“Esa confianza, clave en cualquier equipo, cobra mayor importancia aún en contextos de diversidad generacional, porque implica trascender diferencias visibles y sesgos que limitan la mirada -se explaya Gonzalo Villar-. En Gador trabajamos para identificar esos sesgos y promover la agilidad emocional como parte de nuestra cultura. La empatía intergeneracional no es solo entender al otro, sino integrar su forma de ver el mundo como parte del valor colectivo. A esto se suma la escucha activa, que permite captar matices y necesidades diversas, y la capacidad de adaptación, esencial para liderar en contextos cambiantes.
En este sentido, liderar equipos exige la capacidad de construir confianza para que conversaciones, diferencias e ideas fluyan y se conviertan en motor de crecimiento.
¿Qué situaciones concretas generan mayor fricción entre generaciones y cómo se gestionan?
En Gador preferimos hablar de diferencias en hábitos, estilos y expectativas más que de fricciones. El desafío está en integrar esas miradas, canalizándolas como parte de la riqueza de la diversidad del equipo. Reconocer cómo cada generación se vincula y se comunica nos permite construir puentes más sólidos.
Por ejemplo, en comunicación, los baby boomers suelen preferir estilos más formales y estructurados, mientras que la generación Z opta por formas más espontáneas y visuales. Estas diferencias se reflejan tanto en los canales como en las intenciones; algunas generaciones valoran la claridad, otras la naturalidad.
Las generaciones también se vinculan de forma distinta con la jerarquía y la autonomía. Mientras las mayores valoran estructuras ordenadas, las más jóvenes priorizan la participación horizontal y el sentido de las decisiones. No rechazan la autoridad, sino que buscan entender su propósito y forma.
En cuanto a la tecnología, los nativos digitales se adaptan con facilidad, lo que puede generar brechas técnicas y emocionales. Para reducirlas, es clave acompañar la transformación con propuestas que contemplen diversas realidades y promuevan cambios de hábitos
Estas diferencias pueden manifestarse en situaciones concretas como la forma de dar feedback, el uso de herramientas colaborativas o la participación en reuniones.
Integrar la diversidad
¿Cómo varían las expectativas respecto a compensación monetaria, beneficios y desarrollo profesional según cada generación?
Si bien existen aspectos comunes como la percepción de equidad interna o la competitividad externa, la relevancia de cada uno dentro de una propuesta integral de valor varía según el momento profesional y las circunstancias personales y familiares.
Por ello, buscamos abordar esta diversidad desde una perspectiva holística, generando opciones que respondan a distintas realidades y prioridades. Un ejemplo concreto es nuestra propuesta de beneficios, diseñada para atender esa variedad de necesidades, contextos y expectativas.
¿Se observan diferencias en la forma en que cada generación gestiona la hiperconexión y el equilibrio vida-trabajo? ¿Qué estrategias se implementan para dar respuesta a las distintas necesidades?
Entendemos que la hiperconexión y el equilibrio entre vida personal y laboral se viven de forma distinta según las experiencias, hábitos y estilos de cada persona. Más que hablar de generaciones, hablamos de realidades diversas que conviven en la organización.
Algunas personas valoran la flexibilidad, otras priorizan la estructura. Lo importante es reconocer esas distintas miradas y diseñar estrategias que las integren. Por eso, promovemos prácticas como la desconexión digital, horarios flexibles y conversaciones abiertas sobre límites saludables.
¿Qué rol jugará la diversidad generacional en la construcción de culturas corporativas más inclusivas e innovadoras?
Integrar esa diversidad generacional representa una oportunidad única para enriquecer nuestra cultura corporativa. Cada generación aporta miradas, hábitos y valores distintos; desde la perspectiva reflexiva de los baby boomers hasta la naturalidad y apertura de los nativos digitales.
Esta diversidad no es un desafío para resolver, sino un capital a integrar. Desde nuestra propuesta cultural, fomentamos profundamente el trabajo en equipo, centrado en la construcción de confianza y la creación de espacios de seguridad psicológica. Además, impulsamos el desarrollo de la agilidad emocional y cognitiva para identificar sesgos que puedan afectar esa construcción colectiva y diversa que buscamos.
Estamos convencidos de la importancia que tienen estos pilares de la cultura Gador en la construcción de una organización más humana, flexible y atractiva, en la que cada persona se pueda sentir cuidada, integrada y comprometida con el propósito común que tenemos.
