China busca terminar con su dependencia de semiconductores

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Las sanciones que aplicó Washington hace dos años, provocaron el nacimiento de la industria china de chips de memoria.

China tradicionalmente siempre dependió de su gran rival, Estados Unidos, para la provisión de semiconductores. El agravamiento de las relaciones durante toda la administración Trump y las sanciones impuestas por su gobierno, sin embargo, la hizo volverse sobre sí misma y desarrollar en el país esa área tecnológica que la convertía en dependiente de un enemigo comercial.

En la ciudad de Wuhan se asienta Yangtze Memory Technologies Co., considerada la vanguardia de los esfuerzos del país por crear una industria nacional de semiconductores. Ya está produciendo chips de memoria de ultimísima generación, los Nan Flash Memory chips de 64 y hasta 128 capas, que se usan para teléfonos y hasta para autos conectados a Internet.

Se trata de maravillas de nanoingeniería que apilan diminutas células de memoria en densidades cada vez más grandes y rivalizan con las de los líderes de la industria como Micron Technology, de Estados Unidos, y Samsung Electronics de Surcorea.

El proyecto del gobierno chino, corporizado en Yangtze Memory Technologies que abrió sus puertas en 2016, es prescindir de los proveedores estadounidenses y de todos los que dependan de tecnología norteamericana. El equipo que se usa para fabricar chips de memoria es prácticamente un monopolio global norteamericano.

Esa es una desalentadora área de dependencia para China, que el año pasado importó US$ 350.000 millones en semiconductores, según China Semiconductor Industry. Eliminar esta fuente de poder que tiene Estados Unidos sobre su economía se convirtió en prioridad hace dos años., cuando Washington aplicó sanciones a Huawei Technologies, acusándola de espionaje.

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