Brasil autoriza por ley cultivos genéticamente modificados

En una significativa victoria para empresas biotecnológicas como Monsanto, la cámara brasileña de diputados aprobó por amplia mayoría una ley clave que autorizar cultivos con organismos genéticamente modificados (OGM).

5 marzo, 2005

Tras meses de debates y demoras, los legisladores pasaron una “ley de biotecnología”, por 352 votos a apenas 60. El proceso enfrentó a cultivadores y científicos allegados a ciertas empresas con grupos ambientalistas y religiosos. Aparte de levantar una antigua veda sobre explotación y venta de productos originados en semillas genéticamente alteradas, la legislación abre el camino para investigaciones asociadas a células matrices de embriones humanos (CMEH), tema congelado desde 2001/2.

La ley, ya aprobada en diciembre por el senado, será promulgada por el presidente Luiz Inácio (Lula) da Silva, este mismo mes. El mandatario, cuyo partido –el laborismo- está repleto de ambientalistas furiosamente opuestos a los OGM, aunque no a las CMEH, ha estado emitiendo decretos temporarios (uno en 2003. otro en 2004) en favor de plantaciones de soya GM. Mientras no se promulgue la nueva ley, eso es todavía técnicamente ilegal.

Hasta el momento, Brasil era uno de los grandes productores y exportadores agrícolas que no permitían OGM. Pero ocurría lo mismo que con la deforestación predatoria: desde hace años, vienen explotándose cultivos con OGM.

¿De dónde venían las semillas? Pues de Argentina, a la vanguardia de OGM, siembra directa, “feed lots” y otras técnicas agropecuarias para maximizar rindes lo antes posible. Expertos brasileños calculan que, hacia fines de 2004, casi 30% de la cosecha de soya era en base a OGM.

Tras meses de debates y demoras, los legisladores pasaron una “ley de biotecnología”, por 352 votos a apenas 60. El proceso enfrentó a cultivadores y científicos allegados a ciertas empresas con grupos ambientalistas y religiosos. Aparte de levantar una antigua veda sobre explotación y venta de productos originados en semillas genéticamente alteradas, la legislación abre el camino para investigaciones asociadas a células matrices de embriones humanos (CMEH), tema congelado desde 2001/2.

La ley, ya aprobada en diciembre por el senado, será promulgada por el presidente Luiz Inácio (Lula) da Silva, este mismo mes. El mandatario, cuyo partido –el laborismo- está repleto de ambientalistas furiosamente opuestos a los OGM, aunque no a las CMEH, ha estado emitiendo decretos temporarios (uno en 2003. otro en 2004) en favor de plantaciones de soya GM. Mientras no se promulgue la nueva ley, eso es todavía técnicamente ilegal.

Hasta el momento, Brasil era uno de los grandes productores y exportadores agrícolas que no permitían OGM. Pero ocurría lo mismo que con la deforestación predatoria: desde hace años, vienen explotándose cultivos con OGM.

¿De dónde venían las semillas? Pues de Argentina, a la vanguardia de OGM, siembra directa, “feed lots” y otras técnicas agropecuarias para maximizar rindes lo antes posible. Expertos brasileños calculan que, hacia fines de 2004, casi 30% de la cosecha de soya era en base a OGM.

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