Es, indudablemente, una carrera entre las dos potencias por la supremacía tecnológica. Los responsables del Departamento de Energía afirman que la máquina – que costará US$ 500 millones – será aproximadamente siete veces más rápida que el actual sistema más poderoso.
La supercomputadora Aurora sería la primera de las estadounidenses en alcanzar la un desempeño de “exaescala”, que es cuando una computadora puede hacar más de un quintillón de cálculos por segundo. Su rival más cercana es el sistema IBM (US$ 200 millones) llamado Summit, que el año pasado salió primera entre las 500 computadoras más poderosas del mundo. Aurora será construida en el Laboratorio Nacional Argonne, en las afueras de Chica y estará lista en 2021.
Contar con máquinas capaces de interpretar datos más rápidamente ayudará a los investigadores con tareas de modelación del cambio climático o en el descubrimiento de drogas farmacéuticas.
El anuncio es intepretado como un ejemplo más de la rivalidad tecnológica entre Estados Unidos y China, especialmente en el campo de las súpercomputadoras.
China es número uno en fabricación de supercomputadoras. Si bien ya no tiene la primera computadora del mundo, le gana a Estados Unidos en cantidad. Top500 ha sacado su lista semianual de las 500 computadoras más poderosas del planeta. En ella aparece que 206 fueron construidas por firmas chinas. Además, por primera vez el primer fabricante de supercomputadoras no es una firma estadounidense. Ese premio se lo lleva Lenovo, compañía china.