La historia sin fin

    La realidad desdibujó, en muchos casos, lo expuesto en los
    papeles allá por 1994. El paso del tiempo fue cruel con
    ciertos resultados magros. Ante ese panorama, un puñado de
    AFJP se encontró frente a una encrucijada: su única
    salida era fusionarse o asociarse.

    La radiografía del sector demuestra además que la
    actual cantidad de administradoras resulta aún elevada. La
    evolución del negocio es lenta. Recién a comienzos del
    año pasado se llegó a los cinco millones de clientes
    pronosticados para el lanzamiento.

    Cualquier acuerdo entre AFJP debe ser muy meditado y realizado en las
    sombras. Se negocia la venta o a anexión de un castillo de
    naipes, pues con un mínimo de cuatro aportes el afiliado puede
    cambiar de administradora en cualquier momento. Está
    comprobado que al más ligero rumor de que una AFJP puede ser
    comprada por otra, le sigue una fuga de fichas.

    “Previo a concretar la absorción de Activa-Anticipar
    analizamos todo un plan de comunicación e información a
    los clientes”, reconoce Alfredo López Estévez,
    gerente general de Orígenes; “ellos recibieron una carta
    con los detalles de la negociación a los siete días de
    firmado el convenio entre las partes. A pesar de ello, recibimos
    llamadas preguntándonos sobre los riesgos de esta
    adquisición.”

    Calcular el valor de un grupo previsional puede tornarse en una tarea
    sumamente compleja. Se requiere conocer con precisión el ratio
    de la relación aportante-afiliado, el sueldo promedio de los
    clientes y el número de traspasos efectivos. Para los
    expertos, salvo los líderes y contadas excepciones, los
    demás son difíciles de evaluar.

     

    Las bodas del año

    Auge era la bella durmiente del sector. Fue aprobada el 17 de
    agosto de 1994 y nunca operó. Nacida en el seno de los fondos
    compensadores del Personal Civil de la Fuerza Aérea y del
    Ejército y Gendarmería Nacional, se unió a
    Profesión en julio pasado.

    Ese acuerdo se ejecutó bajo la figura de fusión por
    absorción. La dote de Auge fue el mercado de afiliados
    potenciales procedentes de entre las filas de los empleados civiles
    de sus socios: alrededor de 40.000 personas.

    Las versiones sobre una posible restructuración del
    régimen jubilatorio de los militares en actividad
    retrasó, dicen, la puesta en marcha de esa administradora. El
    contacto entre el personal civil y el uniformado de las Fuerzas
    Armadas (más o menos 100.000 individuos) es permanente. Lo
    ideal hubiera sido agrupar a ambos en una misma AFJP, pero esta idea
    quedó en un sueño a cumplir.

    El revés de la trama Orígenes y Activa-Anticipar
    arranca, por otro lado, más allá de lo imaginado. Esta
    historia comienza cuando Activa buscaba su primer socio.
    Entabló entonces conversaciones con el grupo previsional de
    los bancos Provincia de Buenos Aires y Santander. Sin embargo, se
    asoció en junio del ‘95 con Anticipar cuando estaba en
    pleno proceso de compra a Savia.

    Esa operación, que reunió a tres administradoras, fue
    simultánea. Se ejecutó, no obstante, a través de
    diversas figuras jurídicas. La de Anticipar-Savia tomó
    la forma de adquisición, aunque Sud América
    quedó como accionista. Una sociedad pura fue la de Activa con
    Anticipar; los miembros originales de cada empresa mantuvieron sus
    participaciones.

    A pesar de los esfuerzos de esas nuevas Afjp, se comprobó
    —por lo menos para los conocedores— que de dos
    compañías medianas no nace una grande. “Más
    bien, Activa-Anticipar se convirtió en un proyecto interesante
    para ser comprado por una administradora líder”,
    señala Guillermo Alchouron, presidente de Orígenes. Y
    así sucedió.

    A la hora de elegir, Orígenes analizó más de un
    detalle del portafolio de afiliados y de la infraestructura de
    Activa-Anticipar. “Dentro de las AFJP en venta, este grupo
    ofrecía el mayor número de clientes y con un buen
    salario promedio”, explica López Estévez; “el
    tercer punto que consideramos fue que era una empresa con fuerte
    influencia en Capital Federal. Este hecho permitía una buena
    complementación con nosotros”.

     

    Dimes y diretes

    Es seguro que la oferta previsional seguirá
    acomodándose a la demanda. Existe un segmento bien determinado
    donde hay compañías por debajo del punto de equilibrio.
    Esta situación dificulta mantener el proyecto en el tiempo. De
    ahí, la factibilidad de que las absorciones y asociaciones
    sean una constante, por lo menos para 1997.

    “Durante este período no creo que se den casos de
    fusiones masivas”, subraya Alchouron; “no cabe duda de que
    los dueños de las AFJP asumirán —poco a poco—
    si les conviene mantener continuidad o no con determinadas
    administradoras como están hoy en día”.

    Indudablemente, el segmento de los grupos masivos medianos
    sufrirá alteraciones. Para el primer trimestre del año
    se esperan movimientos en este estrato. No se modificarán, en
    cambio, los grupos pequeños, con proyectos acotados, dirigidos
    hacia ciertos nichos y estructurados acorde a esos objetivos.

    Rumores sobre compra de carteras rondan en derrededor de Consolidar.
    Se habla también de cambio de su composición
    accionaria. Las primeras versiones surgieron cuando el Banco de
    Galicia e ITT Hartford crearon Galicia Vida. De ahí en
    más, se señala a aquella AFJP como potencial compradora
    de Claridad. Nada concreto existe oficialmente sobre el tema. Las
    autoridades de Consolidar, sin embargo, no desmintieron esos
    trascendidos.

    Previnter es una habitué de los rumores acerca de absorciones.
    Para la Navidad del ‘94, los directivos de esta administradora
    anunciaron la inminente asociación con Activa. Pero las
    tratativas perdieron fuerza pues existían desacuerdos entre
    las partes.

    Ahora, la AfJP de los bancos de Boston, Bansud y AIG mira con
    interés otro grupo mediano. Por tal motivo, según
    informaron fuentes allegadas a la empresa, viajó en noviembre
    a Estados Unidos Gustavo Covacevich, gerente general de Previnter. El
    principal motivo de ese viaje habría sido obtener el visto
    bueno de los socios norteamericanos —que controlan 90% de la
    compañía— para cerrar el trato. ¿Cuál
    es la otra parte de esa negociación? La respuesta se desconoce
    oficialmente.

    Aunque el silencio reina entre los partícipes de esa
    operación, todos señalan a una misma administradora:
    Patrimonio, que intenta concretar una transacción de ese tipo
    desde hace bastante tiempo. Su socio mayoritario (Banco Indosuez)
    sería el más interesado en salirse del sistema.
    Incluso, habría ofrecido —dicen— su
    participación accionaria a un grupo industrial
    norteamericano-mexicano a principios de este año.

    Como broche de esta historia de off the records, se asegura que otra
    AFJP líder estaría interesada en adquirir Patrimonio.
    Este grupo formado por capitales de bancos nacionales y extranjeros
    habría hecho una oferta al enterarse de que existía un
    acuerdo en puerta.