Megatendencias

    MENOR POBLACION.

    Los expertos en demografía sostienen que se trata de un cambio tan importante como la Revolución Verde, que permitió alimentar a millones de seres con el aumento de la productividad agrícola. En 1965, la mujer promedio del Tercer Mundo tenía más de seis hijos. Ahora, el promedio descendió a 3,9 niños. La mitad de las mujeres utiliza ahora algún método de control de la natalidad, mientras que en 1965, apenas 8% lo utilizaba. La tasa de crecimiento de la población mundial ha decrecido más rápidamente que lo que se imaginaba hace dos décadas. En países como México, Colombia y Brasil se ha comprobado fehacientemente esta tendencia.

    TRIBULACIONES BRITANICAS.

    ¿Gran Bretaña vuelve a ser el enfermo de Europa? Las cifras no son alentadoras: 21.827 compañías británicas quebraron en 1991. Una de cada cincuenta de las que operan en el país. Este año el número de bancarrotas será mayor, según los analistas. El dato ilustra la gravedad y persistencia de la recesión en Gran Bretaña, tras diez años de exitismo thatcherista. Las estadísticas indican que no ocurría algo semejante desde la crisis de 1929.

    LOCOMOTORA EN PELIGRO.

    Estados Unidos absorbe US$ 100.000 millones anuales de ahorros de todo el mundo, advirtió el excanciller alemán Helmut Schmidt, en la última sesión del Inter-Action Council (un club de ex mandatarios y notables de todo el mundo). Y ese consumo excesivo lleva ya siete años. Los norteamericanos no pueden mantener su papel en la escena mundial si no reducen sus deudas y aumentan su ahorro interno. Alemania y Japón, a pesar de su creciente poderío comercial y financiero, no pueden reemplazar a Estados Unidos como la locomotora de la economía mundial.

    El consejo de Washington a Japón (“consuman más, ahorren menos y no trabajen tanto”) es, precisamente, la fórmula que ha llevado a Estados Unidos a su presente situación de debilidad.

    Todos los participantes expresaron su temor por la fragilidad del sistema financiero global.

    LAS RUEDAS MAS VELOCES.

    La demanda global de automóviles se contrajo en 1991 en 2,9%: 34,4 millones de unidades vendidas en el mundo, contra 35,5 millones de 1990. Los especialistas vaticinan que en 1992 se recuperará el nivel anterior con una venta de 35,1 millones. La predicción es que habrá crecimiento moderado pero sostenido en el sector, hasta llegar a 40,5 millones en 1996.

    ¿Quiénes serán las grandes naciones productoras en ese momento? Japón, con 10,35 millones de unidades; Estados Unidos, con 6,98 millones; Alemania, con 5,12 millones; Francia, con 3,47 millones; Italia, con 1,99 millones; España, con 1,76 millones; Gran Bretaña, con 1,87 millones; y Corea del Sur, con 1,65 millones.

    Si se consideran los bloques económicos, la Comunidad Europea fabricará para esa fecha 36,81% del total, o 14,91 millones de unidades (15,35 millones si se agrega el resto de Europa Occidental); Japón, 25,57%; y Estados Unidos, 17,31%. Entre los tres gigantescos mercados se repartirán 80% del volumen mundial de producción.

    EL SUR EXISTE.

    Ahora que todas las miradas convergen hacia el Primer Mundo y las iniciativas de cooperación Sur-Sur parecen haber caído en el olvido, vale la pena tener en cuenta estos datos. Las exportaciones de los países en desarrollo, que sumaron US$ 787 mil millones en 1990, tienen su principal mercado dentro del propio Tercer Mundo: 31,9%. Estados Unidos absorbe 21,9%; Japón 11,9%; Alemania 4,9%; Italia 3,4%; Gran Bretaña 3,2%; Francia 3%; y otros países industrializados, 12,1%. El antiguo bloque soviético consumía entonces 7,7% del total.

    CUESTION DE LEALTAD.

    El falso contenido del concepto de “comercio leal” es denunciado en un reciente libro de James Bovard (“The Fair Trade Fraud”) editado por el Cato Institute. En Estados Unidos predomina la impresión de que el país es víctima de prácticas de comercio desleal por parte de casi todos sus socios comerciales. Si bien es cierto que muchos gobiernos extranjeros ponen trabas al ingreso de productos estadounidenses, también lo es que el gobierno federal impone restricciones que, so pretexto de castigar el dumping foráneo, perjudica a los consumidores locales. Los lobbies de las empresas nacionales reclaman al Departamento de Comercio sanciones y cuotas contra productores externos competitivos. De este modo, Haití no puede vender más de 7.740 toneladas de azúcar al año, México tiene prohibido ingresar más de 35.292 sostenes, Polonia no debe superar 350 toneladas de herramientas de aleaciones de acero, y Jamaica está imposibilitada de vender más de 5.000 litros de helado anuales.

    En algunos casos se utiliza el argumento del interés nacional. Pretexto que podría ser razonable en el caso de bienes de tecnología de punta. Pero que no lo es en el caso de papas fritas, peras, espejos, bacalao, álbumes fotográficos, cemento o aparatos de televisión. En el lenguaje político y en el actual clima preelectoral, nadie habla de libre comercio. La expresión favorita es comercio desleal.

    LA TRAMPA DEL GATT.

    Las negociaciones de la Ronda Uruguay del GATT fracasan porque ha sido imposible lograr acuerdo sobre la eliminación de los subsidios agrícolas de la Comunidad Europea. Ese es el argumento convencional, desarrollado a fondo por Estados Unidos (que también mantiene subsidios, como Japón lo hace con el arroz). Según esta difundida versión, si no fuera por la obstinación europea, el éxito coronaría las negociaciones.

    ¿Cierto o falso? Falso. La cuestión agrícola es un mero capítulo en la interminable batalla contra el proteccionismo. Quedan pendientes la liberalización de los servicios, la discriminación impuesta por el acuerdo Multifibras y los bolsones de reducción arancelaria postergada. Falta, sobre todo, eliminar las abusivas alegaciones de dumping y “acuerdos de caballeros” para fijar cuotas.

    CUATRO PUNTOS CLAVE.

    La inestabilidad y la incertidumbre pueden dar la tónica a lo que resta de la década. Los observadores internacionales coinciden en que será preciso vigilar y seguir con atención estas cuatro tendencias: 1) La desintegración de la ex Unión Soviética, además de sellar el fin de la Guerra Fría, abre un nuevo período. El desafío para el resto del mundo es cómo lidiar con los acontecimientos que allí se produzcan.

    2) La Comunidad Europea, que parecía entrar en definitiva consolidación, enfrenta ahora nuevos desafíos derivados de la presión para extender la pertenencia al selecto club (hasta hoy con 12 miembros) y la posibilidad de convivir con un colapso total de las economías de Europa Oriental y con un retroceso democrático en esa área.

    3) La distensión mundial favorece el crecimiento económico en el sudeste asiático, y en general en el anillo del Pacífico. En cambio, en el sur de Asia, hay potenciales conflictos como el de la India con sus principales vecinos con riesgo de utilización de armas nucleares.

    4) Japón ocupará un papel protagónico en la escena mundial. No sólo en el plano comercial y financiero. También en el geopolítico y en el militar. El nuevo rol puede cumplirse en íntima vinculación con Estados Unidos, o exclusivamente en su área de influencia, o bien a través de las Naciones Unidas. Corea, China, Indonesia y otros vecinos desconfían de un Japón armado.