(EFE).- El Colegio Médico Militar de China ha conseguido clonar con éxito tejidos de células humanas, y pronto comenzará a clonar órganos enteros, según declaraciones de científicos aparecidas hoy (miércoles 10), en la prensa local.
Pei Xuetao, presidente del Instituto de Medicina de Transfusión Sanguínea del Colegio Médico Militar, señaló que su equipo ya ha logrado clonar tejidos de hueso, sangre, nervios y piel humana, y que sus próximos objetivos son los vasos sanguíneos, el esófago y la vejiga urinaria.
Pei agregó que la clonación de órganos humanos destinados a uso médico “no tiene nada que ver con la clonación de seres humanos”.
“Los científicos chinos respetan las leyes internacionales y la prohibición de clonar seres humanos acordada internacionalmente”, declaró Pei al Diario del Pueblo.
La clonación de órganos humanos, sin embargo, tiene gran valor médico, ya que permitiría realizar trasplantes de partes del cuerpo que no fueran rechazados por el sistema inmunológico, como ocurre actualmente con los órganos extraídos de vacas o cerdos, o incluso los diseñados artificialmente.
(EFE).- El Colegio Médico Militar de China ha conseguido clonar con éxito tejidos de células humanas, y pronto comenzará a clonar órganos enteros, según declaraciones de científicos aparecidas hoy (miércoles 10), en la prensa local.
Pei Xuetao, presidente del Instituto de Medicina de Transfusión Sanguínea del Colegio Médico Militar, señaló que su equipo ya ha logrado clonar tejidos de hueso, sangre, nervios y piel humana, y que sus próximos objetivos son los vasos sanguíneos, el esófago y la vejiga urinaria.
Pei agregó que la clonación de órganos humanos destinados a uso médico “no tiene nada que ver con la clonación de seres humanos”.
“Los científicos chinos respetan las leyes internacionales y la prohibición de clonar seres humanos acordada internacionalmente”, declaró Pei al Diario del Pueblo.
La clonación de órganos humanos, sin embargo, tiene gran valor médico, ya que permitiría realizar trasplantes de partes del cuerpo que no fueran rechazados por el sistema inmunológico, como ocurre actualmente con los órganos extraídos de vacas o cerdos, o incluso los diseñados artificialmente.