Vivir al día

    La consultora Peltz Figueira y Asociados acaba de elaborar, en sociedad con la agencia de publicidad Graffiti/DMB&B, un estudio sobre tendencias, valores y actitudes de hombres y mujeres entre 7 y 55 años, con una metodología que combinó la indagación cualitativa y cuantitativa para obtener un amplio perfil de estilos de vida y pautas de consumo en todo el abanico social. La investigación se organizó alrededor de 28 focus groups y 288 entrevistas individuales en Capital Federal y Gran Buenos Aires. En el segmento de edad de 25 a 35 años, las conclusiones de la investigación resultan particularmente significativas. “La incertidumbre frente al futuro es muy notable. Esto genera mucho miedo, y una concentración prácticamente exclusiva en el presente. La Generación 30, como la llamamos, vive al día porque, como en el caso de los ancianos, para ella el futuro no existe, no cuentan con él, no esperan nada de él”, señala Ana María Figueira, directora de la consultora. “Se trata de un grupo humano que no cuenta con la sociedad o con las instituciones. Son radicalmente individualistas porque el tejido social se ha roto, y ellos lo sienten. Por eso les importa mucho, cada vez más, el ámbito afectivo, al que dedican la mayor parte de sus ratos de ocio: 56% lo emplea en estar con la familia o los amigos, 46% prefiere estar con su pareja, en tanto que apenas 29% menciona otras actividades, como ir al cine”, explica Graciela Peltz, presidenta de la firma.

    La tradición

    Las investigadoras perciben que hay un cierto retorno a viejos moldes de conducta, más conservadores, en relación con la familia y la pareja: “Las mujeres consiguieron ocupar una serie de lugares de prestigio y poder que antes correspondían a los varones, pero ahora se sienten solas: suele manifestarse una especie de añoranza del macho protector, al mismo tiempo que se lo rechaza. Los varones, por su parte, se sienten algo intimidados por las mujeres: ellos, como grupo, han perdido privilegios a cambio de nada, porque las regiones en las que ahora participan y de las que están aprendiendo a disfrutar (la crianza de los hijos y la casa, esencialmente) no son valoradas ni social ni económicamente. Por eso se sienten a menudo desorientados y frustrados”, señala Pelz. En este punto, se observan inconsistencias. Más de la mitad (53%) de los encuestados dijo que ambos miembros de la pareja hacen las compras juntos, 43% indicó que la tarea la realiza cualquiera de los dos por separado y apenas 4% informó que sólo la mujer se encarga de esto. Una porción aún mayor (84%) aseguró que los integrantes de la pareja deciden de común acuerdo cuánto gastar y cuánto ahorrar. Sin embargo, 51% de los consultados afirmó que sólo las mujeres preparan la lista de compras semanales. El varón aún no tiene, por lo tanto, una plena y acabada participación en el manejo cotidiano del hogar. Se trata de un grupo de edad que enfrenta un nuevo modelo de pareja: ambos trabajan, con lo cual el poder adquisitivo del núcleo familiar crece y el estilo de consumo cambia. La mujer dispone de su propio dinero, y maneja el gasto no sólo en su casa, sino también en áreas relacionadas con su trabajo y con su propia vida personal. En cuanto a los lujos, los viajes ocupan un lugar de preferencia muy mayoritario (78% de los encuestados optan por viajar en lugar de adquirir cualquier clase de objeto). En cambio, no se advierte una gran predisposición hacia la exploración de nuevas ideas y actitudes, ante las cuales se muestran cautelosos. Cabe preguntarse si esto no resulta contradictorio con la promoción del cambio que dicen apoyar los miembros de la Generación 30. No es así: hay que recordar que el cambio es vivido por ellos como una necesidad. Es necesario promoverlo desde las organizaciones a las que se pertenece, en el terreno laboral, para mantenerse vigente y así garantizar el propio lugar en el sistema de producción y distribución económica. Como señalan algunos de los entrevistados por MERCADO: “El cambio es una realidad que se nos impuso: había que subirse a esa ola o quedar marginados”. Peltz y Figueira resumen los otros rasgos que surgen de la investigación como característicos del grupo: buscan percibir utilidad en los productos que adquieren, necesitan líderes de opinión (64% se mostró más de acuerdo con la idea de escuchar el juicio de los especialistas que con la de seguir la propia intuición), asignan gran importancia al cuidado personal y a la calidad de vida y buscan mayor distensión y placer en su existencia cotidiana.