A punto de cumplir 54 años, Perez Companc cambió su nombre por Pecom Energía, y anunció que aspira a duplicar su producción de petróleo y gas, para pasar de los actuales 140.700 a los 300.000 barriles diarios a fines del 2004. Pero Guillermo Daniel, número uno de la empresa en el área de Exploración y Producción (E&P) no piensa en ese crecimiento cuando habla de dar el gran salto, sino en un cambio de escala que permita a la petrolera alcanzar los 600.000 barriles por día.
Gregorio Goyo Pérez Companc, el patriarca del clan, lo puso al frente del equipo que recorre el mundo en busca de una compañía internacional de un tamaño parecido al de la petrolera argentina. El movimiento parece curiosamente similar al que emprendió YPF con la compra de la estadounidense Maxus, antes de ser adquirida por Repsol.
“En cinco años, la empresa tendría que trascender el marco de América latina. Estamos buscando una firma con la cual complementarnos. Debe coincidir con nuestra estrategia, nuestra cultura y tener una posición geográfica interesante”, enumera Daniel. “Si es posible, además, tendría que contar con algún activo en el negocio de downstream, aunque será difícil conseguir una compañía de nuestro tamaño tan integrada. De todos modos, en refinación y petroquímica se puede crecer rápidamente con inversiones.”
Canje con intenciones
Los directivos de Pecom ya han completado 80% del trabajo de selección. “Confeccionamos una lista de unas 15 petroleras, en su mayoría europeas y estadounidenses”, precisa Daniel. Ahora, tendrán que hilar fino y reducir la nómina a tres, un proceso que les llevará unos seis meses más.
Aunque mantiene estricto silencio sobre los nombres de los candidatos, al momento de compararse con jugadores internacionales, en sus presentaciones para los inversores, Pecom menciona a Lasmo, Pioneer, AEC, Anadarko, Ocean, Apache y Santa Fe en materia de producción, y a Unocal, Burlington y Amerada, si se consideran las reservas.
Entre 1994 y 1999, la compañía invirtió US$ 3.286 millones, de los cuales cerca de 60% fueron al área que comanda Daniel. Con los proyectos en marcha, que insumirán un desembolso de US$ 3.000 millones hasta el 2004, Pecom ya agotó su capacidad de endeudamiento.
Por eso, una vez confeccionada la short list, comenzará a armarse la ingeniería financiera necesaria para concretar la adquisición. Parte de ese proceso se inició con el canje, lanzado en noviembre y cerrado en enero, de acciones de PC Holdings por papeles de Perez Companc SA. En la operación, el clan familiar no modificó sustancialmente su participación accionaria en Pecom alrededor de 58% pero logró quedarse con 80% de los votos, a cambio de prometerles a los accionistas bursátiles dividendos 50% superiores a los suyos por un período de diez años.
Esto dejó a la compañía lista para una ampliación de capital, con lo cual evitará el riesgo de una oferta hostil y podrá acceder al efectivo necesario para cerrar la compra que le permita duplicar su tamaño.
El 15 de noviembre del año pasado, cuando anunciaron la propuesta del intercambio de títulos, los voceros de Pecom ya habían anticipado que la iniciativa estaba destinada a habilitar a la empresa a ampliar su capital y al mismo tiempo asegurar su independencia. Consultado sobre el tiempo que deberán pasar agazapados antes de dar el gran salto, Daniel prefiere no dar detalles. “La empresa ya cotiza en Buenos Aires y en Nueva York. Primero hay que esperar que la acción se estabilice”, desliza.
Ahora, 98,21% de Pecom Energía está controlada por Perez Companc, empresa en la que los accionistas bursátiles cuentan con 41,38%, la Fundación Perez Companc, 29,17% y la familia, 29,45%. Para reflejar la nueva integración del público en el holding, en su primera asamblea, PC Holdings (reemplazada después por Perez Companc) sumó ocho directores, cuatro de ellos independientes. A propuesta de los accionistas mayoritarios, fueron nombrados Nathaniel Davis (ex embajador de Estados Unidos en Guatemala, Chile y Suiza), Charles Gillespie (quien pasó por cargos jerárquicos en el Departamento de Estado norteamericano y fue embajador en Colombia y Chile), Richard Huber (ex presidente de Aetna y vice del Chase Manhattan Bank en Nueva York) y Eliezer Batista (ex ministro brasileño de Energía y Minas). Por parte de la familia, quedaron Oscar Vicente, Walter Schmale, Tadeo Perich y Mario Lagrosa, que se sumaron al directorio anterior, integrado por Goyo, sus hijos Jorge y Luis, y Alberto Cupi.
El día a día
Mientras avanzan en la búsqueda de la pareja ideal, los directivos de Pecom procuran que esto no los distraiga de sus metas más cercanas: bajar costos mediante la integración de toda la cadena desde la producción hasta la comercialización consolidar sus activos argentinos de E&P en las cuencas Neuquina y Austral, afianzar el negocio petroquímico en Brasil y lanzarse con fuerza en el mercado local de retail.
Cada movimiento que la compañía anuncia en la Bolsa de Comercio se puede explicar a partir de esos objetivos. Este año, Pecom se quedó con 100% de Refinería San Lorenzo, al comprarle a Repsol-YPF su participación de 42,5% en esa empresa, que cuenta, además, con una red de 75 estaciones de servicio en Santa Fe, Córdoba, Tucumán, Entre Ríos y Corrientes. Ahora, las naftas que salen de la refinería, que antes eran vendidas al por mayor y también abastecían a la petroquímica Pasa, se despacharán desde surtidores propios, con lo cual agregarán valor a la cadena.
