La historia de esta compra comenzó en octubre de 2019, cuando Tiffany, la famosa joyería de las cajitas azules, anunció que había recibido una oferta no solicitada de compra de US$ 120 por acción. La oferta valuaba las acciones en US$ 14.500 millones y la compañía en US$ 14.900 millones. Con el anuncio, las acciones de la famosa joyería norteamericana subieron 30%. Se trataba de la compra más grande en el mercado del lujo.
Louis Vuitton Moët Hennessy (LVMH), el conglomerado del lujo controlado por Bernard Arnault, el hombre más rico de Francia, buscaba añadir a su colección de marcas una de las pocas joyas que le faltaban y que más tiempo llevaba persiguiendo: Tiffany. Al no encontrar eco a su propuesta LVMH puso el valor de la acción en US$ 130 y el de la compañía en US$ 15.800 millones.
Luego de varias semanas de conversaciones Tiffany aceptó abrir sus libros contables a LVMH. Eso daba a entender que la compañía fundada por Charles Lewis Tiffany en 1837 estaba considerando seriamente la oferta, aunque sin acuerdo de exclusividad.
Tiffany perdió muchas venPero en 2020 llegó el coronavirus y el acuerdo se complicó. Tiffany perdió muchas ventas con la cuarentena y las protestas en Nueva York. Ambas compañías, que ya habían firmado en noviembre un acuerdo “prenupcial” con muchas cláusulas relativas a incumplimiento, ya no veían tan segura la realización de la compra-venta.
Pero esta semana se supo que LVMH aceptó ir adelante con la adquisición por un precio levemente más bajo . El acuerdo fue aprobado a US$ 15.800 millones y pone punto final al agrio conflicto que desencadenó la pandemia y que amenazó con descarrilar la mayor operación en el mercado del lujo. El grupo francés anunció el jueves que pagará US$ 131,50 la acción de la joyería (el precio original era 135), lo que sitñua la valuación de la compañía en US$ 15.800 millones
