir un marco ético, involucrar a los humanos, realizar revisiones continuas e integrar herramientas, y participar activamente en el ecosistema. La responsabilidad y la gobernanza humana son esenciales para cumplir con las e impulsan la confianza y el crecimiento en la IA”
En este marco, el informe titulado: “Five Ways to Prepare for IA Regulations” de BCG, realizado en conjunto con MIT Sloan Management Review, comparte las claves para que las compañías se preparen mejor para las regulaciones de IA a través de la IA Responsable (RAI).
Basándose en la responsabilidad, transparencia, privacidad, seguridad, equidad e inclusión en el desarrollo e implementación de algoritmos, la RAI ayuda a las organizaciones empresariales a ampliar sus esfuerzos de IA, identificar y solucionar problemas de manera temprana, y aumentar el uso de la IA por parte de los clientes, empleados y otros interesados.
Además, facilita la innovación que beneficia tanto a la sociedad como al negocio, minimizando las consecuencias no deseadas. Sin embargo, algunas empresas están más avanzadas que otras.
A pesar de que la RAI aclara la confusión en torno a lo que significa e implica el uso responsable de la IA, todavía existe mucha incertidumbre. De hecho, el 82% de los encuestados confirmó la falta de claridad en cuanto a las políticas y herramientas asociadas a esta tecnología. Por lo tanto, los líderes empresariales deben esforzarse e involucrarse en esta iniciativa para demostrar a los legisladores, reguladores y al mundo que están actuando responsablemente y para fomentar la estrategia e implementación de la RAI.
Cinco pasos que las empresas deben seguir para alcanzar el éxito de la IA responsable (RAI)
- Empoderar el liderazgo de RAI: Los líderes del RAI suelen desempeñar un papel central a la hora de mantener las iniciativas en buen camino. Deben contar con múltiples talentos y ser expertos en diversas áreas, tales como la creación de políticas, requerimientos técnicos y necesidades comerciales. Además, deben tener la capacidad de integrar elementos para que sean cohesivos con la estrategia de IA y desempeñar un rol colaborativo. Asimismo, deben poseer una buena comunicación para implementar los programas de RAI en toda la organización.
- Construir e inculcar un marco ético para la IA: En el núcleo del RAI se encuentran un conjunto de políticas y principios (marco ético de IA) que permitirán a las organizaciones responder con una base sólida y un enfoque responsable a futuros requerimientos. Dos tercios de las empresas que se encuestaron se encuentran trabajando activamente en la implementación de dicho marco ético, impulsando medidas de transparencia, mostrando a los usuarios la forma en que se utilizan sus datos, generando confianza y aumentando la adopción del sistema de IA por parte de los clientes y los colaboradores.
Las organizaciones digitalmente más maduras son casi tres veces más conscientes que sus pares respecto de la importancia del uso de estas prácticas y su aplicación en toda la compañía.
- Atraer a los humanos al mundo de IA: Las nuevas regulaciones exigen responsabilidad y gobernanza humana. RAI busca la implementación de la inteligencia artificial como un apoyo, no como un reemplazo de la capacidad humana. Los ciclos de retroalimentación, los mecanismos de revisión y el abordaje de preocupaciones de manera escalonada deben ser componentes integrales de todos los programas de RAI. Una vez más, las empresas digitalmente más maduras se encuentran un paso adelante que el resto.
- Crear revisiones de RAI e integrarlas con herramientas y métodos: Las empresas que puedan monitorear los efectos de la IA en todo su ciclo, ganarán la confianza del Gobierno y de sus clientes. Por lo tanto, la transparencia y la inclusión deben estar integradas a los procesos para trabajar con algoritmos. Es necesario construir o adoptar una herramienta para la revisión continua y de extremo a extremo tanto de los algoritmos como de los procesos y resultados comerciales.
- Participar en el ecosistema RAI: Casi 9 de cada 10 empresas dentro de la encuesta contribuyen activamente a un consorcio o grupo de trabajo de RAI. Es una buena estrategia, ya que fomenta la colaboración y el intercambio. Pensar en ello como crowdsourcing ayuda tanto a prepararse para la regulación como a mejorar el rendimiento de los sistemas. Esto implica estar un paso adelante, ya que el RAI es un ecosistema amplio y en constante crecimiento donde se pueden encontrar socios, clientes, organizaciones y foros que contribuyan al desarrollo y escala de casos de uso de IA.
Usar la inteligencia artificial de manera responsable y, al mismo tiempo, crear valor con la IA van de la mano. La mayoría de las empresas entienden la importancia de la práctica de IA Responsable, pero hay una gran distancia entre lo que se aspira y lo que se implementa. La incertidumbre por las regulaciones por venir no debe funcionar como excusa para retrasar su utilización. La RAI demanda tiempo para su comprensión y puesta en práctica correctamente; sin embargo, comenzando ahora, las empresas podrán colaborar en el ámbito regulatorio en lugar de verse agobiadas por él. Pueden mejorar el rendimiento de su IA, minimizar errores en el sistema, adoptar confianza y, al mismo tiempo, lograr un crecimiento sostenible