Una encuesta realizada para MERCADO por la consultora “Datos y Estrategias” en 150 empresas medianas de origen nacional, que ocupan entre 51 y 100 empleados, y otras tantas cuya plantilla va de 17 a 51 personas revela buenas perspectivas para aquéllas y para las que exporten, a la vez que advierte sobre la desaparición de un número relativamente alto de firmas pequeñas que no se redimensionen y se reorganicen para insertarse en la actividad económica del país, a la luz de las tendencias regionales e internacionales.
El trabajo, dirigido por la licenciada Stella Carullo, refleja cómo se preparan para afrontar el desafío de la globalización y dar batalla a la dura competencia externa que, con la concentración del poder en las grandes corporaciones, constituye el escenario futuro de la década. Junto con los resultados de la compulsa, se preparó la génesis de 17 casos exitosos en la gestión de las pymes.
La participación en los acuerdos de intercambio comercial, como Mercosur, Aladi, y en las plazas norteamericanas, europeas y asiáticas; la incidencia que tendrán las mutaciones tecnológicas; la diferenciación de papeles entre la conducción estratégica y el área ejecutiva; rotación y capacitación del personal en los últimos tres años; el control de gestión; el manejo de información técnica; el aprovechamiento de la capacidad de producción; la segmentación de los clientes; ubicación de proveedores; formación de joint ventures; distribución, y el protagonismo en las transacciones internacionales, configuran los aspectos salientes de la investigación abordada.
Los dueños, socios o altos directivos de las pequeñas y medianas empresas entrevistados dieron a conocer las expectativas para sus negocios hacia enero de 1993, 1995 y 2.000. Asimismo, dieron su opinión sobre la posición ante el Mercosur y el perfil productivo, como ser el reducido recorrido de los materiales durante el proceso, las líneas de producción aptas para más de un producto, el corto período de la puesta en marcha, la adecuación de la tecnología y el packaging a los requerimientos internacionales, la capacidad instalada con bajo punto de equilibrio, el abaratamiento de costos de mantenimiento de planta y el análisis periódico de layout.
LAS MEJORES PERSPECTIVAS PARA PYMES MEDIANAS Y EXPORTADORAS.
Un promisorio futuro para las industrias medianas bien posicionadas técnica y administrativamente, sobre todo si son exportadoras y transformadoras de productos del agro, además de una situación problemática para subsistir en aquellas de dimensión reducida que no estén integradas al comercio exterior constituye la principal conclusión que se extrae de un estudio sobre las perspectivas de las pequeñas y medianas industrias en la nueva etapa del país encomendado a la consultora “Datos y Estrategias” por la revista MERCADO.
El estudio comprende a las firmas nacionales que ocupan más de 17 y menos de 100 empleados.
Hasta 50 se las consideró pequeñas y de 51 a 100, medianas.
Un equipo de investigadores, dirigido por la licenciada Stella Carullo y el licenciado Polatián, entrevistó a 300 dueños, socios o altos ejecutivos a fin de establecer la incidencia legal, económica, tecnológica y cultural de las variables macro y microeconómicas en el desarrollo del sector.
A la luz de los datos globales arrojados por la encuesta, es dable afirmar que un número relativamente alto de pymis desaparecerá en los próximos cinco años, siendo las principales candidatas aquellas que no encaren su redimensionamiento y organización empresarial sobre la base de la inserción dentro de una producción mundial globalizada que explota las ventajas competitivas por encima de fronteras, en la búsqueda de resultados superiores.
El cambio de gestión se desarrollará en forma paralela a la selección que, implícitamente, resultará en detrimento del número de pymis subsistentes, pero impondrá a las que perduren un nivel cualitativo de inserción empresarial.
De acuerdo con los datos relevados, las pymis medianas encuestadas constituyen 22% de la muestra, mientras que las pequeñas representan 78%. 32% del total son exportadoras, mientras el restante 68% no venden fuera de la plaza doméstica.
El dato más significativo es 39% y corresponde a industrias derivadas de actividades primarias (agroindustrias, genéricamente) para las que la Argentina posee ventajas comparativas naturales. 61% restante se lo reparten las actividades para las que es necesario poseer ventajas comparativas adquiridas o dinámicas.
Los rubros de exportación con mayor cantidad de establecimientos, según las respuestas, fueron construcción de maquinarias, cueros y sucedáneos, fabricación de sustancias químicas industriales y equipo profesional, científico y óptico.
Por eso, la inserción en el mercado externo, que se considera un rasgo positivo para la actividad, se perfila importante en las pymis de esas ramas.
También existe cierta proporción de empresas medianas que registran exportaciones entre sus ventas totales en fabricación de productos metálicos, construcción de maquinarias eléctricas, otros plásticos, construcción de maquinarias, materiales de transporte, imprentas y editoriales; fabricación
de calzados, cueros y sucedáneos; muebles; fabricación de sustancias químicas industriales; fabricación de caucho; equipos profesionales, científicos y ópticos y otras industrias manufactureras.
