Un joven chileno inicia el miércoles un insólito experimento de ocho meses durante los cuales vivirá encerrado en una casa sin más ayuda ni conexión con el mundo externo que un ordenador conectado a Internet.
El protagonista de esta aventura cibernáutica, Enrique Piracés, es un estudiante de Periodismo, de 23 años, que pretende llevar una vida “totalmente normal” utilizando los servicios que ofrece Internet para satisfacer todas las necesidades que tendrá durante su reclusión.
“Voy a llevar una vida completamente normal, sólo que haré todo virtualmente, o sea en línea”, afirmó el joven.
Durante su permanencia en la casa, que finalizará el 31 de diciembre de 2000, 16 cámaras filmarán prácticamente todos los movimientos de Piracés, lo que permitirá a los usuarios conectados a la red seguir en vivo sus actividades a través de la página web Vivonline.com.
Sin embargo, quedarán a resguardo de sus visitantes virtuales los momentos privados de la rutina diaria, como ir al baño, ducharse o cambiarse de ropa.
“El proyecto dista mucho de ser una casa de vidrio virtual”, explicó Piracés, en alusión al innovador proyecto artístico conocido como La Casa Transparente, que durante dos semanas protagonizó una actriz el pasado mes enero en pleno centro de la capital chilena, y que provocó un gran revuelo entre sectores ultraconservadores por los desnudos de la joven a la vista de los transeúntes.
En la experiencia de Enrique Piracés, en cambio, la casa será una vivienda convencional, pero completamente vacía, con excepción de las cámaras, el equipo de la computadora y un saco de dormir.
“Con el tiempo voy a ir ampliando los bienes del inmueble, proveyéndome de todo a través de Internet”, anunció el joven estudiante de Periodismo.
Durante ese período, el creador del proyecto mantendrá un sistema de tele trabajo como redactor en un diario electrónico chileno. Además, las transacciones económicas las realizará a través del correo electrónico o usando tarjetas de crédito.
Fuente: EFE
Un joven chileno inicia el miércoles un insólito experimento de ocho meses durante los cuales vivirá encerrado en una casa sin más ayuda ni conexión con el mundo externo que un ordenador conectado a Internet.
El protagonista de esta aventura cibernáutica, Enrique Piracés, es un estudiante de Periodismo, de 23 años, que pretende llevar una vida “totalmente normal” utilizando los servicios que ofrece Internet para satisfacer todas las necesidades que tendrá durante su reclusión.
“Voy a llevar una vida completamente normal, sólo que haré todo virtualmente, o sea en línea”, afirmó el joven.
Durante su permanencia en la casa, que finalizará el 31 de diciembre de 2000, 16 cámaras filmarán prácticamente todos los movimientos de Piracés, lo que permitirá a los usuarios conectados a la red seguir en vivo sus actividades a través de la página web Vivonline.com.
Sin embargo, quedarán a resguardo de sus visitantes virtuales los momentos privados de la rutina diaria, como ir al baño, ducharse o cambiarse de ropa.
“El proyecto dista mucho de ser una casa de vidrio virtual”, explicó Piracés, en alusión al innovador proyecto artístico conocido como La Casa Transparente, que durante dos semanas protagonizó una actriz el pasado mes enero en pleno centro de la capital chilena, y que provocó un gran revuelo entre sectores ultraconservadores por los desnudos de la joven a la vista de los transeúntes.
En la experiencia de Enrique Piracés, en cambio, la casa será una vivienda convencional, pero completamente vacía, con excepción de las cámaras, el equipo de la computadora y un saco de dormir.
“Con el tiempo voy a ir ampliando los bienes del inmueble, proveyéndome de todo a través de Internet”, anunció el joven estudiante de Periodismo.
Durante ese período, el creador del proyecto mantendrá un sistema de tele trabajo como redactor en un diario electrónico chileno. Además, las transacciones económicas las realizará a través del correo electrónico o usando tarjetas de crédito.
Fuente: EFE