(EFE).- Cuarenta de las 73 firmas que invierten en Rocket System, único agente de la Agencia Nacional de Desarrollo Espacial de Japón (Nasda) para comercializar los lanzamientos espaciales, anunciaron el final de su relación con esa empresa tras el fracaso consecutivo de dos pruebas, se informó ayer (lunes 31).
Entre estas firmas figura el fabricante estadounidense Hughes Space and Communications International, que tenía un contrato con el agente japonés para lanzar sus aparatos en los cohetes japoneses N-2A.
Hughes, que en mayo había notificado su decisión de finalizar la relación comercial, aplicó una cláusula de su contrato que le permitía cancelarlo si dos lanzamientos consecutivos de los H-2 o los H-2A fracasaban.
Rocket Systems devolvió a Hughes el anticipo recibido de 3.000 millones de yenes (unos US$ 28 millones).
Fuentes de la compañía anunciaron que la empresa se reestructurará y se concentrará en el desarrollo de cohetes.
El intermediario de cohetes japonés mantiene aún contratos con Space System Loral, de Estados Unidos, para el lanzamiento de 10 satélites en los cohetes que la Nasda tendrá listos en 2001.
La Nasda asegura que el H-2A puede lanzar un satélite de cuatro toneladas por la mitad del precio del H-2.
Los expertos señalan que los satélites actuales pesan alrededor de seis toneladas, lo que volverá obsoletos a los vehículos japoneses para cuando estén terminados.
En 1998, una falla en los motores del cohete H-2 impidió que el satélite Kakehashi alcanzara su órbita geoestacionaria y en noviembre pasado, otro modelo similar tuvo que ser destruido al salirse de rumbo después del despegue.
El satélite y el cohete H-2 de noviembre no estaban cubiertos por seguros y costaron unos US$ 324,5 millones, incluidos los US$ 51 millones que generaron los retrasos del lanzamiento.
El precio de cada lanzamiento de un H-2 japonés ronda los 19.000 millones de yenes (unos US$ 171 millones), el doble que los precios vigentes de sus competidores occidentales.
(EFE).- Cuarenta de las 73 firmas que invierten en Rocket System, único agente de la Agencia Nacional de Desarrollo Espacial de Japón (Nasda) para comercializar los lanzamientos espaciales, anunciaron el final de su relación con esa empresa tras el fracaso consecutivo de dos pruebas, se informó ayer (lunes 31).
Entre estas firmas figura el fabricante estadounidense Hughes Space and Communications International, que tenía un contrato con el agente japonés para lanzar sus aparatos en los cohetes japoneses N-2A.
Hughes, que en mayo había notificado su decisión de finalizar la relación comercial, aplicó una cláusula de su contrato que le permitía cancelarlo si dos lanzamientos consecutivos de los H-2 o los H-2A fracasaban.
Rocket Systems devolvió a Hughes el anticipo recibido de 3.000 millones de yenes (unos US$ 28 millones).
Fuentes de la compañía anunciaron que la empresa se reestructurará y se concentrará en el desarrollo de cohetes.
El intermediario de cohetes japonés mantiene aún contratos con Space System Loral, de Estados Unidos, para el lanzamiento de 10 satélites en los cohetes que la Nasda tendrá listos en 2001.
La Nasda asegura que el H-2A puede lanzar un satélite de cuatro toneladas por la mitad del precio del H-2.
Los expertos señalan que los satélites actuales pesan alrededor de seis toneladas, lo que volverá obsoletos a los vehículos japoneses para cuando estén terminados.
En 1998, una falla en los motores del cohete H-2 impidió que el satélite Kakehashi alcanzara su órbita geoestacionaria y en noviembre pasado, otro modelo similar tuvo que ser destruido al salirse de rumbo después del despegue.
El satélite y el cohete H-2 de noviembre no estaban cubiertos por seguros y costaron unos US$ 324,5 millones, incluidos los US$ 51 millones que generaron los retrasos del lanzamiento.
El precio de cada lanzamiento de un H-2 japonés ronda los 19.000 millones de yenes (unos US$ 171 millones), el doble que los precios vigentes de sus competidores occidentales.