Por Andrea Miranda <br />
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Mediante sus variadas técnicas, la milenaria disciplina del yoga, ordena el cuerpo y la mente a través de la relajación y la concentración. <br />
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Fundación Indra Devi, instituto dedicado a la enseñanza del yoga, describe a la disciplina como “una actividad física y mental que nos permite conectarnos, en forma natural y armónica (sin medicación), con nuestro ser interior, consiguiendo una mejoría significativa en los tres planos del ser: el físico, el mental y el emocional”. <br />
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Dentro de los beneficios aparecen el mayor desarrollo de elongación y tonicidad muscular, en el plano físico; mayor serenidad de la mente –que mejora la capacidad intelectual (a través de la correcta respiración, relajación y concentración)–, en el plano mental; y, una vez lograda la toma de conciencia del cuerpo y la mente, se logra equilibrio emocional y armonía en las relaciones. ¡Qué más se puede pedir! <br />
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<strong>Retiros: reflexión y cambios </strong><br />
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El profesor Gabriel Staffa, editor del portal Estilo Yoga, dice que “la idea de todo retiro, como lo indica la palabra, es ‘retirarse’; es un momento de apartamiento, de recogimiento interior, un espacio para la reflexión y el cambio”. <br />
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Los destinatarios de estos retiros dependen del motivo del retiro “ya que puede estar dirigido tanto a personas comunes, es decir, a aquellas que no practican yoga, como a instructores, alumnos en general e incluso, últimamente, retiros para empresas”, destaca Staffa. <br />
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David Lifar, director de Fundación Indra Devi, explica que dichos retiros son “espacios en donde la persona busca un ambiente de tranquilidad, bajar el nivel de estrés y tensión al cual esta expuesto en la gran ciudad”; que están destinados “al público en general, muchos son profesores o alumnos que ya tienen alguna experiencia, como así también muchos lo encuentran provechoso para tener una primera aproximación al yoga”. <br />
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Estos encuentros, realizados en lugares tranquilos, incluyen clases de yoga, respiración, meditación, charlas, proyección de videos “sobre cómo mejorar nuestra calidad de vida” y paseos por la naturaleza en los cuales se hacen “trabajos específicos de yoga como la visualización y las reflexiones”, detalla Lifar. Staffa apunta que “generalmente incluyen caminatas en silencio, meditación, yoga, masajes y Reiki, entre otras”. <br />
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<strong>Espíritu del encuentro </strong><br />
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La fuerza de este tipo de programas es “netamente antiestrés, la persona tiene la total libertad de realizar o no la actividad que proponemos”, señala Lifar, y destaca que estos retiros dan la oportunidad “para reencontrarse consigo mismo, con su pareja o con sus amigos como así también para conocer personas que tienen intereses semejantes”. De todos modos, resume en pocas palabras, la idea es “relajarse, aflojarse, y por qué no, divertirse un poco”. <br />
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El objetivo de retirarse, según el profesor, es “encontrar un ‘espacio’ para la reflexión, para la introspección ya que, lamentablemente, día a día estamos expuestos a situaciones de estrés y nos falta tiempo para reflexionar sobre ese día a día”. Enfatiza que vivimos conectados en un permanente “piloto automático”, y que para salir de él hay que hacer a un lado la rutina diaria y reencontrarse con uno mismo. <br />
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Una vez que se dejan a un costado “todos los condicionamientos, los títulos, los roles” se encuentra ese “espacio para disfrutar del silencio, sin divagar, sino activamente conectados con la realidad, o como dice, un maestro hindú, Paramahansa Yogananda: ‘calmadamente activo y activamente calmado, un príncipe de la paz sentado en el trono del equilibrio, gobernando el reino de la actividad’”, cita Staffa. <br />
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Por dónde se llega al oasis </strong><br />
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Si bien los destinos para los encuentros pueden ser diversos, suma bienestar que el lugar tenga espacios al aire libre que permitan el contacto con la naturaleza. <br />
