Todavía queda un CEO que se compra todo

Cuando Lockheed Martin desistió en 1998 de comprarse Northrop Grumman por US$ 10.700 millones, inversores y analistas le recomendaban al CEO de ésta, Kent Kresa, encontrar otro adquirente o dividir la firma. Kresa (64 años) no hizo caso.

26 junio, 2002

“Cuando una empresa empieza a partirse, es una tragedia de la cual no se vuelve”, decía.

Después, tomó el camino opuesto. Entre fines de 1998 y la actualidad, invirtió US$ 9.000 millones en captar activos ajenos. Ahora, ha lanzado una compra hostil de Thompson Ramo Wooldridge (TRW) por US$ 12.200 millones. TRW fabrica productos automotores y sistemas aeroespaciales.

Si bien los papeles de NG vienen en alza este año, los accionistas se sienten algo incómodos por ese afán adquirente de Kresa. Algunos expertos, inclusive, sospechan que el valor bursátil de la firma habría subido más si Kresa hubiese integrado mejor las compras ya efectuadas, en lugar de centrarse tanto en TRW.

“Cuando una empresa empieza a partirse, es una tragedia de la cual no se vuelve”, decía.

Después, tomó el camino opuesto. Entre fines de 1998 y la actualidad, invirtió US$ 9.000 millones en captar activos ajenos. Ahora, ha lanzado una compra hostil de Thompson Ramo Wooldridge (TRW) por US$ 12.200 millones. TRW fabrica productos automotores y sistemas aeroespaciales.

Si bien los papeles de NG vienen en alza este año, los accionistas se sienten algo incómodos por ese afán adquirente de Kresa. Algunos expertos, inclusive, sospechan que el valor bursátil de la firma habría subido más si Kresa hubiese integrado mejor las compras ya efectuadas, en lugar de centrarse tanto en TRW.

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