Al ser consultado por Mercado sobre las tendencias que marcan la agenda en la estrategia de gestión del talento dentro de las compañías, Patricio Marzialetti, director de Recursos Humanos de Prisma Medios de Pago, el ejecutivo detalla los cinco pilares:
Generar impacto. El impacto de lo que generamos en el día a día genera que el trabajo sea significativo y por ende se activa una motivación más profunda. No se trata solo de cumplir tareas o alcanzar metas, sino de contribuir a algo que vale la pena. En nuestras compañías, trabajar en proyectos como bimonetarismo, pagos en el transporte o propinas digitales, nos motiva por ser vectores de un cambio en la sociedad.
Employee Experience y el desarrollo. Ya no alcanza con atraer talento; la experiencia de las personas en la organización se volvió una prioridad estratégica. Las empresas buscan diseñar viajes significativos, personalizados, que generen compromiso y habiliten el desarrollo personal y profesional de las personas integralmente.
Diversidad, equidad e inclusión (DEI). Las organizaciones están repensando sus culturas para ser verdaderamente inclusivas, no solo desde la perspectiva de género, sino también en términos generacionales, culturales, etc.
Aprendizaje continuo y reskilling. El foco está en la formación continua, con estrategias de upskilling y reskilling. Las empresas impulsan ecosistemas de aprendizaje personalizados, con formatos digitales, on-demand y colaborativos.
Modelos de trabajo flexibles. La flexibilidad se consolidó como un factor clave para atraer y fidelizar talento. Ya no se trata solo de home office, sino de redefinir el trabajo en términos de confianza, resultados, bienestar y autonomía.
¿Qué riesgos y beneficios se identifican en el uso de IA para la gestión de talento?En Prisma Medios de Pago, Payway y Newpay estamos trabajando no solo capacitamos a nuestros equipos sino que incorporamos la IA en nuestro día a día y encontramos como principales beneficios:
Productividad. Libera tiempo valioso al automatizar procesos administrativos u operativos, permitiendo que las personas se enfoquen en tareas más estratégicas o creativas.
Gestión de datos. Gracias al análisis de grandes volúmenes de datos, la IA permite detectar patrones de valor.
Potencia la innovación. La IA no solo ayuda en tareas rutinarias, sino también nos permite conectar variables para crear cosas nuevas evitando la hoja en blanco.
En cuanto a los riesgos podemos mencionar:
Sesgos algorítmicos. Si los datos con los que se entrena la IA están sesgados, las decisiones que tome también lo estarán (por ejemplo, en procesos de selección o evaluación).
Obsolescencia. La automatización puede llevar a la obsolescencia de ciertos puestos y la aparición de nuevos. Lo que es una certeza es que la mayoría va a requerir una reinvención y procesos reskilling.
Problemas de privacidad. El uso intensivo de datos personales para alimentar algoritmos puede poner en riesgo la confidencialidad o el consentimiento informado.