Es para no creer, pero otro ejemplo basta para tener una idea del desarrollo tecnológico alcanzado en Córdoba. En un barrio aledaño a la ciudad se fabrican máquinas-herramientas para trabajar la madera que son prototipos para empresas norteamericanas. La producción en serie se concreta localmente y su comercialización se hace en los Estados Unidos.
Héctor Linares, presidente de Linares Metalúrgica, con una facturación de US$ 6 millones anuales, explicó que una fluida exportación es posible por la superespecialización del establecimiento, menores costos de diseño y de mano de obra y una muy buena organización que, por ejemplo, sabe comprar muy bien en precio y calidad a los proveedores de partes.
La firma, en la que trabajan 60 personas “y mis tres hijos”, tiene 20 modelos de máquinas para trabajar la madera para distintos anchos, largos o velocidades de cortes y de molduras. “En sólo 100 días -afirmó Linares- podemos diseñar, construir una máquina nueva de 4.500 kilos y despacharla por avión porque tenemos nuestras propias técnicas generadas en esta fábrica. Y, ojo, que no se trata de centavos. Las máquinas pueden valer entre US$ 30.000 y US$ 100.000.”
Caramelos, chocolate y también plásticos.
Con más de 400 diferentes productos en el mercado, bajo la presión competitiva de productos importados, pero con el aliciente de ganar importantes sectores de consumidores en el Mercosur, una empresa típicamente cordobesa como Arcor se prepara para el futuro haciendo fuertes inversiones.
El programa global de sus inversiones para 1992 y 1993 es de US$ 50 millones y por tratarse de una empresa que actúa en el orden nacional ese monto abarca además de Córdoba a Mendoza, San Juan y Entre Ríos, provincias donde están ubicadas la mayoría de sus diecisiete establecimientos manufactureros.
“En Colonia Caroya -informó José A. Giai, vicepresidente de Arcor- estamos construyendo la fábrica de chocolate más grande y moderna de América latina con una capacidad de producción de hasta 130 toneladas por día y una inversión de US$ 25 millones. Tendrá una superficie cubierta de 28.000 metros cuadrados y dará trabajo a 400 personas.” Con la puesta en marcha de esta unidad, prevista para fines de marzo próximo, la firma podrá comercializar una batería de nuevos productos como lentejas de chocolate, diferentes tipos de chocolates rellenos y formatos especiales.
Otra iniciativa es incrementar a 11.000 toneladas por año la fabricación de polipropileno en la planta de Vitopel, en Villa del Totoral. “Vamos a aumentar la capacidad en 70% con relación al nivel actual y ello significará un desembolso de US$ 6,5 millones”, agregó Giai. A su vez la producción de las variadas clases de caramelos que se fabrican en Arroyito saltará de 1.100 toneladas mensuales a 1.700 toneladas y el plan prevé una inversión de US$ 4,5 millones. Por si fuera poco en Arroyito se instalará a fines de año una turbina de gas con un presupuesto de US$ 22 millones.
La integración de la empresa de golosinas con la fabricación de plásticos, cartón corrugado y envases fue una decisión de su anterior presidente. Fulvio Pagani detectó entonces que esos productos tenían en la Argentina un proteccionismo feroz y su fabricación era una importante manera de bajar los costos de producción de la empresa.
En la planificación también figura reforzar la producción de leche de sus propios tambos, una iniciativa que comenzó hace cinco años para tener seguridad de abastecimiento y costos controlados.
Proximamente se agregará otro tambo a los seis ya existentes y se superará la producción de 40.000 litros por día, un nivel que ha convertido a Arcor en una de las tres principales productoras de leche del país.
Cormec.
Peso pesado de la industria automotriz.
“Hace un par de años teníamos un programa de licencias para el personal por falta de demanda y ahora no podemos producir un kilo más de nada porque estamos trabajando a pleno”, comentó el ingeniero Ricardo Lascano, director de manufacturas de Córdoba Mecánica (Cormec). “La única solución que tenemos es seguir invirtiendo en Córdoba para aumentar la producción y poder cumplir con los pedidos que tenemos de Sevel en la Argentina, de Fiat en Brasil e Italia y de Peugeot en Francia”, explicó Luigi Bossio, director general de la empresa.
