Desde el comienzo, cada administradora buscó elementos capaces de diferenciarla de sus competidoras. Primero fue el
número de adherentes, después el nivel de cobranza y la relación aportante-afiliado. Finalmente, llegó la hora de los
patrimonios de los fondos.
Sin embargo, no todos comprenden el verdadero significado de este indicador. En términos bancarios, sería, en cierto modo,
algo parecido al volumen de depósitos de una entidad financiera.
Este patrimonio es la masa de dinero de propiedad de los clientes manejada por la administradora, explica Daniel
Cagnoni, gerente de Inversiones de Máxima. Ese monto varía con las contribuciones (descontado el costo del seguro de
vida e invalidez y las comisiones) que se imputan en las cuentas individuales, y con la rentabilidad del fondo.
El crecimiento del valor del fondo o patrimonio de la actividad cobró gran impulso en los primeros tiempos: aumentó 112%
entre septiembre y diciembre, y 83% desde fines de 1994 hasta marzo.
Este índice no tiene mucha relación con la cantidad de afiliados. Son carteras relacionadas pero distintas, comenta
Gustavo Covacevich, gerente general de Previnter. Esto se explica por tres factores: la renta promedio, la cobrabilidad y,
en menor medida por ahora, las comisiones y la renta.
Una AFJP con una buena relación aportante-adherente y una recaudación por encima del promedio cuenta, en este sentido,
con una importane ventaja. Estas características se reflejan en el valor del fondo, aunque su cartera de afiliados sea
pequeña.
Grandes y Chicos
Para delinear el panorama de la capitalización, es preciso segmentarlo según el market share de cada administradora. El
análisis puede hacerse a partir de tres estratos: las seis líderes, las medianas y las que trabajan en un nicho del mercado. Los
grandes movimientos se observan sobre todo en el primero y el último nivel.
Con excepción del período julio-septiembre pasado, cuando los indecisos absorbían el patrimonio con más peso en la plaza
($ 61,9 millones), Consolidar se situó en la punta. Siembra quedó en el segundo puesto, escoltada a corta distancia por
Máxima y por Nación en el cuarto lugar. Estas posiciones se mantuvieron sin cambios por lo menos hasta marzo.
La sorpresa la dieron Previnter y Orígenes. El grupo previsional formado por los bancos de Boston y del Sud y AIG se ubicó
en el séptimo lugar del ranking por valor del fondo, aunque ocupaba el sexto por número de afiliados durante el tercer
trimestre de 1994. A partir de diciembre, subió un escalón más. Orígenes mostró, por su parte, un comportamiento
descendente. Al lanzarse el sistema marchaba quinta en materia de clientes, pero octava en patrimonio. Para fin del año
último, subió dos ubicaciones.
La situación de las administradoras que apuntaron a un segmento específico del mercado es distinta. Por lo general,
su ascenso fue más espectacular. Claro ejemplo de esto es Generar y, en cierto modo, Futura.
Ambas exhibían una cifra de adherentes menor a 50.000 en el primer trimestre de este año. Se encontraban en el 19º
y 18º lugar, respectivamente, en relación con ese índice. Pero saltaban al 12º y 15º en cuanto al patrimonio.
En esencia, el volumen de aportes imprime hoy por hoy la tendencia ascendente o descendente al valor del fondo. Es
importante su tamaño relativo. Sin embargo, es también significativo el nivel de recaudación de cada grupo previsional,
afirma Ricardo Guitart, gerente general de Siembra, porque es en definitiva el stock del flujo de contribuciones
mensuales.
Aunque los aportes perdieron peso relativo a lo largo de este período, todavía son un elemento relevante frente al conjunto.
Así, la recaudación de agosto de 1994 representaba 100% del fondo en todas las administradoras. Pero en julio apenas tuvo
una gravitación de 33% en una de las grandes entidades.
Esta característica neutraliza en parte la influencia negativa que puede tener un traspié en las inversiones. En la actualidad,
los rendimientos pueden marcar por un muy corto lapso un comportamiento ascendente o descendente al patrimonio.
En uno o dos años más, una caída de 1% en el valor de la cuota parte puede representar una pérdida superior a la
contribución mensual, indica Cagnoni. Eso se traduciría en una caída considerable del fondo.
A Golpe de Puño
El efecto tequila les pegó fuerte a los aportes del sistema. Cayeron 27% a fines de febrero y 6% en marzo. Hay que ser
cuidadoso en el análisis de la cobrabilidad a partir de fines del período pasado. La crisis financiera influyó en el sector,
recuerda el directivo de Previnter. La iliquidez de la plaza llevó a muchas empresas a compensar la falta de crédito por el
no pago de las obligaciones previsionales.
Cuando recién se lanzó el régimen, casi 70% de la recaudación se recibía durante el mes devengado. En los meses sucesivos
podían captar otro 10% correspondiente a morosidad o rezagos. A partir de abril las cosas cambiaron. El índice de
reacaudación cayó a 50%.
Muchos expertos aseguran, sin embargo, que los fondos faltantes llegarán tarde o temprano a las
administradoras. De hecho, se observó un incremento de alrededor de 7% en junio.
A pesar de todo, los aportes mensuales totales de la actividad aumentaron 84,6% en los diez primeros meses de vida del
nuevo sistema. La tasa promedio de crecimiento fue de 6,3% mensual.