Una jerarquización un poco alta para el sector Contaduría y menor importancia relativa a los sectores de Control de Calidad y Desarrollo y Tecnología exhiben las respuestas del universo encuestado.
También llama la atención que prácticamente no hayan aparecido nuevas pymis en los últimos tres años, y que se registre una magra incidencia proporcional de las conformadas entre esos 3 y 15 años anteriores, es decir, durante el período de decadencia de la economía argentina.
En consecuencia predominan, con 72%, las de más de 15 años de antigüedad. Y asimismo es notoria la proporción de industrias no derivadas de la actividad agropecuaria, forestal o minera con antigüedad mayor de 15 años (77%), aunque son de mayor proporción (65%) aquellas dedicadas a agroindustrias. La tendencia se revierte en los últimos tres años hacia una mayor dedicación a manufacturas derivadas de la agroindustria.
A pesar de su dimensión, la estructura jurídica más difundida en las pymis es la de sociedad anónima (71,3%), ya sea familiar (25,4%), focalizada en las empresas medianas y las exportadoras; o genérica (45,9%), especialmente entre las medianas. 16,9% son sociedades de responsabilidad limitada (SRL) y
las unipersonales alcanzan a 4,6%.
La conformación de empresas con único dueño, con familiares directos e indirectos, suman 63,4% del total. La distribución según tamaño otorga cierta supremacía de las “firmas familiares con combinaciones familiares” a las empresas pequeñas por sobre las medianas.
Entre las pymis que exportan predomina la estructura “firmas familiares” y “con combinaciones familiares” por sobre aquellas que no exportan.
Organización.
El predominio familiar que se aprecia se traduce en que 73% no ejerce diferenciación de papeles entre el personal jerárquico, más en las pequeñas que en las medianas, y entre las que no exportan por sobre las exportadoras.
Las medianas y exportadoras conforman el universo de 57% que dice delegar permanentemente autoridad, mientras que en 33% no existe ese sistema, y en el restante 9% se habla pero no se lleva a cabo.
La mitad de los encuestados descentraliza las decisiones, fundamentalmente en empresas medianas (84%), exportadoras (56%) y las no derivadas de actividad agropecuaria, forestal o minera (54%).
Las decisiones más importantes se toman en grupo en 73%, sobre todo en las compañías medianas y exportadoras.
La rotación de personal es más baja entre directivos, ejecutivos, jefes y supervisores, que entre los empleados de línea, con 57%. Y 76% de los consultados declara que tuvo una baja rotación en el nivel directivo/ejecutivo en los últimos tres años, en tanto que fue algo menor en el de jefes y supervisores, con 69%.
Las dos terceras partes no exige capacitación alguna, pero sí lo hace 50% de las medianas con los altos niveles de empleados o bien la suministran dentro de la empresa. Las pymis que exportan reúnen 45% de respuestas de tipo exigente en nivel profesional de sus ejecutivos.
Contratan con mayor frecuencia asesoramiento administrativo contable y legal, en mayor medida ésta. Luego acuden a la tecnología industrial y, finalmente, a la administrativa contable y sistemas.
94% no contrata asesores extranjeros; 3,5% lo hace en tecnología industrial, sobre todo entre las empresas medianas (10%) y las exportadoras (7%).
Información.
Más de 70% de las empresas medianas declaran poseer y estar en contacto sistemático con medios de información técnico-económica y sobre el mercado de demanda global interno y externo, aunque casi la mitad del total de empresas entrevistadas afirma informarse a través de las cámaras
industriales. 48% lo hace mediante publicaciones técnicas, mucho más intensificadas en empresas con actividades industriales no derivadas de la agropecuaria, forestal o minera (54%), en exposiciones (44%: nacionales 25%, internacionales 19%) y por medio de publicaciones económicas (24%: nacionales
17% y extranjeras 7%).
La perspectiva de participación en el mercado local y externo únicamente es conocida sólo por 20% de las pymis. La cuarta parte del total, especialmente las medianas, aprovecha la capacidad anual de producción, pero 60% de las consultadas está en condiciones de instalar cambios en las líneas de
fabricación hasta en una semana. Entre éstas se destacan con casi dos tercios las que se dedican a actividades no derivadas de agropecuarios, forestal y minería.
Si el plazo de modificación se estira a un mes, la cuarta parte de las exportadoras podría adaptarse.
Ya más de 70% de las pymis reconvirtieron (o están haciéndolo) sus procesos industriales, entre ellas las medianas y las exportadoras, en especial las que se dedican a industrias no derivadas de agropecuarios, forestal y minería.