Cormec es una sociedad entre Fiat de Italia (55%) y Socma de Argentina (Macri) que posee 45% restante. Está ubicada en Ferreyra a 8 kilómetros del centro, sobre un predio de 660.000 metros cuadrados. La superficie cubierta alcanza a 130.000 metros cuadrados que incluyen fundición de aluminio, fundición e inyección de piezas para tres tipos de motores (entre 1,4 litros de cilindrada y 2,0 litros) y dos modelos de cajas de velocidad.
La escalada de inversiones de Cormec, no sólo para responder a la demanda sino para cumplir con los objetivos del régimen de promoción de la industria automotriz, es cuantiosa y creciente. En 1990 la inversión fue de US$ 21 millones y otros US$ 26 millones se sumaron un año más tarde, otro estirón de US$ 30 millones se concretó en 1992. Es decir que en tres años el acumulado fue de US$ 77 millones. Para este año se prevén US$ 32 millones y “casi con seguridad vamos a invertir no menos de US$ 35 millones en 1994”, advierte Bossio. “Por suerte -agregó- todavía podemos modificar el lay out en una parte de la estructura y continuar con ampliaciones en 1993 y 1994”.
La oferta para el mercado interno y para el exterior abarca partes mecánicas muy complejas y de alto valor agregado como motores completos, cajas de cambio, blocks de motores, cigüeñales. En estos momentos puede fabricar 750 motores por día para dos modelos Peugeot y para otros dos modelos Fiat, frente a los 410 de hace un año. El plantel, que era de 1.500 personas en 1990, ahora es de casi 3.000.
Transax.
Con más precisión que en Alemania.
“Tenemos una planta del Primer Mundo no sólo por la escala de producción, sino porque nuestros productos tienen un menor rechazo que los que se fabrican en Alemania, donde los exportamos para ser incorporados a los autos de Volkswagen”, afirma con orgullo Raúl G. Merino, gerente de relaciones externas de Transax, una empresa del grupo Autolatina, el joint venture entre VW y Ford.
La nueva planta a la que se refiere Merino es un moderno y pulcro gigante de casi 31.000 metros cuadrados de superficie cubierta, que está equipado con 240 máquinas herramientas y robots.
“La capacidad de producción trabajando a pleno -explicó Nelson Teixeira de Campos, gerente general de Transax- es de 300.000 cajas puente de cambio al año o una cada 60 segundos. Hubo que invertir US$ 220 millones y es importante señalar que no sólo se está ante la tecnología mecánica más
moderna del mundo, sino que estamos empleando modernos conceptos gerenciales como la calidad total y el sistema “just in time”.
Tanta organización ingenieril y empresaria no es para menos. 80% de la producción tiene como destino Brasil y Alemania y un ajustado control estadístico de cada etapa del proceso apunta a prevenir los problemas en lugar de corregirlos. La planta está ubicada a 3 kilómetros del centro de la ciudad de Córdoba, sobre una superficie de 22,5 hectáreas.
A la producción de 300.000 cajas puentes por año en las recientes instalaciones, la oferta de Transax suma en sus otras instalaciones 80.000 ejes traseros; 400.000 discos y campanas de frenos delanteros; 126.000 campanas de freno trasero; 500.000 cubos de rueda delantera y otras 66.500 cajas de velocidad.
La apertura de nuevos mercados contribuirá a que aumenten las ventas al exterior. Las estimaciones de los especialistas apuntan a que en el cuadrienio 1993-1996 las exportaciones de Transax lleguen a US$ 650 millones.
Predio Ferial: centro de negocios internacionales.
El predio ferial Chateau Carreras, el más moderno del país, está en las afueras de la ciudad de Córdoba y a 10 kilómetros del centro. Ofrece a los expositores y visitantes una infraestructura física básica de 145.000 metros cuadrados de superficie total, 29.000 m2 para exposiciones al aire libre y 20.000 m2 de área cubierta. La estratégica área de servicios ofrece 4.500 lugares para estacionar automóviles, 120 líneas de teléfonos, fax y télex y todas las alternativas de restaurantes, bares y locales para oficinas de correo, bancarias o de cambios. El restaurante principal tiene comodidades para servir en forma simultánea a 1.500 comensales.