Los cálculos más prudentes ubican al patrimonio total de las AFJPs en alrededor de $ 1.500 millones. De ahora en más,
convendría comenzar a ver al sistema en términos de stock y no de flujo, advierte Guitart. Para el primer año,será de
aproximadamente $ 2.000 millones. Esto equivaldrá a casi 1% de los $ 260.000 millones del producto bruto.
La suma acumulada por los grupos previsionales no es, por cierto, despreciable. Sin embargo, queda una brecha con
respecto a las proyecciones realizadas antes de la puesta en marcha del régimen. Entonces se estimaba en alrededor de $
3.500 millones.
Dos factores contribuyeron a que esa hipótesis no se cumpliera. Por una parte, el régimen de capitalización comenzó a
funcionar con un número de afiliados muy inferior al estimado. Las primeras proyecciones hablaban de 3.500.000 clientes y
sólo captaron 2.200.000. Recién alcanzaron esa cifra en junio. La crisis financiera fue, luego, otro elemento de impacto
negativo.
Hay que tener en cuenta, por otra parte, la cuestión de las comisiones. Esas sumas de dinero se destinan a cubrir los gastos
de administración y del seguro de vida e invalidez. Sólo si el grupo previsional cuenta con una recaudación periódica
importante percibe una comisión acorde con los gastos que le impone su cartera.
Si una AFJP mantiene un nivel alto de costos sobre todo los fijos se genera una erosión de su recaudación y, por lo
tanto, su patrimonio crece con más lentitud.
Los traspasos son, en este sentido, un arma de doble filo. Pueden ampliar o achicar el valor del fondo. Lógicamente, el afiliado que
rota se lleva consigo sus aportes; es decir, le resta dinero a un grupo para sumarlo a otro. En los casos de las administradoras
dedicadas en forma activa a la captación de clientes de otras AFJPs, esto representa un potente motor para el incremento del valor
de su fondo. En algunos casos, aumenta $ 2 millones netos en un mes como consecuencia de los traspasos.
Yanina Mazzia
Arauca Bit
Las Ventajas de la Prudencia
A partir de un cauto comienzo, la administradora controlada por Osde logró importantes índices de crecimiento.
Arauca Bit, cuyo control accionario ejerce Osde (Organización Servicios Directos Empresarios), tiene una característica
particular: es la única AFJP que actualmente tiene un plantel de personal superior al que mantenía en pleno período de
afiliación. En esa época ocupaba 587 personas (506 promotores y 81 administrativos), mientras que en la actualidad su staff
reúne a 667 empleados, de los cuales 587 son promotores.
Para el presidente de la entidad, Daniel Osvaldo Rava, esto demuestra que el proyecto original fue muy cauto y con un
presupuesto muy ajustado.
Cuando finalizó el período de afiliación, en septiembre del año pasado, Arauca Bit contaba con 43.000 afiliados, que a fines
de julio último se elevaron a 71.000, con una edad media de 35 años y un sueldo mensual promedio de $ 800, ligeramente
por encima de la media del mercado. Una parte significativa, pero no mayoritaria, son afiliados de Osde. Los autónomos
tienen una participación de 10% dentro de la cartera total.
Según las estimaciones de Rava, para fines de año los afiliados sumarán 100.000, y en diciembre de 1996 treparían a
150.000, un nivel todavía inferior a las previsiones originales, que los situaban en 200.000, cifra que recién podrían
alcanzar durante 1997.
Aproximadamente la mitad de los nuevos afiliados proviene de otras AFJPs (a mediados de julio los traspasos le
habían dejado un saldo positivo neto de 4.462 afiliados), mientras que la otra mitad llega del sector de reparto.
A fines de julio el valor de la cartera de Arauca Bit se acercaba a $ 28 millones con una rentabilidad prevista para el primer
año de actividad de 15%, que la ubicaría en el séptimo lugar dentro del mercado.
Rava sostiene que mientras el costo que la empresa cobra por su intervención (3,4% sin cargo fijo) está ubicado dentro de la
franja promedio del mercado, la rentabilidad de la cuota se ubica entre los primeros puestos. Esto indica, afirma, que la
combinación de ambas variables resulta un factor muy positivo para el afiliado. Según su óptica, el costo de entrada es sólo
uno de los factores que deben computarse a la hora de tomar la decisión de permanecer o no en una AFJP. Un costo de
entrada bajo, pero con una rentabilidad reducida, se transforma en un costo final alto.
Las imposiciones voluntarias que realizan los afiliados y los depósitos convenidos no conllevan cargo alguno.
A mediados de julio, casi 49% de la cartera de Arauca Bit se había canalizado hacia títulos públicos nacionales. Otro 28%
fue a los depósitos a plazo fijo en entidades financieras, aunque en la práctica este último rubro es mayor si se considera el
10% que canalizó hacia los Fondos Comunes de Inversión de Renta Fija. Hasta el momento, afirma Rava, no hemos
tomado posiciones en acciones y no tenemos previsto tampoco hacerlo en el futuro inmediato.
La participación de Osde en el capital de Arauca Bit alcanza a 90%, mientras que entre el Banco Interfinanzas e
Interfinanzas Equity mantienen el 10% restante.
L. G.
