“El portarretrato que está encima de la mesa de luz mostrará, en algunos años, una foto digitalizada que cambiará cada media hora”, vaticina Wayne Caswell, investigador y desarrollador del mercado del consumidor de tecnología digital de la División Microelectrónicos de IBM. “Desde cualquier PC de la casa se podrán seleccionar las imágenes: las de las últimas vacaciones en la playa o las del cumpleaños de la abuela”, agrega con entusiasmo.
El acceso a Internet desde todos los hogares o la presencia de una PC en cada uno de los rincones de la casa pueden parecer expresiones de optimismo por parte de los ejecutivos que participaron en la exposición “IBM en familia”, realizada a principios de junio en Disney World, Orlando. Sin embargo, el pronóstico no es en absoluto descabellado.
A la radio le llevó 30 años sumar sus primeros 50 millones de usuarios, a la televisión 15, y al cable 10. En apenas cinco años, la Web ha acumulado, en Estados Unidos, un público de algo más de 100 millones.
La incorporación de la tecnología a la vida cotidiana va, sin embargo, mucho más allá de estas especulaciones y se resume en la concepción de un hogar inteligente y digitalizado que interactúa y se adapta a los requerimientos de sus habitantes. Caswell, un visionario de la implementación de redes inalámbricas domésticas e integrante de Home RF (un grupo de trabajo independiente que impulsa especificaciones para este tipo de tecnología) tiene muy en claro cómo se configura este escenario.
“Mi principal interés en el diseño de tecnología para el hogar es que no sea un privilegio para pocos, y que realmente simplifique y enriquezca el estilo de vida”, afirma.
“Hoy, las necesidades de la familia que en mayor medida impulsan el home networking son el control y automatización de todas las actividades de la casa, la comunicación en red entre sus diferentes componentes, el disfrute de todo tipo de entretenimiento, desde juegos hasta películas, y la cuestión más importante: el acceso a la información a través de Internet”.
A tercerizar
Uno de los usos más significativos de la Red en el hogar será, justamente, la tercerización de gran cantidad de servicios. Será posible, por ejemplo, tener un código personal de acceso a una página Web para compartir el álbum familiar con amigos o parientes de todo el mundo. O contratar un servicio para almacenar en Internet documentos financieros o archivos, que podrán ser recuperados en caso de pérdida o accidente.
Un sistema de Web Cams puede transmitir al ciberespacio las imágenes de los principales accesos de la casa para que el usuario verifique, a la distancia, desde la computadora portátil o de mano, quién está tocando el timbre.
Las investigaciones de Caswell incluyen el desarrollo de un protocolo de comunicación digital inalámbrica entre las PC y los dispositivos electrónicos del hogar, que serán cada vez más inteligentes y adquirirán capacidad de procesamiento y almacenamiento. De ese modo, el teléfono, el sistema de seguridad de la casa y otros nuevos artefactos podrán ser manejados a través de sensores eléctricos desde cualquier computadora.
Negocio atractivo
Compañías como IBM, Hewlett Packard, Microsoft, Motorola y más de 80 empresas asociadas a Home HR esperan sacar el mejor provecho de esta tecnología que tiene como principal atractivo el acceso compartido de Internet desde cualquier parte de la casa y sus alrededores.
Si bien el sistema inalámbrico convivirá con las redes telefónicas, eléctricas y de otro tipo, Caswell cree que la oportunidad de integrar el funcionamiento del hogar sin el habitual despliegue de cables brinda gran movilidad y nuevas perspectivas de uso.
“La tendencia, para principios del 2001, son redes inalámbricas con una capacidad de transmisión de 10 Mbytes por segundo, suficientes para transmitir videos con una alta calidad de definición y distribuirlos en toda la casa.”
Por otra parte, el reconocimiento de voz es una de las tecnologías de comunicación entre el usuario y las máquinas con más capacidad de desarrollo. Si bien hasta ahora se ha utilizado con eficiencia para el dictado de texto o la ejecución de ciertas órdenes a través de programas específicos como la última versión del Via Voice de IBM, esta herramienta se perfila como una de las interfaces del futuro. Sobre todo en aquellos mecanismos que por su tamaño no disponen de lugar para un teclado, como teléfonos celulares o computadoras de mano.
Atardecer de un día agitado
Ahora bien, ¿cómo transcurrirá, concretamente, una jornada o por lo menos algunas horas en la vida de una familia que disfrute de los beneficios tecnológicos del hogar del próximo milenio? Estas son algunas pistas que contribuyen a delinear el panorama.
Ni bien el marido estaciona en el garage, luego de un largo día de trabajo, el equipo de audio digital del auto recibe como todos los días la actualización de los últimos temas musicales que la computadora bajó de la Web, seleccionados según sus preferencias. Con sólo tocar la puerta de entrada, ésta identifica la corriente eléctrica de su cuerpo, reconoce sus señas particulares, e inmediatamente admite su entrada.
Las luces se encienden a medida que atraviesa los diferentes ambientes de su casa hasta llegar al living, donde su mujer está mirando en pantalla gigante su programa favorito. La televisión digital e interactiva le permite interrumpir el talk show para terminar de verlo en otro momento: llegó la hora de calentar la cena.
Mientras espera que la comida esté lista, decide navegar por Internet y pagar los impuestos desde la pantalla ubicada en la puerta del microondas. El marido aprovecha para pasear por el jardín y revisar su nueva adquisición: un dispositivo que detecta el tipo de hongo o enfermedad que afecta a sus plantas y le aconseja cómo combatirlas.
El teléfono suena, pero sólo en las habitaciones donde se detecta presencia humana. Es la hija mayor, que llama desde el otro lado del continente. Entre todos comentan las últimas fotos de su viaje, disponibles en el sitio familiar de la Red.
La familia finalmente se sienta a la mesa. Y no son los únicos. Un dispositivo especializado de la pecera del cuarto del bebé alimenta automáticamente a los peces, detiene la bomba de aire y evita que el filtro absorba la comida.
Al acostarse, la mujer lee las últimas páginas de su libro electrónico. El marido se saca el reloj que indica con precisión su ubicación en el planeta a través de la conexión con infinidad de satélites alrededor de la tierra y se dispone a pasar al baño. El inodoro inteligente con acceso a Internet incluido calcula su peso y su composición grasa y le permite seguir de cerca la evolución de su dieta, controlada por una empresa de salud de la Web.
Antes de dormir, y con sólo apretar el botón que está al costado de la cama, la calefacción disminuye automáticamente, las luces que quedaron innecesariamente encendidas se apagan y el sistema de seguridad se pone en funcionamiento.
Mañana será otro día.