“Esperamos triplicar nuestro tamaño en los próximos cinco años”

    ESTRATEGIA | Empresas

    Por Leticia Pautasio


    Carlos Zanardi

    La seguridad física y electrónica es un mercado que viene en crecimiento desde 2004, a partir de un mayor índice de criminalidad y una creciente tendencia a la inseguridad. Sin embargo, existe una serie de factores que ponen en jaque este negocio, como ser el aumento del precio de la mano de obra y el alto índice de informalidad de la industria. “La inflación trae aparejada una suba de salarios que es muy difícil trasladar al cliente”, indica Carlos Zanardi, CEO de KTL. El ejecutivo explicó que esta situación podría provocar un estancamiento de la actividad, a pesar de que la construcción de barrios cerrados que demandan vigiladores y la inseguridad señala una tendencia moderada al crecimiento del sector.
    A su vez, debido a la necesidad de disminuir los costos, muchas compañías que requieren de servicios de seguridad se inclinan por contratar servicios no regulados. “Este mercado emplea en el país alrededor de 130.000 personas, y se estima que en más de 20% se trata de trabajadores informales”, indicó.
    Sin embargo, el directivo planteó que una de las principales tendencias del mercado es mitigar la carga horas/hombre y reemplazarlas por sistemas de tecnología, mucho más eficientes y económicos. “El elemento diferenciador de KTL es diseñar soluciones de valor utilizando tanto seguridad física como tecnología”, afirmó Zanardi.
    “Con una solución de personal y tecnología se puede disminuir considerablemente el costo y potenciar la acción del vigilador; por ejemplo, una solución de circuito cerrado de televisión (CCTV) permite mantener virtual presencia en los lugares en donde está instalada la tecnología”, señaló.

    A medida del cliente
    El uso de seguridad electrónica –añadió– además, ejerce un poder disuasivo contra la comisión de delitos, permite la obtención de datos precisos ante un hecho y crear sistemas de control de accesos. La empresa diseña la ingeniería a medida de las necesidades del cliente y ofrece un servicio posterior de mantenimiento preventivo y correctivo, para responder de manera rápida y efectiva ante la caída de servicios. “En este mercado, es importante resolver dentro de una ventana de tiempo lógico para garantizar la seguridad”, destacó.
    “Nos interesa posicionarnos como una empresa argentina pero certificada internacionalmente y con capacidad de competir con las grandes empresas multinacionales”, apuntó Carlos Zanardi. Actualmente la compañía cuenta con un equipo de 300 vigiladores, a los que denominó “los 300 guerreros”, pero espera llegar a 1.000 en el corto plazo, lo que permitirá triplicar el tamaño de la compañía en los próximos cinco años.
    “Nuestra apuesta es posicionarnos como la alternativa inteligente y nacional a las grandes empresas de seguridad, y crecer y consolidarnos a medida que crece el mercado”, explicó. “La estrategia de los líderes es controlar el mercado, pero nosotros le hacemos fuerza con nuestros 300 guerreros”, explicó.

    Capacitación, pilar del negocio
    En la industria de la seguridad física uno de los principales desafíos es mantener al personal, debido a que se trata de uno de los segmentos del mercado laboral con mayores índices de rotación.
    Por eso, la empresa utiliza un modelo de gestión de recursos humanos por competencias, que pone especial énfasis en la formación y la fidelización de los empleados.
    “Intentamos fomentar el crecimiento de nuestro personal, y por eso le ofrecemos capacitación a todos los niveles de nuestra organización”, indicó. La empresa participa en foros de debate sobre temáticas del sector, como una forma de aportar un conocimiento adicional a sus recursos, según su área de especialidad.
    Además, realiza un boletín mensual en donde se comunican los principales logros de los empleados, como una forma de reconocer la labor diaria. “Gracias a estas políticas hemos logrado disminuir nuestro índice de rotación”, afirmó Carlos Zanardi.
    KTL Seguridad nació en 1983 y desde 1995 opera en el país bajo la actual denominación. La empresa trabaja en barrios cerrados, bancos, distribuidores, logística y automotrices, entre otros, con soluciones de seguridad física y electrónica.