De confirmarse esta decisión, los argentinos no podremos acceder a los nuevos medicamentos que se descubran para el tratamiento de enfermedades graves o muy complejas si la autoridad no se expide favorablemente o considera que no vale la pena autorizarlo.
Debemos garantizar el acceso de los pacientes a nuevos medicamentos que mejoren su calidad y expectativa de vida. Una regulación que condicione la disponibilidad de un medicamento para los pacientes a una evaluación previa violaría el derecho a la salud de los pacientes consagrado en nuestra constitución nacional.
La evaluación de tecnología sanitaria debe estar orientada a los pacientes, no interferir en modo alguno con la autorización de comercialización de medicamentos seguros, eficaces y de calidad, que es una atribución de la ANMAT, y no ser una recomendación vinculante para los financiadores de la salud. De lo contrario, la evaluación de la tecnología sanitaria funcionaría como una barrera para el ingreso de innovación farmacéutica en la Argentina.
La institución dedicada a la ETS debe ser independiente, profesional, e integrada con la participación de todos los actores relevantes del sistema de salud con criterios objetivos y transparentes de evaluación. No pueden faltar asociaciones de pacientes, financiadores, sociedades médicas y productores de tecnología.
CAEMe apoya la creación de una agencia de evaluación de tecnología sanitaria que esté alineada con las mejores prácticas internacionales y que ponga al paciente en el centro de la evaluación de nuevos medicamentos, sin obstaculizar el pronto y oportuno acceso a los mismos.