Pecom está buscando un nombre con el cual salir a competir en un mercado de venta minorista dominado por Repsol-YPF, Esso, Shell y Eg3 (en proceso de ser absorbida por la brasileña Petrobras). Sin embargo, sus directivos aseguran que el objetivo prioritario es integrarse, en lugar de hacerle frente a las cuatro firmas que controlan 90% del negocio.
La duda pasa por mantener el logotipo SL de las actuales estaciones o matar una buena marca regional para crear otra que se identifique más con el holding y tenga proyección nacional. La decisión no es sencilla, puesto que ésta es la primera vez que Perez Companc se enfrenta a la necesidad de pensar en cómo venderle algo al consumidor final. Los directivos del área destacan que la empresa se convertirá en la única alternativa argentina, por lo que no sería extraño que el eslogan de la nueva cadena lleve alguna frase relacionada con el reverdecido compre nacional.
Para crecer en el negocio de la comercialización de naftas, la empresa replicará el concepto que está manejando a nivel mayorista. A mediano plazo, planea un crecimiento orgánico: invertirá US$ 50 millones en duplicar el número de estaciones y llegar a 150 puntos de venta. Sin embargo, la mirada de Haroldo Dahn, el hombre del grupo que maneja el proyecto desde el área de Petroquímica y Refinación, está puesta en una red de 400 agencias. Y ese incremento sólo podrá lograrse si se suman los contratos que se están venciendo entre los estacioneros y las otras cadenas, o mediante adquisiciones.
Dapsa está en venta, aunque en la empresa no la miran con demasiadas esperanzas porque, afirman, su cartera de activos es despareja. El otro candidato podría ser Rhasa. Las negociaciones que apuntaban a una alianza con Sol Petróleo, en manos de la uruguaya Ancap, fueron desmentidas por ambas compañías.
Además de San Lorenzo, el grupo también cuenta con Refinor, otra pequeña cadena de 55 estaciones de servicio en el norte del país, aunque en este caso comparte la propiedad con Repsol-YPF/Astra (51%) y Pluspetrol (21%). Esta red seguirá funcionando en forma independiente del proyecto nacional de Pecom. Incluso podrían competir entre sí en las zonas que sean rentables.
Comprar y ahorrar
Pecom está llevando a cabo, además, un intenso programa de reducción de costos. Si se compara el primer semestre de este año con el mismo período de 1999, la empresa logró elevar de 28,2 a 32,8% el margen bruto sobre ventas. Una de las alternativas es consolidar sus activos locales de modo que puedan ser operados en conjunto desde Neuquén, donde está la base de E&P para la Argentina.
“Necesitamos manejar nuestros activos integralmente. Por ejemplo, a principios de septiembre vendimos los yacimientos mendocinos de Piedras Coloradas y Cacheuta a Vintage Oil en US$ 38,6 millones. Eran áreas maduras a las cuales no se les podían bajar más los costos. En Neuquén contamos con algún yacimiento pobre, como el de Catriel Oeste, pero, como lo manejamos desde una estructura centralizada en esa zona, todavía tiene sentido mantenerlo”, explica Daniel.
El director de Negocios de E&P de la petrolera asegura que siempre hay nueva tecnología que permite extraer más crudo de un área, pero los costos tienen que ser razonables.
Con esta misma política de unificar áreas, la empresa gastó cerca de US$ 150 millones para quedarse con 41% de Santa Cruz I, vecina a la que ya poseía en Santa Cruz II. Los vendedores fueron Compañía General de Combustibles, Sudelektra y Quintana. En ese yacimiento, todavía puede crecer 1,8% ya que mantiene un acuerdo de compra con CGC por esa participación. De todos modos, la petrolera del grupo Soldati todavía cuenta con acciones por 30% en Santa Cruz I. “Es uno de sus principales activos”, señala Daniel.
Aunque en Pecom aseguran que no están interesados en la empresa de energía de Sociedad Comercial del Plata, todo dependerá del precio de venta y de la evolución del fallo negativo por US$ 150 millones que tuvo esa compañía por parte de un tribunal arbitral privado en Estados Unidos.
Segunda en el ranking
En la Argentina, Pecom es la segunda productora de petróleo, detrás de Repsol-YPF. Pero sus yacimientos locales le aportan apenas 57% de la producción y 42% de las reservas de gas y petróleo. Cuenta aquí con 16 campos de producción y otros cinco que están en etapa exploratoria. El resto (43%) de sus activos está en Perú, Brasil, Venezuela, Bolivia y Ecuador. En este último país son dueños de un bloque exploratorio que comenzará a producir en el 2003 y en el que están invirtiendo US$ 90 millones. De confirmarse los primeros estudios, ese yacimiento podría incrementar en 50% las reservas probadas de Pecom de 1.143 millones de barriles. También están explorando en el estado brasileño de Bahía, en sociedad con Petrobras, mientras que en el resto de los países tienen yacimientos tanto de exploración como de producción.
En Brasil, la compañía también apuesta fuerte al negocio petroquímico. En diciembre del año pasado inauguró una planta de estireno y en estos días pondrá en marcha la de poliestireno en Triunfo, con una inversión total de US$ 260 millones. La fábrica de estireno había sido diseñada para 180.000 toneladas anuales, pero finalmente entró en producción con 250.000. De la unidad de poliestireno saldrán 120.000 toneladas. Este volumen, sumado a la producción argentina, hará que Pecom se convierta en el mayor fabricante de poliestireno del Mercosur, con 200.000 toneladas anuales.
Los otros Hace ya Sin embargo, El agro |
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