viernes, 27 de diciembre de 2024

Chips: tras un pésimo 2002, el 2003 no pinta muy bien

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La industria mundial de semiconductores terminó mal 2002: cedió la venta de electrónicos y celulares por fiestas, mientras se hacía humo el repunte de octubre. En medio de litigios internacionales y concursos, 2003 no da para mucho optimismo.

Por otra parte, las cosas no se veían mejor fuera de Estados Unidos. Por
ejemplo, los acreedores de la surcoreana Hynix no tuvieron más remedio
que aceptarle un salvataje por US$ 4.000 millones, aunque la firma insiste en
ofrecer tecnología envejecida a un mercado saturado. El caso asombra en
escala global, pues se trata del tercer rescate en menos de doce meses y se aprobó
pese a irritadas protestas de dos competidores, Infineon y Micron.

La cuestión se internacionaliza porque Micrón acaba de radicar un
reclamo ante el gobierno norteamericano y la Organización Mundial de Comercio.
A su vez, Infineon acusa a Hynix se recibir subsidios estatales en su país
y no pagar gravámenes sobre los chips que exporta a EE.UU. Tanto esta compañía
como Micrón -que intentó comprar Hynix el año pasado por
US$ 3.400 millones- temen que la mera sobrevivencia de la firma surcoreana deprima
aún más los precios de microprocesadores para memorias.

Entretanto, el sector telecomunicaciones -usuario predominante de chips- también
trata de dejar atrás un 2002 pésimo y "empezar de nuevo".
Lamentablemente, 2003 arranca con el pase a pérdidas de US$ 10/14.000 millones
en el balance de AOL Time Warner (a causa de la mala de gestión global
en America Online). El denso clima general disimuló otra noticia: el 2
de enero, Gary Winnick abandonó Global Crossing, una firma víctima
de sobreexpansión e irregularidades contables.

Su renuncia era una de las exigencias del comité de convocatoria para aprobar
la reorganización de GC. Por supuesto, Winnick sigue procesado e investigado
por los US$ 700 millones que ganó antes de que su empresa presentara uno
de los mayores pedidos de quiebra en la historia.

Por otra parte, las cosas no se veían mejor fuera de Estados Unidos. Por
ejemplo, los acreedores de la surcoreana Hynix no tuvieron más remedio
que aceptarle un salvataje por US$ 4.000 millones, aunque la firma insiste en
ofrecer tecnología envejecida a un mercado saturado. El caso asombra en
escala global, pues se trata del tercer rescate en menos de doce meses y se aprobó
pese a irritadas protestas de dos competidores, Infineon y Micron.

La cuestión se internacionaliza porque Micrón acaba de radicar un
reclamo ante el gobierno norteamericano y la Organización Mundial de Comercio.
A su vez, Infineon acusa a Hynix se recibir subsidios estatales en su país
y no pagar gravámenes sobre los chips que exporta a EE.UU. Tanto esta compañía
como Micrón -que intentó comprar Hynix el año pasado por
US$ 3.400 millones- temen que la mera sobrevivencia de la firma surcoreana deprima
aún más los precios de microprocesadores para memorias.

Entretanto, el sector telecomunicaciones -usuario predominante de chips- también
trata de dejar atrás un 2002 pésimo y "empezar de nuevo".
Lamentablemente, 2003 arranca con el pase a pérdidas de US$ 10/14.000 millones
en el balance de AOL Time Warner (a causa de la mala de gestión global
en America Online). El denso clima general disimuló otra noticia: el 2
de enero, Gary Winnick abandonó Global Crossing, una firma víctima
de sobreexpansión e irregularidades contables.

Su renuncia era una de las exigencias del comité de convocatoria para aprobar
la reorganización de GC. Por supuesto, Winnick sigue procesado e investigado
por los US$ 700 millones que ganó antes de que su empresa presentara uno
de los mayores pedidos de quiebra en la historia.

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