Este litigio y su génesis subrayan los problemas que los “weblogs” –mejor conocidos por “blogs”- plantean a las empresas. En esencial los “blogs” son boletines en línea (en inglés, “log” es también bitácora) que la gente crea para compartir ideas, opiniones, datos y, claro, protestas por la web. Según muchos expertos en Internet, algunos de ellos pueden convertirse en fuerzas muy peligrosas de ignorar para las compañías mismas.
Durante décadas, por cierto, gente ducha en tecnología se ponía en contacto vía obscuras salas de charla (chatrooms) y boletines en la Red. Pero, con los años, nuevos softwares más fáciles de usar y potentes motores de búsqueda fueron generando una vasta, eficaz “red boca a boca”.Ahí, decenas de millones pueden compartir y comparar datos, textos e informaciones.
“Si las empresas no entienden eso ni aprenden a seguir la pista de lo que dice la gente, pueden terminar envueltos en gravísimos líos de imagen o relaciones públicas. No van a entender qué les pasa y ni siquiera sabrán de donde les dan”. Así opina Robert Scoble, un hombre de Microsoft que redacta un popular “blog” tecnológico.
Verizon lo aprendió a golpes, cuando los clientes empezaron a quejarse del inalámbrico de última generación Motorol V710. El operador telefónico lo publicitaba como herramienta “bluetooth”. O sea, con una tecnología específica de corto alcance para ligar el celular a computadoras, audífonos, cámaras y hasta dispositivos instalados en autos.
Pero la propia Verizon había desactivado una función clave, que permite al usuario transferir archivos sin pagar extra por emplear la red del proveedor. Por ende, se le facturaba cada vez que transmitía datos. Según la empresa, lo hacía para proteger su red de virus.
Cientos de abonados furiosos acudieron a la “blogósfera” para intercambiar experiencias, pasarse recetas para adaptar celulares –evitando los extras- y aunar esfuerzos contra Verizon Wireless. Algunos hasta colgaron cartas donde la firma trataba inútilmente de calmar a los clientes.
Hasta ahora, la compañía no quiere hablar del asunto ni de la demanda colectiva. Pero acabó con un ejercicio interno en manejo de crisis expuesto públicamente por Internet. El californiano que presentó la demanda en enero era uno de quejosos y decidió accionar tras revisar numerosos “blogs” y advertir que otros habían litigado de a uno, sin resultados.
Microsoft misma había probado las delicias de la “blogósfera” en diciembre, al presentar un nuevo software para el segmento. Los “bloggers” de inmediato salieron a descalificar sus “toscos filtros”, que no permitían subir un “blog” titulado “pornografía y la ley”, pero sí un sitio “educativo” demostrando a adolescentes cómo fumar “crack” (bazuco).
Este litigio y su génesis subrayan los problemas que los “weblogs” –mejor conocidos por “blogs”- plantean a las empresas. En esencial los “blogs” son boletines en línea (en inglés, “log” es también bitácora) que la gente crea para compartir ideas, opiniones, datos y, claro, protestas por la web. Según muchos expertos en Internet, algunos de ellos pueden convertirse en fuerzas muy peligrosas de ignorar para las compañías mismas.
Durante décadas, por cierto, gente ducha en tecnología se ponía en contacto vía obscuras salas de charla (chatrooms) y boletines en la Red. Pero, con los años, nuevos softwares más fáciles de usar y potentes motores de búsqueda fueron generando una vasta, eficaz “red boca a boca”.Ahí, decenas de millones pueden compartir y comparar datos, textos e informaciones.
“Si las empresas no entienden eso ni aprenden a seguir la pista de lo que dice la gente, pueden terminar envueltos en gravísimos líos de imagen o relaciones públicas. No van a entender qué les pasa y ni siquiera sabrán de donde les dan”. Así opina Robert Scoble, un hombre de Microsoft que redacta un popular “blog” tecnológico.
Verizon lo aprendió a golpes, cuando los clientes empezaron a quejarse del inalámbrico de última generación Motorol V710. El operador telefónico lo publicitaba como herramienta “bluetooth”. O sea, con una tecnología específica de corto alcance para ligar el celular a computadoras, audífonos, cámaras y hasta dispositivos instalados en autos.
Pero la propia Verizon había desactivado una función clave, que permite al usuario transferir archivos sin pagar extra por emplear la red del proveedor. Por ende, se le facturaba cada vez que transmitía datos. Según la empresa, lo hacía para proteger su red de virus.
Cientos de abonados furiosos acudieron a la “blogósfera” para intercambiar experiencias, pasarse recetas para adaptar celulares –evitando los extras- y aunar esfuerzos contra Verizon Wireless. Algunos hasta colgaron cartas donde la firma trataba inútilmente de calmar a los clientes.
Hasta ahora, la compañía no quiere hablar del asunto ni de la demanda colectiva. Pero acabó con un ejercicio interno en manejo de crisis expuesto públicamente por Internet. El californiano que presentó la demanda en enero era uno de quejosos y decidió accionar tras revisar numerosos “blogs” y advertir que otros habían litigado de a uno, sin resultados.
Microsoft misma había probado las delicias de la “blogósfera” en diciembre, al presentar un nuevo software para el segmento. Los “bloggers” de inmediato salieron a descalificar sus “toscos filtros”, que no permitían subir un “blog” titulado “pornografía y la ley”, pero sí un sitio “educativo” demostrando a adolescentes cómo fumar “crack” (bazuco).