Acceso a la Red: otro fallo contra la CFC en EE.UU.

En otro revés para la Comisión Federal de Comunicaciones, el fallo de un tribunal federal puede obligar a los cables a compartir redes de banda ancha con proveedores de servicios por Internet (PSI). Es decir, sus competidores.

8 octubre, 2003

El veredicto fue unánime: los tres jueces de la cámara de apelaciones
para el IX circuito federal (San Francisco) declararon inválida una decisión
de la CFC. Aplicando su política favorable a la concentración de
medios, la entidad había liberado a los cables de toda obligación
en cuanto a permitir al acceso de competidores a sus líneas.

Un grupo de PSI había iniciado acciones contra la CFC y, ahora, la segunda
instancia ratifica a la primera. Los prestadores reivindicaban el derecho a
rentar el uso de esas redes para ofrecer servicios en competencia con sus propietarios
(los cables).

"Este fallo ofrecerá a los usuarios más opciones en banda
ancha. También hará bajar tarifas y mejorará la calidad
de servicio", afirma David Baker, vicepresidente de Earthlink, el PSI que
encabeza la ofensiva contra la CFC.

Por su parte, la comisión -"manejada desde afuera por Rupert Murdoch",
acusan los PSI- anunció que recurriría a la Suprema Corte. Su
jefe, Michael Powell (hijo del secretario de Estado), señaló que
el fallo va contra políticas del Poder Ejecutivo, cuyo objeto es "promover
la consolidación de medios y redes".

A su vez, los PSI piensan emular a quienes bloquearon, en septiembre, otro
intento de la CFC para promover oligopolios en medios. Vale decir, gestionarán
el apoyo del Congresos para legislar contra las políticas que defienden
Powell y la CFC.

Letrados de la entidad y de los cables no creen que el fallo sea tan claro
como lo ven los PSI. Puntualizan, al respecto, que "no exige taxativamente
arrendar líneas a competidores". En verdad, los jueces dictaminaron
que la CFC había actuado incorrectamente al definir tipos de servicios
y sus regulaciones específicas.

Políticamente, el punto más débil de la postura oficial
es que la CFC defiende los intereses de grandes operadores -sean cables, telefónicas
o multimedios- sin exigirles abrir sus redes a competidores de menor tamaño.
En cuanto al tribunal de apelaciones, resolvió que los cables son también
proveedores de servicios en banda ancha, con obligaciones hacia el resto del
sector.

No todos los grandes operadores se aferraron a la CFC. Ya antes del fallo,
por ejemplo, Comcast Cable llegó a acuerdo con algunos PSI para arrendarles
líneas de alta velocidad. Entre ellos, America Online y Earthlink (ello
implica acceso a casi 25% de hogares en Estados Unidos).

Otros adoptaron similar temperamento. Optando por la cautela, la National
Cable and Telecommunications Association
eludió opinar sobre la medida
de la CFC, la demanda en contra y el fallo.

El veredicto fue unánime: los tres jueces de la cámara de apelaciones
para el IX circuito federal (San Francisco) declararon inválida una decisión
de la CFC. Aplicando su política favorable a la concentración de
medios, la entidad había liberado a los cables de toda obligación
en cuanto a permitir al acceso de competidores a sus líneas.

Un grupo de PSI había iniciado acciones contra la CFC y, ahora, la segunda
instancia ratifica a la primera. Los prestadores reivindicaban el derecho a
rentar el uso de esas redes para ofrecer servicios en competencia con sus propietarios
(los cables).

"Este fallo ofrecerá a los usuarios más opciones en banda
ancha. También hará bajar tarifas y mejorará la calidad
de servicio", afirma David Baker, vicepresidente de Earthlink, el PSI que
encabeza la ofensiva contra la CFC.

Por su parte, la comisión -"manejada desde afuera por Rupert Murdoch",
acusan los PSI- anunció que recurriría a la Suprema Corte. Su
jefe, Michael Powell (hijo del secretario de Estado), señaló que
el fallo va contra políticas del Poder Ejecutivo, cuyo objeto es "promover
la consolidación de medios y redes".

A su vez, los PSI piensan emular a quienes bloquearon, en septiembre, otro
intento de la CFC para promover oligopolios en medios. Vale decir, gestionarán
el apoyo del Congresos para legislar contra las políticas que defienden
Powell y la CFC.

Letrados de la entidad y de los cables no creen que el fallo sea tan claro
como lo ven los PSI. Puntualizan, al respecto, que "no exige taxativamente
arrendar líneas a competidores". En verdad, los jueces dictaminaron
que la CFC había actuado incorrectamente al definir tipos de servicios
y sus regulaciones específicas.

Políticamente, el punto más débil de la postura oficial
es que la CFC defiende los intereses de grandes operadores -sean cables, telefónicas
o multimedios- sin exigirles abrir sus redes a competidores de menor tamaño.
En cuanto al tribunal de apelaciones, resolvió que los cables son también
proveedores de servicios en banda ancha, con obligaciones hacia el resto del
sector.

No todos los grandes operadores se aferraron a la CFC. Ya antes del fallo,
por ejemplo, Comcast Cable llegó a acuerdo con algunos PSI para arrendarles
líneas de alta velocidad. Entre ellos, America Online y Earthlink (ello
implica acceso a casi 25% de hogares en Estados Unidos).

Otros adoptaron similar temperamento. Optando por la cautela, la National
Cable and Telecommunications Association
eludió opinar sobre la medida
de la CFC, la demanda en contra y el fallo.

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