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“Desde Estilo Yoga no tenemos preferencia alguna sobre los lugares para organizar los encuentros, lo ideal es que sea un lugar apartado, silencioso y preferentemente con algún espacio abierto para poder realizar alguna actividad al aire libre, indistintamente de la época del año”, relata Staffa. <br />
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“Los que más éxito han tenido los últimos años son los retiros en las sierras de Córdoba, en la localidad de Los Cocos”, cuenta Lifar y explica que eligen esta zona “pues, dentro de todo es un lugar cercano a la Capital Federal, el paisaje es ideal, la sierra, la quietud, la calidad del aire”. Y para reforzar aún más esta elección señala que “el hotel (que los recibe) tiene muy buen alojamiento, tanto por el servicio como por las habitaciones y el grupo humano que nos atiende –sin importar el número del contingente– que prepara, especialmente, comida vegetariana para nosotros”. <br />
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Aquí y en el mundo, los lugares para estos retiros pueden sumar más mística aún. Por ejemplo, Staffa comenta que está organizando un viaje a India para marzo de 2010, y que la idea es “poder conocer no solamente la India tradicional sino realizar visitas a Ashram, a centros de peregrinación y religiosos, y por supuesto no faltara un poco de práctica de yoga”. <br />
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<strong>Retiros para empresas </strong><br />
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Las personas, individualmente, tenemos la necesidad de encontrar espacios físicos y mentales –aunque lo logremos con menor frecuencia de lo aconsejado–, que nos permitan llegar al relax. En las relaciones laborales, en donde se suma el colectivo de estas necesidades, la propuesta de un espacio que las contemple aparece como una buena opción tanto para los empleados como para las compañías. <br />
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Quienes realizan estos retiros para empresas sostienen que cuando se alcanza el buscado relax todo mejora: se logra mayor foco y concentración en las tareas, y se consiguen progresos en las relaciones interpersonales (que se distienden). <br />
Staffa comenta que la propuesta para las empresas es “realizar retiros por sección o integrando a toda la empresa; depende del objetivo puntual que persiga la organización”. Y ejemplifica que la empresa puede solicitarlo para preparar a sus empleados para el desarrollo de un nuevo proyecto o el relanzamiento de un producto diferente, “pero el objetivo siempre es el mismo: tener un ‘espacio’ de integración, de diálogo, de intercambio nutricio y de consenso, que en el día a día no se puede encontrar”. <br />
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Conectarse en un spa </strong><br />
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En Traslasierra, Córdoba, el spa Las Dalias ofrece dos programas: el de “desintoxicación y revitalización”, y el “antiestrés/restablecimiento personal”, que incluyen cuatro clases de yoga durante una semana. También propone seminarios de tres días, llamados “encuentro con el yoga”, con clases por la mañana y por la tarde. <br />
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Liliana Racauchi, directora de este centro de terapias naturales, cuenta que las propuestas surgieron al observar que “hay mucho pensamiento, y poca conexión registro de lo corporal en sí” y que por ese motivo las personas necesitan el yoga que mediante sus prácticas “permite unir –y vivenciar– a la persona que es cuerpo-mente, no dos cosas separadas”. En tanto que cuando la persona se conecta con su cuerpo, puede “bajar los decibeles y generar energía que permita equilibrar el cuerpo-mente”. <br />
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Las Dalias recibe a toda persona –principiantes o con prácticas avanzadas–, “que llegue con la intención de cuidar su cuerpo-mente y de realizar dicha actividad que incluye clases de una hora y media con meditación”. Racauchi destaca que cada vez va gente más joven “que quiere cuidarse, aprender a vivir mejor e incorporar herramientas que le ayuden a mejorar su calidad de vida”. <br />
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Más información <br />
<a href=""""javascript:void(0);/*1243606602231*/"""">http://www.fid.org.ar/ </a><br />
<a href=""""javascript:void(0);/*1243606610638*/"""">http://www.estiloyoga.com.ar/ </a><br />
<a href=""""javascript:void(0);/*1243606621566*/"""">http://www.spa-lasdalias.com.ar/ </a>
Retiros de yoga: viaje al centro de uno mismo
Cada día, demandas externas e internas nos alejan de nuestro ser. Salir de esa situación, y de los roles que nos atan, no es simple. Por eso, tanto el yoga se vislumbran como un respiro en la vorágine.