Por Mike Mayor (*)
Asís se crean comunidades lingüísticas para abordar esta necesidad de interacción humana.
Pero sin dudas, la tecnología puede complementar lo que hace el maestro, y podrá hacerlo de una manera más significativa gracias a la IA ya que permite extender el aprendizaje de idiomas fuera del aula, impulsando un progreso más rápido. Está disponible 24/7 y brinda a los alumnos un espacio para practicar y fallar, una forma de generar confianza.
No reemplaza al maestro. En cambio, permite que el profesor sea reemplazado en el aula, centrándose en los elementos comunicativos del aprendizaje de idiomas que siguen siendo un desafío para las aplicaciones.
Evolución de la tecnología educativa
En los años setenta, las grabadoras de cinta eran la última tecnología. Permitieron a los niños de la escuela escuchar oraciones pronunciadas por un hablante nativo, en lugar de un profesor.
Miramos imágenes proyectadas en la pared, escuchamos las oraciones y las repetimos una y otra vez. La metodología audio-lingual no solo usó la última tecnología, sino que la pedagogía también se basó en la ciencia de aprendizaje del conductismo. En pocas palabras: si se repite algo con la suficiente frecuencia, se vuelve automático.
Desde entonces, este enfoque para el aprendizaje de idiomas ha sido desacreditado y reemplazado por el enfoque comunicativo.
Centrarse en los resultados
No es suficiente ser innovador o novedoso. El “juguete nuevo y brillante” solo atraerá a los alumnos por un corto tiempo si no sienten que están progresando. Necesitamos medir el impacto en el aprendizaje real.
Sin embargo, es motivador ver los progresos de la tecnología educativa. Por primera vez, creo que estamos en la cúspide de experiencias de aprendizaje verdaderamente personalizadas para todos los estudiantes.
Muchos de nosotros estamos desarrollando IA para lograr un aprendizaje más adaptativo, monitorear el progreso del alumno y ofrecer comentarios sobre pronunciación, gramática, vocabulario, habla y escritura.
Desde Pearson recientemente renovamos el GSE (Global Scale of English) herramienta que permite medir las competencias en oralidad, escucha, lectura y escritura para adaptar los contenidos y permitir que los alumnos puedan seguir avanzando en su proceso de incorporación del idioma.
Con el objetivo de acompañar cada etapa del aprendizaje de estudiantes de todas las edades, acelerar su progreso, desarrollar su confianza y mantenerlos motivados para alcanzar los objetivos deseados, además de medir el progreso tanto a nivel local, como nacional e internacional.
Sabemos que la retroalimentación tiene un impacto significativo en el aprendizaje. También sabemos que es un desafío dar retroalimentación sobre el lenguaje espontáneo. Pero ahí es donde se dirige la IA y pronto la visión de los estudiantes interactuando con tutores virtuales en una variedad de temas será una realidad.
(*) Senior Director, Learning Research and Design en Pearson Education
