Pedemonte, el tradicional restaurante de avenida de Mayo, incorporó servicios adicionales para satisfacer una demanda esencial para su clientela: en su mayoría empresarios, ejecutivos y funcionarios que organizan a menudo desayunos y almuerzos de trabajo y necesitan disponer de un ambiente adecuado y atención personalizada.
Ramón Toledo, gerente general de la casa, recuerda las épocas en que el restaurante era sede de “todas las reuniones de las terminales automotrices” y muestra con orgullo los signos de los nuevos tiempos. Pedemonte reacondicionó los dos reservados del salón -uno con capacidad para 16 personas y el otro para 10- y lanzó una serie de ofertas “orientadas a ofrecer un servicio, antes que a obtener réditos económicos”.
Una de las propuestas, el desayuno de trabajo, incluye, además de café o té y tostadas, los ya célebres panqueques calientes con dulce de leche. Esa alternativa es para los amantes de las combinaciones tradicionales. Los que prefieran las opciones internacionales, como los contundentes breakfasts norteamericanos o brasileños, no quedarán, sin embargo, decepcionados, según Toledo.
En todos los casos el servicio de infusiones, agua mineral y jugos se mantiene hasta las 11.30.
Ya sea que la reunión de trabajo se programe al mediodía o que el desayuno se prolongue más de lo esperado, los almuerzos a la carta son otro plato fuerte de Pedemonte.
Para hacer más y mejores negocios, Toledo recomienda un menú compuesto por especialidades de la casa. Para empezar, cóctel de langostinos o melón con jamón de Parma, que puede continuar con suprema de pollo Pedemonte o lomo a la pimienta verde. A la hora de los postres, una copa de frutillas Parissien, todo acompañado con agua mineral, vino Kleinburg de Castel Chandon o Comte de Valmont y café. Durante la tarde, se mantiene el servicio de bar.
Pedemonte brinda estos servicios de lunes a viernes, desde las 7.30. Un llamado es suficiente para acordar día, horario y presupuesto de la combinación preferida, que puede ser abonada con tarjeta de crédito o a través de la cuenta corriente que la administración del restaurante abre para todas las empresas interesadas.
Si los comensales son más de diez, es posible acordar un presupuesto de promoción. “De todas maneras -concluye Toledo-, los precios son más que accesibles, sobre todo si se tiene en cuenta la atención garantizada por 103 años de trayectoria.”