También dispone de un microcine para 120 personas, cuatro auditorios para 200 personas cada uno y un salón plenario para 1.200 personas. Por si fuera poco cuenta con su propia central de generación de energía eléctrica de 3.000 kilovoltios-ampere y conexiones con EPEC, la empresa provincial de electricidad.
La administración está a cargo de Feriar SA y su presidente, Ricardo Bornancini Planas, señaló que desde su privatización se está trabajando en la repotenciación de las instalaciones con el objetivo de que se convierta en el centro de reuniones de los países del Mercosur. Señaló que la dimensión de algunos eventos como FICO es ya de una gran importancia económica como lo demuestra el monto de los negocios realizados y proyectados por los contactos logrados, que el año pasado sobrepasó los US$ 65 millones, mientras que los bienes expuestos alcanzaron US$ 25 millones. En esa oportunidad se hicieron 1.038 citas de negocios previamente concertadas.
EL DINAMISMO EXPORTADOR DEL CORDOBA TRADE CENTER.
Prototipos de máquinas-herramientas para trabajar la madera en los Estados Unidos, de Linares; galletitas para Paraguay, de Lía; cajas de cambio de cinco velocidades para Alemania, de Transax; motores en Italia de Cormec; aceite de soja en Holanda de General Deheza; y caramelos para Brasil de Arcor, son ejemplos de productos y destinos diversos de la producción cordobesa.
La lista aumenta con los turrones de Georgalos en Checoslovaquia; TDI de Petroquímica Río Tercero en Chile; zapatos de Rigazio en Canadá; máquinas-herramientas de control númerico de Promecor en Venezuela; lámparas de automóviles de Cibie en Turquía; equipos de computación de Microsistemas en Japón; motores eléctricos de Corradi en Colombia.
Las exportaciones industriales que eran de US$ 200 millones anuales a mediados de la década de 1980, actualmente superan US$ 300 millones anuales. Sin lugar a dudas se destaca por el volumen exportable y el correspondiente ingreso de divisas, el complejo agroindustrial oleaginoso que abarca la elaboración de aceites vegetales, semillas, frutos oleaginosos y las tortas y expellers, con US$ 150 millones anuales.
Luego les siguen los productos de la industria automotriz y tractores con US$ 50 millones; calderas y maquinarias diversas con US$ 30 millones; productos de la petroquímica, con US$ 25 millones, y la industria frigorífica con US$ 18 millones. Otros rubros de importancia son las golosinas y las herramientas, con US$ 9 millones cada uno; calzado, plásticos y aparatos eléctricos, con US$ 6 millones cada uno; lácteos y miel, con un total de US$ 4 millones.
Casi la mitad de las exportaciones recala en los países de la Comunidad Económica Europea y en los países del este europeo. Otros destinos de importancia son las naciones de la ALADI y luego la zona de los Estados Unidos, Canadá y México.
La estrategia exportadora diseñada e impulsada por el gobierno de Eduardo Angeloz está rindiendo sus frutos. Las numerosas misiones de empresarios y funcionarios provinciales a Europa, Estados Unidos, Medio Oriente, China y Japón cristalizaron en los trade centers en operaciones.
La tarea exportadora es apoyada decididamente por el gobierno provincial a través de la puesta en marcha de tres centros de promoción en ciudades como Nueva York, Santiago de Chile y Madrid, a los que sumó recientemente San Pablo. Los Córdoba Trade Center, como fueron bautizados, también conectan la oferta de otras siete provincias argentinas.
La presencia del Córdoba Trade Center en los Estados Unidos permitió que ingresen en las cadenas de comercialización productos como calzado, miel, mármoles y granito, autopartes, galletitas, caramelos y muebles. Se estima que unos US$ 50 millones de ventas se han concretado gracias a la existencia de este canal. El CTC fue diseñado para ser un centro de servicios por excelencia, con modernos equipos de comunicaciones, sala de exhibición de productos, sala de reuniones, depósitos y una ubicación importante en la ciudad de Nueva York.
Su actividad múltiple permite que los bancos realicen gestiones para obtener líneas de financiamiento de inversiones y de exportaciones y que jóvenes profesionales realicen pasantías de aprendizaje.